VT | ❝Muchos magos y brujas desprecian mi sangre, mientras que ciertos vampiros desean beberla. ❞
La segunda guerra mágica ha comenzado. Aria al ser hija de muggles y prima de Hermione Granger corre el riesgo de ser asesinada por mortífagos. Sus ami...
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Con el regreso de los Cullen, las cosas cambiaron un poco, sin embargo, Aria estaba encantada con la actitud de Draco, pues nunca se mostró inseguro ante la presencia de Jasper. Ella en algunas ocasiones si sentía un poco tensión cuando lo miraba, pero no la suficiente para incomodarla. Amaba a Draco y nada la haría cambiar de parecer.
Por otra parte, Bella y Edward volvieron y a lo que la pelinegra le contó, Charlie no estaba muy contento. Ella tampoco lo estaba tanto, ya que presenció una vez como su amiga intentó acabar con su vida por el abandono del cobrizo, pero no era nadie para entrometerse en sus vidas, además, Bella era muy terca y no lo dejaría.
Era una especie de obsesión que tenían el uno por el otro, lo cual era algo aterrador, Draco solía decir que era una relación un tanto tóxica y ella estaba de acuerdo, ya que Bella siempre se mostraba más interesada en ser convertida en una inmortal, que en el mismo Edward, que era su pareja.
Era la hora del almuerzo y todos se encontraban en la cafetería mientras conversaban sobre el discurso que Jessica daría en la graduación. La aludida no hablaba mucho con Aria porque sabía que lo que había hecho estaba mal y que la morena se sentía traicionada porque había escuchado como habló mal de ella, no obstante, poco a poco fue acercándose a pata ganarse de nuevo su amistad. Draco de vez en cuando le dedicaba miradas de resentimiento.
Poco después, Bella y Edward tomaron asiento junto a ellos y los saludaron. Draco desorbitó los ojos cuando vió al vampiro y la morena sabía la razón, el parecido que tenía con Cedric era tan irreal y aterrador. No lo culpaba, ella en su momento también había reaccionado algo parecido, con la diferencia de que estaba totalmente aterrada y lo evitaba todo el tiempo que pudiera.
Jessica y Mike seguían discutiendo sobre el discurso, pero todos rieron cuando la castaña le lanzó una bola de papel al chico en el rostro. Aria pensaba constantemente al verlos, que sí la castaña no fuera tan envidiosa y egocéntrica y que sí el rubio no fuera un coqueto con todas las chicas que le parecieran guapas, serían una buena pareja.
—Y es por eso que yo no daré ningún discurso —habló Aria, riendo, cuando terminó de escuchar a sus amigos —. Además del cliché, que por supuesto no me agrada, me pongo nerviosa cuando muchas personas me ven.
—Se traba al hablar —agregó Draco, divertido.
Todos volvieron a reír.
—Creo que eso nos pasa a la mayoría —terció Eric, soltando una carcajada.
De pronto, Alice y Jasper se acercaron a ellos y también tomaron asiento en a su lado, en las sillas que estaban libres. Draco golpeó el interior de su mejilla con su lengua mientras que le dedicaba una mirada fulminante al vampiro rubio. Al parecer, todos se percataron de su acción porque se mantuvieron en silencio, pues no era nada nuevo saber que los dos chicos no se llevaban bien y las razones eran más claras que el agua.
