you're my story (Draco Malfoy)

4

⚜️

—Leah...

Cuando la chica se giró para mirar a Harry, este se encontraba con Ron y Hermione a su lado. Como si fueran sus secuaces.
—¿Si?

El azabache miró al pelirrojo el cual se encogió de hombros seguido de Hermione la cual rodó los ojos. Como nadie decía nada, la castaña se antepuso y tomó la iniciativa de hablar con ella.
—Solo queremos decirte que, aunque hayas quedado en Slytherin puedes venir con nosotros.— explicó esta.

—Como si estar en Slytherin fuera malo.— respondió la chica sin perder la compostura.— No os he pedido nada pero gracias por la preocupación de todos modos.

—Se que estarás sola, no es que seas muy sociable, por eso quiero que estés con nosotros.— interrumpió Harry ahora enfrentándose a su hermana.— No quiero alejarme de ti, sabes. No quiero que esto nos aleje.

—Cuando dices "esto" ¿a que te refieres exactamente?— le preguntó ella ahora sin entender nada.

—Si se junta con el grupito de Malfoy te será muy difícil estar con nosotros, ellos son crueles y si eres amigo de ellos, te convertirás en uno igual.— murmuró Ron ganándose una mala mirada de Leah.
—No necesito vuestra ayuda, en serio, no os preocupéis por mi.— cortó con el tema queriéndose ir de allí.

—Desde cuando eres tan, ¿tonta?— le preguntó el azabache.— Hago esto porque somos familia y no quiero que estes sola.
—Pues no te esfuerces, no necesito tu ayuda, de todas formas no me vas a dejar de hablar por que hayamos quedado en casas diferentes, ¿o si?— le dijo ahora ella perdiendo la paciencia, y sacando todo lo que se había estado guardando hace mucho.

Ron iba a entrometerse de nuevo pero Hermione, quien había entendido que era una discusión entre hermanos le avisó a tiempo para que se callara.
—No me manipules, Leah, entiende que el grupo ese es... malo. No estoy diciendo que tu lo seas, pero...

—Oh, por favor, los acabo de conocer, además, lo mismo podría decir del tuyo. En serio, no entiendo porque me estás diciendo esto cuando está claro que lo que haga o no, a ti nunca te ha importado.— le interrumpió, molestando cada vez más a Harry.

Dumbledore quien no se perdía de vista nada, escuchaba con atención las palabras de cada uno y quien diría que fueran hermanos, eran tan distintos...
—Albus...— empezó a decirle Snape, queriendo parar la discusión entre ellos.

—No. Cada cosa a su tiempo Severus. Además, solo son niños.— dijo este antes de que el profesor de pociones terminara de hablar.

—Mamá y papá estarían decepcionados de ti.— empezó a decir el azabache con voz dolida.
—¿Y qué? No están aquí para verlo.— respondió impulsivamente está sorprendiendo al azabache.

Harry miró al suelo y se fue seguido de Ron y Hermione en dirección a su sala común dejando a Leah sola.
—Genial.— murmuró mientras caminaba hacia la suya ahora algo triste.

—Bravo. Te has enfrentado a tu hermanito. Quien lo diría.— dijo una voz de repente detrás suyo.

La sala común de Slytherin estaba vacía y Leah sintió un escalofrío al pensar que era peligroso estar ahí a esas horas. Al girarse se encontró con Draco mirándola fijamente.
—¿Y a ti no te han enseñado que escuchar conversaciones privadas es de mala educación?— se excusó ella sin querer hablar del tema.

El platinado soltó una risa sarcástica.
—Solo estaba ahí por si necesitabas ayuda pero veo que lo has llevado genial, lo has destrozado con lo que has dicho de vuestros padres.— comentó este de manera de burla.

Y Leah no entendía a que venia eso. Miró de manera desconfiada al chico y tragó hondo.
—Wow, ¿es que has visto la cara que se le ha quedado? Ya se con que puedo molestarlo a la
próxima.— siguió diciendo este.

—Me he pasado, no tendría que haberlo dicho.— murmuró ahora llevando sus ojos al suelo.

El platinado no dijo nada en ese momento, ahora solo la observaba, y en ese períodos corto de tiempo, Leah entendió que no iba a dejar pasar eso que le habían advertido los leones anteriormente. Miró a Draco con cierta molestia.
—No quiero que le digas nada a él, ¿entendido?— dijo ahora con rabia en la voz.

Eso sin duda tomó desprevenido a Draco el cual no iba a dejar ser pisoteado por una niña. Se encaró a Leah y la miró de manera burlona.
—Y si no, ¿qué?— dijo retándola con una media sonrisa.

La chica se acercó amenazante a él quedando a una corta distancia algo amenazante, para ser claros, eran de la misma altura. Eso le facilitaban las cosas a ella.
—Como te escuche decirle algo a mi hermano o a mi de mis padres te juro que haré que Hogwarts para ti sea un infierno. ¿Entendido?— habló ella ahora casi en susurro.

—A mi nadie me dice que puedo o no hacer, Potter.— respondió este ahora molesto.
—Créeme que querrás hacerme caso, Malfoy.— le avisó está ahora sonriendo satisfecha.

¿Por qué de repente Leah mostraba mucha más seguridad y superioridad? Draco se preguntaba eso mientras retrocedía con cierta arrogancia.
—No eres más que una sucia traidora.— soltó al no saber que más decirle.

—Oh vamos, unos insultos tontos no van a hacerme sentir mal.— le dijo esta finalmente yéndose a su habitación y dejando al platinado con la palabra en la boca.

Blaise quien se encontraba estirado en su nuevo cuarto, vio como Draco entraba hecho una fiera.
—¿Donde estabas? Pensaba que te había perdido yendo al baño.— habló sin mucho interés.

Eso cambió cuando el chico se estiró en su cama de barriga y empezó a gritarle al cojín.
—Umm... ¿Draco?

El platinado paró de gritar y se tranquilizó en unos dos segundos. Miró a su amigo y levantó las cejas en forma de respuesta.
—¿Va todo bien?— siguió preguntándole el moreno.

—Oh... claro. Va genial, todo va genial.— respondió ahora este mientras se quitaba su túnica.— Esa Potter no sabe con quien se ha metido.
—¿Leah?— preguntó Blaise.
—La única que vas a conocer Zabini.— mencionó esté rodando los ojos.

Si, la única Leah que en ese instante abría la puerta de su nuevo cuarto y veía como una rubia y Pansy peleaban por tener la cama más bonita.
—¡Yo me la había pedido primera!— dijo la peli negra.— ¡No se vale!
—Oh Pansy, ¡eso da igual!— decía la otra.

La Potter suspiró y se estiró en una de las camas restantes, cerró sus ojos y pensó en su hermano. ¿Que estaría haciendo ahora? ¿Seguiría devastado por lo que le dijo sobre sus padres antes? ¿Seguiría enfadado?