El nuevo

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Verona, Italia, 15:09 p.m.

Una tarde tranquila, el viento sopla lentamente por las calles no tan llenas del majestuoso lugar con pintorescas calles y casas, cerca de los canales de Fiume Adige camina un chico totalmente perdido y desorientado mirando a todo lo que lo rodea, las personas lo esquivan con facilidad. Una fuerte ráfaga de viento lo hace detenerse al sentir algo extraño en su pecho, lentamente el muchacho se voltea y se encuentra con una chica de cabello negro largo y ojos oscuros, la chica le sonríe y por alguna extraña razón él no le teme, lentamente ella se le acerca y lo mira lentamente.

-¿Cómo te llamas?-pregunta la chica de cabello negro y vestido del mismo color.

El muchacho abre su boca pero ningún nombre ni palabra sale de ella, la chica del cabello negro le vuelve a preguntar lo mismo.

-No lo sé.-responde él.

-Te llamas Colt.

El muchacho frunce el ceño.- ¿Colt?-repite para sí mismo y ella asiente lentamente.- ¿Me conoces, sabes quién soy y que hago aquí?-la muchacha vuelve asentir.

-Toma mi mano y te lo mostraré.-ella le extiende su mano y él la mira dudando.

-¿Cómo te llamas tú?-pregunta él.

-Toma mi mano y lo sabrás, te revelaré todo lo que quieres saber.-dudando el chico toma la mano de ella y cierra los ojos como instinto, miles de imágenes comienzan aparecer en su mente como si fueran escenas de películas.

Un nombre le llega susurrado a su mente, Haliana.

-Haliana.-ella asiente.

-Como abras visto, no eres un mortal. Eres un arconte, solo los arcontes nos llamamos por nuestro propio nombre a excepción de unos cuantos vigilantes. Pero solo nosotros podemos entenderlos cuando hablamos, somos inmortales. Y como ya sabes estamos a punto de entrar en una guerra a menos de que lo evitemos. Bienvenido a la corte de los doce arcontes Colt, yo soy Haliana, arconte suprema pero los mortales y vigilantes me llaman Megan. Deberías darte un nombre nuevo.

-Gabriel.-Megan le da un leve asentimiento y vuelve a extender su mano.

-Es hora de que seas presentado a la corte.-el nuevo arconte le da su mano y sin que nadie los note desparecen entre los mortales.

Azael cierra el último libro y lo baja para mirar seriamente a la chica que tiene en frente.-Tenemos que esconder esa esfera.

Sophie frunce el ceño y mira los libros que hay sobre la mesa.- ¿Por qué?

-Porque la esfera de cristal tiene tanto poder que podría traer almas sin vida de nuevo al mundo mortal, esta todo en estos libros Sophie. No fueron escritos por un arconte fueron escritos por Zeus en arcádico para que ningún mortal ni ser mitológico pudiera descubrir cómo usar su poder. La esfera se adueña de quien la posea y utilice hasta tomar control de todo su cuerpo y mente, no debe ser usada por ninguna musa, ni mucho menos por Phoe no la podemos traer de vuelta a Lagos.

-¿Puede revivir muertos?-vuelve a preguntar ella y el arconte asiente pero rápidamente niega.

-No puedes revivir muertos, la muerte es inevitable, si revives a alguien otra vida será arrebata. Es como una balanza tiene que estar equilibrada además se rompería una de las principales leyes de los arcontes y el castigo sería...

-Mi propio inframundo.-termina de decir la rubia y el arconte asiente.-Entiendo. No se puede usar el poder que lleva la esfera y ahora la vamos a dejar aquí porque...

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