Sab 13 Enero 1996
Al comenzar de nuevo la escuela, Harry recibió un par de regaños por parte de Remus y Rosalie; había estado prestando más atención a su investigación sobre la nueva poción y había descuidado sus estudios en la escuela de la reserva.
Tuvo que programarse para cumplir con todas sus obligaciones, los sábados los dedicaría a la investigación, durante la semana solo tendría que concentrarse en a escuela, mientras que los domingos estaban dedicados a estudiar el material que recibía por parte de Alastor, Severus y sus padrinos.
Durante la mañana había estado escribiendo una carta a Neville; anteriormente ya había respondido las preguntas que había planteado Severus en su última carta, ahora haría falta la búsqueda de los ingredientes.
"Querido Neville,
Me alegra saber que tu y tu abuela se encuentran bien. Escribo para informarte un poco más sobre mi presente proyecto.
Como sabes se trata de una poción para los vampiros, adjunto te envío una carta con los objetivos principales, espero puedas ayudarme a encontrar los ingredientes necesarios.
Atte. H.P".
Envió a Hedwig con la carta y el pergamino adjunto que Neville necesitaría para elegir los ingredientes necesarios.
Subió hasta el estudio de Carlisle, era el único lugar de la casa en donde los demás no entrarían a interrumpir.
Le encantaba el gran ventanal que había en el estudio y estando en el segundo piso le daba una gran imagen del bosque.
Se acomodó en el sofá para comenzar la lectura del libro "Cánticos y hechizos para pociones y su creación", uno de los muchos que Severus había enviado, junto con una lista de otros títulos que el maestro no tenía disponibles, pero que aseguraba a Harry serían de gran ayuda una vez que los obtuviera.
Carlisle no llegaría sino hasta entrada la noche, últimamente el Doctor tomaba los turnos diurnos del hospital y pasaba las noches ayudando a Harry con una tarea o incluso dando algunas opiniones o ideas sobre la poción.
Se podría decir que esa rutina se había vuelto bastante cómoda para ambos; al menos los sábados, Harry pasaba la mañana y la tarde en su investigación. Por la noche, Carlisle llegaba para consultar sobre el progreso, ofrecía algunas opiniones y luego sugería "deberías despejarte un poco", seguido de un paseo juntos. La última vez, Carlisle lo llevó a la cima de la montaña que habían visitado años atrás.
Levantó la mirada de su libro para dirigirla a la chimenea en el estudio. Sonrió al recordar cuando Carlisle le dijo que si eso le facilitaría la comunicación con sus amigos o sus maestros entonces la podían poner en el estudio. Eso había sido en año nuevo y dos días luego la chimenea estaba en el estudio y un amigo de Bill que trabajaba para el ministerio en el departamento de Conexiones Flú estaba conectándola a la Red de chimeneas.
Observó la pintura en la pared, aquella que Carlisle le había enseñado junto a su historia sobre los Vulturi. En algún momento pensó si tal vez podrían encontrar problemas con esos vampiros por todo lo que estaba pasando en el clan Cullen, después de todo habían acogido a un mago y luego a varios más y se habían hecho amigos de los cambiaformas, estaba seguro que eso era romper varias reglas.
Luego de leer la primera parte del libro había entendido que un cantico podría realizarse más de una vez durante la preparación de a poción, mientras que el hechizo se hacía una vez al principio, en el intermedio o al final de la poción. El cantico siempre era elegido por los magos para la creación de pociones ya que de estos salían las pociones mejor elaboradas y con un completo porcentaje de efectividad.
