Lunes 8 Junio 1998
—Queridos compañeros graduados, estimados profesores y amigos,
Hoy nos reunimos aquí, en los terrenos de Hogwarts, para celebrar un momento significativo en nuestras vidas. Este castillo ha sido nuestro hogar, nuestro refugio y el lugar donde hemos aprendido más sobre nosotros mismos y sobre el mundo mágico. Hoy, finalmente, nos despedimos como estudiantes y nos preparamos para enfrentar el futuro como magos y brujas formados.
A lo largo de estos años, hemos pasado por momentos de alegría, desafíos y aprendizajes que nos han moldeado. Hemos forjado amistades inquebrantables y hemos aprendido lecciones que llevaremos con nosotros siempre. Cada uno de nosotros ha seguido su propio camino, pero hoy estamos unidos por este logro compartido.
Es importante reconocer a aquellos que nos han ayudado a llegar hasta aquí. A nuestros profesores, que han compartido su conocimiento y sabiduría con paciencia y dedicación, les damos las gracias. A nuestros padres, familiares y amigos, que han estado a nuestro lado en cada paso del camino, su apoyo ha sido fundamental.
Mientras nos preparamos para dejar este lugar, debemos recordar que el futuro está lleno de incertidumbre, pero también de posibilidades infinitas. Cada uno de nosotros tiene la oportunidad de hacer una diferencia en el mundo mágico. No importa cuál sea nuestro destino, debemos actuar con coraje, integridad y determinación.
Como alguien que ha experimentado tanto la luz como la oscuridad, puedo decir con certeza que el poder de nuestras decisiones es inmenso. Hemos aprendido que nuestras acciones definen quiénes somos, y es nuestra responsabilidad utilizar lo que hemos aprendido aquí para construir un futuro mejor.
Quiero compartir una reflexión que he llegado a valorar profundamente: "El coraje no siempre ruge. A veces, el coraje es la voz tranquila al final del día que dice: 'Lo intentaré de nuevo mañana'." Mientras avanzamos, llevemos esta valentía con nosotros, recordando que siempre podemos levantarnos y seguir adelante, sin importar los desafíos que enfrentemos.
Generación 1998, hemos superado mucho juntos y hemos demostrado nuestra fortaleza y determinación. Sigamos siendo ejemplos de lo que significa ser verdaderamente valientes, honestos y comprometidos con un mundo mejor.
Gracias, y que la magia siempre nos guíe.Draco bajó del escenario y se sentó junto a sus compañeros de casa, mientras Harry estaba en la mesa de Gryffindor con Neville.
Habían vuelto para su último año en Hogwarts, para Harry Hogwarts fue su primer hogar, aunque ahora tenía otro con mucha familia que lo amaba demasiado, al menos no olvidaría los buenos momentos que pasó en el castillo, todas las amistades que hizo y también las que deshizo, pero no se arrepentía de nada.
Ron se encontraba con Hermione al otro lado de la mesa, los 2 miraron a Harry y este solo asintió, ya no estaba enojado con ellos, habían sido cordiales el último año y era momento de avanzar.
Luna lo saludó desde su mesa y siguió charlando con sus compañeras.
Draco hablaba animadamente con Blaise quien sostenía la mano de Pansy, ambos habían interactuado mucho y habían decidido que eran compatibles.
Severus se dio la oportunidad de sonreír desde la mesa de profesores, después de todo su ahijado había sido el estudiante graduado con honores, aunque Harry le había pisado los talones, pero al final Draco sacó su astucia de Slytherin y le hizo ventaja. Además sería su último día en el castillo, había presentado su carta de renuncia y Dumbledore había entendido a la perfección.
Buscó una casa en Forks debido a la situación de su ahijado con el chico lobo. Jacob le caía bien a Severus, el joven era sereno, paciente y sensato, todo lo contrario a Draco y a Harry.