24. Nuevo inicio.

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Era el primer día en el que Draco asistiría a un instituto muggle. A la morena le resultaba algo muy gracioso, ya que, al Draco de un año atrás le hubiera parecido una aberración.

El Malfoy menor se había encargado de hablar con Remus y Tonks, explicando que no tenía una casa por el momento, así que no tenía en dónde quedarse. Por lo que la pareja le ofreció vivir bajo su techo durante un tiempo, mientras buscaba un lugar en dónde vivir. Su cuarto sería el ático, pero lo decorarían para él. Draco aceptó agradecido.

Ahora, ambos jóvenes se encontraban en el comedor, junto a los amigos de Aria. Jessica no paraba de dedicarle miradas melosas al platinado, lo cual lograba ponerlo un tanto incómodo.

—¿Y qué te ha parecido esta escuela? —preguntó Angela de pronto.

Draco paró de masticar su almuerzo y miró a la chica. Esa acción hizo que Jessica soltará una risa coqueta. Aria golpeó el interior de su mejilla con su lengua, pues no iba a negar que le molestaba un poco la actitud de su amiga hacia su ex.

—Es mejor de lo que imaginaba —respondió Draco después de terminar de masticar su pan tostado, observando al redededor.

La morena sabía que él se refería más a los muggles que a la escuela en si.

—Me alegra que te guste —comentó Jessica, jugando con un mechón de su cabello, mientras seguía observando a Draco.

—No dije que me gustara —escupió el aludido, arqueando una ceja.

Aria, Angela y Eric intercambiaron miradas un poco incómodas, pues el tono en el que Draco había dicho eso no fue muy amable.

—Oh, pensé que te gustaba —dijo Jessica, rascando su cabeza.

—Pues te recomiendo que no pienses antes de tiempo por los demás.

Aria se puso de pie y tomó la muñeca de Draco para hacer que se pusiera de pie y cuando el lo hizo, le dijo a sus amigos que volverían en unos minutos. Al llegar a un rincón donde ninguno de ellos los vieran, soltó al chico y lo miró con severidad.

—¿Ahora que hice? —preguntó Draco, sin entender el comportamiento de su contraria.

—No puedes hablarle de esa manera a todo mundo —reprendió ella, cruzando los brazos.

Entonces Draco también se cruzó de brazos e hizo una mueca.

—No le he hablado de esa forma a todo mundo —objetó él —, sólo a ella.

Aria arrugó la frente y después sobó el puente de su nariz.

—¿Por qué le hablaste así?

—Porque no me agrada para nada —dijo Draco, como si nada.

VAMPIRES TALE | jasper h. & draco m.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora