VT | ❝Muchos magos y brujas desprecian mi sangre, mientras que ciertos vampiros desean beberla. ❞
La segunda guerra mágica ha comenzado. Aria al ser hija de muggles y prima de Hermione Granger corre el riesgo de ser asesinada por mortífagos. Sus ami...
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Al llegar a casa de los Lupin, Aria y Draco subieron hasta la habitación de la morena para descansar y que tomara energía. Ambos se recostaron sobre la cama y durmieron unas cuantas horas hasta que escucharon un par de golpes en la puerta.
Draco se puso de pie y se encontró con Remus, quien les explicó que tenían visitas, así que con pesar, despertó a Aria y le indicó que tenían que bajar a la sala de estar porque alguien los esperaba. Extrañada y aún somnolienta, bajó tomada de la mano de su novio.
La pareja paró en seco al ver de quiénes se trataba. Ninguno de los dos pudo haber imaginado que los Cullen y Jacob los estarían esperando. Jasper los miraba atentamente y Aria por instinto se aferró al brazo de Draco.
—Hola —los saludó Carlisle, cordialmente.
—Hola —Aria devolvió el gesto, extrañada —. Perdón, no quiero sonar grosera, pero no entiendo que es lo que hacen aquí.
El mayor del clan rió y negó con la cabeza.
—No te preocupes —le restó importancia —, yo también me preguntaría lo mismo si viera una familia de vampiros y a un hombre lobo en la sala de mi casa. Claro, si fuera humano.
Ahora fue el turno de Aria para reír. La verdad es que escuchar que su amigo era un hombre lobo no la sorprendió, pues una vez escuchó cuando Bella lo dijo al momento que intentaba contactarse con él por teléfono. A Draco tampoco pareció sorprenderle, pues él también venía del mundo mágico y por lo tanto ya tenía el conocimiento, además, Remus era un licantropo. No era lo mismo, pero sí era un poco similar.
—¿Sucede algo malo? —Draco no pudo evitar preguntarlo y por primera vez ignoró al vampiro rubio que no dejaba de observarlos.
—Lamento informarles que esta vez sí ocurrió algo muy malo —murmuró Carlisle —, pero Alice y Jacob se encargarán de explicarles, mientras tanto yo se lo explicaré a Remus y Nym.
Narcissa entendió que ese no era un tema de su incumben y salió de la sala junto a Teddy. El bebé se encontraba plenamente dormido.
Sin esperar más tiempo, Aria guió a todos hasta su habitación para que le dijeran de una buena vez que era lo que estaba sucediendo.
Cuando entraron, Alice no perdió el tiempo y corrió hasta donde la morena y sobó su abdomen.
—Aún no lo puedo creer, Aria —chilló emocionada —. Tendrás un bebé.
La aludida pudo notar por el rabillo del ojo como Jasper se removía incómodo.
—No la molestes, Alice —dijo Rosalie, acercándose a ella, para proceder a darle un abrazo —. Estoy muy feliz por tí, ya quiero que nazca.
—Cariño, sólo tiene tres semanas —Emmett rió y sobó los hombros de su pareja —. Por cierto, muchas felicidades.
El vampiro también procedió a brindarle un abrazo. Aria sonrió.
