Narra Hailee
Me había quedado perpleja. ¿En qué mundo esos ojos serían comparados con otros? me quedé analizando su rostro.
No estaba segura de si mi corazón había sentido lo que en este momento siente. Una felicidad que esperaba atesorar conmigo por siempre, porque me permitía respirar. Incluso me permitía morir, ya que era imposible no sentir cómo el corazón se salía de su faz por los miles de latidos que este lanzaba.
Sin querer había colocado una mano en mi pecho, para calmar mi respiración.
Mis pómulos dolían de tanto sonreír.—¿Por cuánto más te quedarás observándome?—su risita me puso la piel de gallina—Tierra llamando a Haiz—sacudió su mano frente a mí.
—Oh, lo siento—me sonrojé al volver a la realidad—¿Me decías?—me acomodé para darle señal de atención.
—¿Te quedarás a dormir?—se rascó la nuca y yo tragué saliva—Te prometo que descansaremos temprano, y mañana me encargo de llevarte—recosté mi cabeza en su regazo—Serás atendida tal y como lo mereces, princesa—acariciaba mi cabello y hundía sus dedos en mi cabeza, provocándome adormecimiento.
—Niall—suspiré—Últimamente no hemos tenido este tiempo de oportunidades. Siento que te he echado mucho de menos. Por eso, voy a avisar a Laura que llegaré media hora más tarde—esta vez su dedo pulgar descendió a mi rostro, en el cual dibujaba pequeños círculos—Haremos todo lo que tú quieras—su movimiento se detuvo.
—¿Todo?—susurró cerca de mi oído y me paralicé.
—S-sí—respiré con dificultad.
Haber hecho el amor con Niall no se daba de manera continua. Nuestros horarios eran muy distintos y agitados, así que este tipo de encuentros se habían dado cinco veces contadas, teniendo en cuenta que estaban por cumplirse seis meses desde que estábamos saliendo. Tal vez era poco, o tal vez estaba bien.
Lo que quiero decir es que cuando esto ocurría, me quedaba tan perdida dentro de mí. Además de sentirme nerviosa y de quedar con un poco de dolor físico, sentía que no sería un tema de conversación, ni siquiera con mi madre. Sin embargo, Sophie, mi mejor amiga, me insistió a partir de mis misteriosos movimientos. Creía que me encontraba enferma, pero era otra la realidad.—Entonces dime, Haiz—se tumbó sobre mi cama—¿Qué te trae tan extraña? Últimamente no te veo tan risueña, y tú sueles reírte por casi todo—me tumbé a su lado.
—Es Niall—se volteó a mirarme con brusquedad.
—¿Qué te hizo ese hijo de puta?—rodé mis ojos.
—Nada—suspiré—Bueno, de hecho sí—podía jurar que el rostro de mi amiga era del mismo color que su pelirroja cabellera—Hicimos el amor—se quedó en silencio, pero era un silencio de "no me sorprende"—¿Sí me oíste?—asintió.
—¿No te gustó?—se burló.
—No es eso—volví a mirar el techo de mi habitación—Es solo que no pensé que sería así...—coloqué mis manos sobre mi rostro—Me da mucha vergüenza decirlo—comencé a sollozar.
—Tranquila—entrelazó nuestros brazos y apoyó su cabeza sobre mi hombro—Él ha sido tu primera vez, por lo que es completamente normal que te sientas así—acarició mis manos y las regresó a su lugar—Luego no querrás parar—me sonrojé.
Recuerdo bien el haber estado ansiosa por cambiar de tema. No me sentía cómoda hablando de aquello, sentía náuseas.
Hasta el día de hoy me ponía de la misma forma, y Sophie lo tenía en cuenta. Era la única que estaba al tanto. Incluso me llegó a cuestionar. Me preguntó si "de casualidad" no era asexual. Fue de las pocas veces que logré reír en medio de aquel tema.
Y quiero ser clara con ustedes. Yo como ser humano, era presa de los estímulos. Obviamente me excitaba, me gustaba el momento en que tenía relaciones con mi novio, pero al día siguiente, por alguna razón me sentía avergonzada. Esperé a que solo sea un sentimiento de primera vez, pero a la tercera comencé a inundarme la cabeza de dudas.
Llegué a la conclusión que era por el mismo hecho de vernos con irregularidad.
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Afterlife
RomanceSeason two: Open me carefully... ❗️: no abrir si aún no lees la primera temporada.