Narrador omnisciente
Un mes después, se logró el lanzamiento de la serie. Dickinson comenzó a ganar popularidad en su campo. La fiebre adolescente se elevaba hasta por aquellos que en su momento consumieron literatura de la poeta y podían disfrutar de más contenido a través de una pantalla. El museo en Amherst recobró su relevancia. Una ganancia que benefició, no solo a los actores y productores, sino que a muchas librerías, bibliotecas, museos, escuelas, repositorios, entre otros. El interés por conocer a Emily Dickinson era casi casi una moda, hasta que los aficionados de la poesía o la literatura romántica como tal, se vieron atrapados por el misterio de aquella mujer tan extraña y descomunal.
Por otro lado, la popularidad benefició a la carrera artística de Steinfeld, pero también llamó la atención el desenvolvimiento y la belleza de Ella. Ambas, junto con el elenco, eran el blanco de constantes llamadas para realizar entrevistas a la televisión, radio y canales de transmisión.
Nada podía salir mejor si lo pensaban. Poco a poco las situaciones se ordenaban y cobraban sentido. El fruto de su trabajo, comenzaba a surgir, de manera que lo vivido parecía lejano.—Cuéntennos, chicos. ¿Cómo les está sentando esta avalancha de popularidad?—fue una de las tantas entrevistas que tuvieron lugar durante esos meses.
—Creo que a todos nos afecta menos a Haiz—Adrian comentó divertido.
—¡Hey!—la castaña contestó de la misma forma.
—Pero ya poniéndonos serios, creo que ha sido un gran paso para la mayoría. No diría solo que es un trampolín para nuevas experiencias, aunque en definitiva lo está haciendo, en lo personal, se trata de una meta muy grande que alcancé—los cuatro jóvenes asintieron.
—Pienso lo mismo. Me siento muy afortunada de haber llegado hasta aquí. Desde el día en que mi agencia me llamó para la audición, no pude estar más que feliz, pues es la productora más grande con la que he trabajado hasta el momento—Anna agregó emocionada.
—¿Qué piensas tú, Ella?—la menor sentía unos nervios increíbles que se mezclaban con emoción. A la vez, tener a Steinfeld a su lado, no era lo más sencillo del planeta.
—No importa si esto suena a cliché, pero ahora entiendo el famoso "soñar despierto". Siento que es una realidad que no me pertenece, pero que por alguna razón la vida me está permitiendo atravesar—y le fue inevitable pensar que una de las bonitas consecuencias, y la mejor fue el reencontrarse con el amor de su vida.
—Y no es para menos—la entrevistadora había empezado suave—¿Cómo es Hailee en el set?—todos la miraron entre risas y bromas que los cuatro únicamente entendían.
—Ella es muy tímida—respondió Adrian con sarcasmo.
—De hecho, es un ser precioso. Solo que Adrian no sabe cómo decirlo y hace bromas—Anna atacó en esa misma línea de broma entre hermanos.
—¿Qué hay de ti, Ella? ¿Qué puedes decir de tu preciosa compañera?—y los celos no tardaron en aparecer, una vez que la entrevistadora comenzó a tomar confianza y de manera disimulada, le lanzaba miraditas a su novia.
—Sí, también pienso que es preciosa. Ella es muy atenta y—volteó a mirarla como si no le costara derretirse frente a televisión nacional, pero debía disimular y actuar como su amiga—El ambiente es muy acogedor y cálido a su lado. Ella es un amor de persona—por otro lado, Hailee no podía esconder esa sonrisa de enamorada al oír las palabras de su chica.
—Gracias—esbozó con una risita—Todos ellos son fantásticos, no hay duda—la actriz agregó.
—Apenas el material llegó a sus manos, los fans no han dejado de hablar de la química entre ustedes dos. ¿Qué pueden decirnos de eso?—la entrevista comenzaba a calentarse, pero les era divertidísimo. Sin embargo, los managers se miraban entre sí. Menos mal se encontraban detrás de las cámaras, y no les quedaba más que confiar en las respuestas que suponen deben contestar.
ESTÁS LEYENDO
Afterlife
RomanceSeason two: Open me carefully... ❗️: no abrir si aún no lees la primera temporada.