Narra Ella
Si bien es cierto, mis ánimos habían decaído, no estaba lista para rendirme. No había dejado todo para venir hasta acá y luego verme en una situación en que me dejaba ganar.
Me costaba levantarme por las mañanas, porque la noche anterior había sido un desvelo gracias a mis pensamientos, pero ahí estaba, dando lo mejor de mí.Evitaba a toda costa tener que estar a solas con James. No soportaría tener que aguantarle su palabreo y que se sobrepase conmigo. Simplemente lo veía de lejos, y para mi mala suerte, siempre terminábamos chocando las miradas. Él me veía hasta el punto en que yo me sintiese muy abrumada. Me sonreía como si nada, como si fuese el hombre más sincero y galán de este planeta; sin embargo era todo lo contrario.
El verdadero príncipe resultó ser Thomas. Sí, no todo iba mal, y aunque muchas veces actué a la defensiva, él se presentó muy sincero y paciente. Así que pude ir sintiéndome más cómoda con su presencia, hasta el punto de hablar por teléfono casi todos los días. Era alguien bastante entretenido e interesante. El uso de sus palabras era impecable.
Aún no quería aceptar que me estaba llevando muy bien con él. Aún no quería abrir mi corazón completamente porque había una gran posibilidad de que todos estos hombres de vestimenta casual, pero con etiquetas de más de mil dólares por prenda, eran todos iguales. Iría a paso lento.—Me comentó Jason que te conoció. El chico ha quedado maravillado contigo después de haberte visto solo una vez—alcé mi vista mostrando incertidumbre—En el buen sentido, Ella. Me refiero a tu talento—sonreí tranquila.
—Ya veo—asentí terminando de organizar algunas hojas que estaban dispersas en mi mesa.
—Pero eres una bella joven—tragué en seco después de intentar ocultar mi rostro nervioso—Eso no está mal, ¿o sí? es algo que tú misma debes saberlo y con gusto aceptarlo—por alguna razón sus palabras no eran toscas ni malintencionadas como las de James.
—Gracias—dije con las mejillas encendidas—Por otro lado, no me puedo creer que sea productor de esta chica... Hailee—mencioné.
—Oh, claro que sí—sonrió animado—Puede que muy pronto la conozcas. Estoy seguro que en algún momento se han cruzado, pero no te diste cuenta—alcé mis hombros restándole importancia.
—Tal vez su agenda está muy llena, de igual manera mi memoria, por lo que no podría recordarlo—le saqué una pequeña risa que fue muy agradable a mis oídos.
—¿Almorzaste ya?—otro detalle: era muy preocupado. Él decía que le gustaba estar al pendiente de aquellos que le agradaban. He de suponer que yo me había sumado a su lista.
—Lo hice, Thomas—le di una palmadita en el hombro—¿Qué hay de ti?—asintió.
—Sé que andas muy ocupada, pero me gustaría hablarte sobre unos temas, porque siento que ha llegado el momento—me senté sobre una de las sillas en la sala, no quería que las piernas me fallen—He hablado con James y accedió—ese nombre me daba dolor de estómago—¿Te parecería hoy a la noche?—me quedé unos segundos en silencio.
—Claro, ¿en dónde exactamente?—tomé mi teléfono.
—Iremos a cenar pasta. Y tranquila, yo pasaré por ti—me quedé viéndole con poco disimulo de mi sorpresa—¿Estás bien con eso?—asentí repetidas veces—Solo sería cuestión de obtener tu dirección, o en todo caso te recojo en algún punto por si no te sientes có—
—Te la acaba de enviar por mensaje de texto—estaba siendo tan cuidadoso que ya me había dejado de preocupar. Este chico sí era de fiar.
—Oh, bien—sonrió—Hablamos entonces—guardó sus pertenencias—Me avisas si cambias de opinión—cerró su mochila y sacudió su mano en despedida.
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Afterlife
RomanceSeason two: Open me carefully... ❗️: no abrir si aún no lees la primera temporada.