Epílogo.
Las risas de Nicolás y Phoe se mesclaban en la habitación, ambos estaban en frente de una TV viendo el video que Valent les había enviado por correo. La castaña tenía en sus manos un bol lleno de palomitas, era la primera vez que lo veían su tercer día de luna de miel. De todo los lugares del mundo los dos escogieron solo uno, sencillo y tranquilo.
Un lugar cuyo nombre no quisieron revelar pero para los dos es muy significativo.
La castaña tenía su cabeza en el pecho del vigilante mientras comía palomitas y reía. El pecho de Nicolás vibraba cada vez que se reía.
-Ahora entiendo... porque... Fiore... no lo deja comer camarones.-dijo el vigilante en medio de risas, Tomas y Michael estaban riendo junto a los baños mientras la tía de Phoe entraba a esto con una cara de pocos amigos.
La próxima escena era sobre Inna, la asiática estaba cantando. Las risas de Phoe se hicieron más fuertes.- ¡Nada se va editar!-era la voz de Tomas.
-¿Esa es Anthea?-señalo Phoe la pantalla y Nicolás miro entre cerrando los ojos. En la imagen aparecía su hermana menor bailando con otro chico.-Bueno, te llamarán cuñado.
-Eso está por verse.-susurro serio el vigilante y Phoe se reincorporó para mirarlo con una pequeña sonrisa.-Veo que es usted un hermano sobre protector señor Dalton.
-Y usted una mujer muy bella señora Dalton.-susurro las últimas dos palabras. Phoe coloco su mano en la mejilla de él.
-Soy afortunada.-Nicolás ladeo la cabeza y la miro incitándola a que continuará.-Soy feliz, creo que no te dije mis votos...
-No hace falta, los puedo sentir.-dijo él besando su mejilla.-Una de las grandes ventajas de ser vigilante es sentir lo que tu sientes.
-¿Y que siento?-pregunto Phoe haciéndose la desentendida.
-Estás pérdida y locamente enamorada por mí.
-¡Pero que engreído!-Phoe tomo el bol de palomitas y lo vertió sobre ellos dos.-Así te ves mejor.-la castaña dejo el bol sobre una pequeña mesa que estaba en frente de ellos y tomo una palomita del cabello de Nicolás.-Creo que me gustan los engreídos.-susurro muy cerca de los labios de él.
-Creo que me gustas tú.-le respondió él y la beso.
Tres años después.
Los llantos de un bebé resonaban por toda la casa, Phoe mantenía en sus manos a la pequeña Dalia. Nicolás estaba junto a él intentando calmar el llanto pero ambos sabían que no iban a cesar rápidamente. La puerta de la casa se abrió dejando ver a una figura de cabello rubio, Sophie se acercó a ellos tres con una sonrisa.
-¿Puede cantarle?-pregunto Nicolás y la rubia asintió.
-Será un placer.-la voz de Sophie comenzó a recorrer toda la casa con una suave melodía, los ojos cafés de la niña dejaron de lloriquear y miraban atentamente a su madre, una pequeña sonrisa se plantó en los labios de la niña.
Lentamente se fueron cerrando los ojos, Phoe y Nicolás la miraron por más de unos minutos, estaban enamorados de la bebe de apenas solo cinco meses. Todo su mundo ahora giraba alrededor de la pequeña niña, era hermosa en todo lo que podía existir.
Sophie había dejado de cantar para admirar la vista, la vista era hermosa. Un cuadro realmente hermoso y sonrió al tocar su vientre estaba casi a punto de dar a luz.
Lentamente la castaña le paso con sumo cuidado la bebe al vigilante que la cargaba como si se fuera quebrar, Nicolás beso los labios de Phoe antes de marcharse con la bebé.
-¿Estás lista?-pregunto Sophie y Phoe asintió.
-¿Tía está afuera?-la rubia asintió.-Bien no la hagamos esperar.
Ambas salieron de la casa pero al cruzar el umbral de la puerta algo las de tuvo una voz... una voz clara y fuerte. Que las hizo fruncir el ceño y prestarle atención una vez más.
"Hermoso momentos que han vivido, nueva vida ha nacido y nacerá, pero la nueva vida también desgracia traerá. Una semidiosa nacerá, más fuerte que ocho musas reunidas. Más fuerte que el mismo Zeus. Una nueva profecía se ha alzado, una chica controlará lo que para cualquiera es imposible, su arma será el tiempo. Ascendencia del padre tiempo será y el tiempo controlará"
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Crystallize
Science FictionDos hermanas Dos Arcontes. Y un ejercito de Vigilantes. Ocho musas deseosas de poder. Pero sin la novena no son nada. Y es ahí cuando la historia se vuelve a repetir. Los secretos no fueron totalmente revelados y ahora ocho chicas de la época antig...