VT | ❝Muchos magos y brujas desprecian mi sangre, mientras que ciertos vampiros desean beberla. ❞
La segunda guerra mágica ha comenzado. Aria al ser hija de muggles y prima de Hermione Granger corre el riesgo de ser asesinada por mortífagos. Sus ami...
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Quinto año.
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El tiempo pasó con suma rapidez y el torneo de los tres magos finalizó de la peor manera. Cedric Diggory, su amigo, había sido asesinado por Voldemort. Fue algo terrible ver como Amos Diggory lloraba y gritaba al lado del cadáver de su hijo.
Y para finalizar el año, resultó que el profesor Moody en realidad era Barty Crouch Jr, que había tomado una poción multijuegos para hacerse pasar por el primero y así poner el nombre de Harry en el cáliz para encaminarlo hasta la final del torneo y, así tomar su sangre para que el señor tenebroso regresara.
Dejando de lado todo lo malo, Draco pasó gran parte de las vacaciones junto a ella y sus padres. El platinado le había mentido a sus padres, diciéndoles que se quedaría en casa de su amigo Blaise y así le dieran el permiso.
Durante esos días, le había llegado una carta de Hermione, una Fred y otra de Dumbledore. Lo cual la preocupaba por lo que decían.
—Todo es tan extraño —dijo Aria de pronto. Su cabeza estaba recargada en el pecho de Draco. Ambos se encontraban en el patio trasero recargados en el tronco de un árbol —. Hermione y Fred me comentaron en una carta que nos veríamos pronto y, ahora Dumbledore me dice que pasarán por mí en un mes. ¿Quiénes, ¿todo esto se tratará de una sola cosa o es simple coincidencia?
—Lamento decirte que no tengo la respuesta —comentó él platinado, pasando sus manos por el cabello de su novia.
—Lo siento —se disculpó apenada.
—¿Por qué lo sientes? —preguntó Draco, ceñudo. Seguía acariciando su cabello con lentitud, como si fuera algún objetivo muy frágil.
—Por sólo hablar de ese tema, es algo de lo que no debería hablar ahora, estoy un poco agobiada pero no interesa ahora.
—Aria —la llamó Draco. Se reincorporó y tomó ambas manos de la morena —. No me molesta, no hay nada más que me encante que oír tu dulce voz. Cada cosa que dices me interesa, así sea algo que tenga que ver con el clima.
En ese mismo instante, Aria sintió como algo en su estómago volvía revolotear. Se sintió tan agradecida de tener a Draco.
—Eres tan lindo —musitó con voz dulce.
Acarició la mejilla del chico y plantó un tierno beso.Ambos sonrieron llenos de felicidad y se fundieron en un cálido abrazo.
Era una tarde soleada y calurosa de Julio, el escaso viento que se hacía presente, era mucho más caliente que las llamas de la chimenea de la sala común de Hufflepuff. Cuando este se estampaba en el rostro de la morena, podía sentir como si le echaran las brasas de una parrilla o de una fogata.
