VT | ❝Muchos magos y brujas desprecian mi sangre, mientras que ciertos vampiros desean beberla. ❞
La segunda guerra mágica ha comenzado. Aria al ser hija de muggles y prima de Hermione Granger corre el riesgo de ser asesinada por mortífagos. Sus ami...
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La encandilante luz de una pequeña linterna que el doctor pasaba por sus ojos le molestaba un poco. Llevaba mínimo tres minutos examinándola para asegurarse de que estuviera bien.
Ella no quería seguir en el hospital, no veía ningún caso. Lo único que tenía era un pie adolorido y un fuerte shock que no lograba desaparecer. La viva imaginen de Jasper y Edward frente a ella y Bella, frenando con sus manos el auto de Tyler era lo único en lo que podía pensar.
—Que suerte que lo único que salió lastimado fue tu pie —habló una gruesa y varonil voz, proveniente del médico que la atendía.
Aria levantó la mirada del blanco suelo y observó admirada al hombre que tenía frente a ella.
Era rubio, joven, extremadamente pálido, también tenía unos muy conocidos ojos dorados y ojeras en sus párpados bajos. Parecía un galán de películas para adolescentes, y si lo fuera, probablemente ganaría siempre el protagónico. Sus facciones sumamente definidas eran tan irreales. Era algo raro, pero le resultaban conocidas de una u otra forma.
Desde que había llegado al hospital había mantenido un perfil bajo, por lo que no se dió la tarea de prestarle atención al atractivo doctor.
—Soy el doctor Carlisle Cullen —dijo, ofreciendo su mano para estrecharla con la de la castaña.
¡Ahí tenía la respuesta!
Era un Cullen, así que el era el padre adoptivo de Jasper. Pero había algo raro en todo eso por que de verdad tenían un atrayente parecido, pero él no era su padre biológico, no tenía sus genes, no había ninguna gota de su ADN. Entonces, Aria se preguntó por qué razón se parecían.
¡Hasta tenían los mismos brillantes ojos dorados característicos de un Cullen!
—Aria Lupin —musitó ella, un poco incómoda por sus pensamientos.
Una cabellera rubia y rizada hizo su aparición. Jasper acababa de llegar y su entrecejo arrugado le hizo saber que se encontraba angustiado por su estado. Ella le sonrió para hacerle saber que estaba bien. El rubio se mantuvo en silencio y recargó su cuerpo sobre una camilla desocupada.
Carlisle lo miró por detrás de su hombro y rápidamente su atención volvió a la castaña.
—¿Tu padre es Remus Lupin? —indagó, sonriente. Aria asintió —. Tus padres son muy amables, los conozco gracias a qué tu madre vino aquí para hacerse un ultrasonido.
—No sabía eso —exactamente no tenía idea de que decir, la presencia de Jasper sólo causaba que sus nervios aumentaran.
—No te preocupes por eso, sólo ha venido una vez. Felicidades por tu nuevo hermanito.
