VT | ❝Muchos magos y brujas desprecian mi sangre, mientras que ciertos vampiros desean beberla. ❞
La segunda guerra mágica ha comenzado. Aria al ser hija de muggles y prima de Hermione Granger corre el riesgo de ser asesinada por mortífagos. Sus ami...
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Jasper caminaba por el bosque en busca de una presa no humana para saciar su sed. Sus nuevas normas de vida consistían en no consumir sangre humana, lo cual era algo nuevo para él, por lo tanto le era difícil mantenerse al márgen, pero hacía lo posible por esforzarse.
Estudiar en una escuela repleta de humanos llenos de sangre no ayudaba mucho. Por esa razón evitaba el contacto con otros que no fueran sus hermanos. Alice era de mucha ayuda para él, por qué siempre lo distraía con conversaciones e historias. Ella era su hermana favorita.
Gracias a su buen sentido del oído, escuchó un breve movimiento entre los arbustos a larga distancia. Corrió hasta el lugar de donde prevenía el sonido, esperanzado de encontrar a algún animal para poder alimentarse. Sin embargo, vaya grata sorpresa que se llevó al ver qué era un lobo. Puso los ojos en blanco, hastiado.
Algo raro llamó su atención, el lobo miraba en una dirección en específico y daba pasos hacía atrás, intentando esconderse detrás de un tronco. No entendía por qué lo hacía.
—No tengas miedo —dijo de pronto una delicada voz.
Jasper se acercó sigilosamente para mantenerse desapercibido y que no se percataran de su presencia, aún que sabía que el lobo si lo olería.
Entre la neblina pudo divisar la figura de una persona que se levantaba del suelo y hacia lo posible por acercarse al animal.
Sintió su miedo, así como también sintió su curiosidad por ver al lobo de cerca por qué pensaba que tal vez no volviera a tener la oportunidad de ver a uno a tan corta distancia.
El animal comenzó a gruñir, provocando que esa persona retrocediera unos pasos. Y fue ahí cuando pudo ver bien, era una chica morena y de cabellera castaña. ¿Cómo era posible que no la oliera a ella pero sí al pulgoso lobo?
Su apariencia no era muy buena ya que parecía estár lastimada por qué tenía un moretón en la mandíbula, llevaba puesto un uniforme repleto de tierra, su cabello estaba desordenado, y en su brazo habían unas marcas de una herida y era extremadamente delgada. Daba la impresión de que acababa de salir de una guerra.
Un segundo gruñido lo hizo volver de su ensoñación. Entonces se dió cuenta de que el lobo le gruñía a él, no a la chica. Ella con un poco de dificultad se giró en dirección a donde miraba el lobo, y en ese instante sus miradas chocaron, causando que Jasper quedara completamente anonadado.
En sus ciento setenta y siete años de vida, jamás había tenido la fortuna de ver unos ojos tan bellos, estaba maravillado con la belleza esa chica. A pesar de que su cabello estaba desordenado, se veía increíblemente hermosa, sus pestañas muy largas eran unas finas cortinas de seda, su piel color canela era exquisita. Todo en ella era perfecto. Lamentablemente no podía distinguir su aroma, el lobo opacaba su olfato.
