Narrador omnisciente
La atmósfera era, notoriamente, distinta y muy agradable. Por fin, ambas jovenes, podían compartir sin la necesidad de habitar tensiones o contiendas.
Además, aquellos terceros que estaban al tanto de la situación, fueron esclarecidos con la reconciliación que ambas habían tenido. Sin embargo, Alena sabía que existía un nivel de intensidad y cariño superior al anterior, y sin necesidad de preguntar, solo era cuestión de mirarles un poco.
Por su parte, Hailee y Ella decidieron caminar cada paso con paciencia y confianza en lo que el destino les deparaba, ya que no querían verse nuevamente envueltas en una situación de enojo y resentimiento. Aún así, a veces era inevitable el no besarse a escondidas o decirse cosas bastante románticas, pero cuidaban su comportamiento frente al resto.—Hey, dormilona, ¿cuándo piensas levantarte?—Ella se había escabullido a la habitación de Hailee.
Anna acostumbraba a salir una hora antes de empezar la jornada para poder caminar y meditar. Por ello, era la oportunidad perfecta.—Mmm—se removió la mayor y cubrió su rostro con las sábanas.
—Haiz...—canturreó la menor—La alarma es muy molesta, por lo que quise apagarla y despertarte yo—esta vez, Hailee se escondió en el pecho de Ella y continuó durmiendo—Oye—le dio besos en la coronilla de su cabeza.
—Debería poder quedarme aquí por siempre, contigo—abrió sus ojos con cuidado, porque el sol ya radiaba sin permiso.
—Que preciosos son tus ojos—Ella estaba bastante embobada como para poder seguir hablando después de tenerla tan cerca.
Hailee levantó su rostro y comenzó a repartir besos por la mandíbula de Ella, quien al inicio no pudo evitar soltar un par de risas por la sensación de cosquilleo. Subió hasta sus labios y de manera progresiva, sus cuerpos comenzaban a tomar calor.
Hailee se complacía con la suavidad del rostro de su contraria, y esta le dejaba caricias en la espalda, hasta llegar a su cintura.
Entre suspiros y jadeos involuntarios, Ella no se percató que el cuerpo de la mayor estaba sobre el suyo. Hailee no traía una camiseta de dormir, solo sujetador y el pantalón de pijama, así que al momento de remover su propia camisa, sintió que ambas pieles hicieron contacto y lanzó un sonoro gemido.
La mayor terminó de levantar la molesta tela y por fin ambos torsos chocaban y provocaban nuevas sensaciones. Sin querer, una de las rodillas de Hailee, se interpuso en el centro de Ella.—H-Haiz—casi volvía a gemir—Es mejor que nos detengamos—intentaba respirar.
—S-Sí, l-lo siento—se regresó a su lado.
Casi que sus pensamientos eran similares, porque, qué hubiese pasado si...
Realmente no eran nada más que dos amigas que se besaban y expresaban su amor por la otra, pero formalizarlo iba a ser muy apresurado también.—Creo que aún debemos darnos, mmm... tal vez un tiempo para seguir conociéndonos en este aspecto—la menor rompió el silencio.
—Y no te contradigo—suspiró—Pero creo que mi cuerpo ha comenzado a reaccionar—Ella se puso roja—Pero, pero—detuvo rápidamente Hailee al darse cuenta de sus palabras—Mantendré mi distancia en momentos así, para que ninguna se equivoque—Entrelazaron sus manos—¿Ya te dije que eres muy bonita?—
—Shh—esta vez, Ella se escondió entre el espacio que dejaba el cuello y el hombro de Hailee.
—Ay, bueno, ¡que no se vale!—la mayor comenzó a hacerle cosquillas, porque ahora Ella era la que comenzaba a adormecerse.
—¡Bebé!—sí, Ella había soltado sin querer, de la manera más cursi y dulce posible, al no aguantarse más la risa.
Hailee se quedó estática en su propio lugar.
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Afterlife
RomanceSeason two: Open me carefully... ❗️: no abrir si aún no lees la primera temporada.