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—¿Puedes irte? Me molesta tu presencia... y la tuya, y sobretodo la tuya.

—Resulta que no me da la gana.

—Cállate troll. Nadie te ha pedido que opines.

—¡Apartar! Estamos hablando de mi hermana.

—Si, de la que no te preocupas nunca.

—La misma de la que te has reído hace unos días.

Harry rodó los ojos y fue al lado de Leah la cual seguía inconsciente en la camilla.

La chica se había caído y pero suerte que Remus Lupin pudo conjurar un hechizo que alentara la caída de esta por lo que no había sufrido tantos daños.
—Sigue igual, ¿verdad?— preguntó muy preocupado Theo.— Sabía que era una mala idea que jugara...

—No le obligó nadie a hacerlo.— repuso Draco intentando permanecer frío. No quería crear rumores ni bajar su imagen por lo que se encontraba apoyado en la puerta.

—No le dejamos opción, tampoco.— murmuró con culpa, la peli negra la cual no había soltado la mano de su amiga.
—Nadie tiene la culpa, ¿vale?— trató de decir Blaise calmando el ambiente.

—Oh, claro que si. ¡Me ha roto mi escoba! Ahora está destrozada... tendré que pedirle a mi padre otra.— siguió quejándose este.
—Draco. Basta.— le paró Daphne.

El platinado negó, antes de irse miró de nuevo a la chica comprobando que seguía inconsciente y se marchó de allí sin decir nada más dejando un suspiro de parte de los leones los cuales no soportaban más sus comentarios.

Pero lo que nadie sabía era que Leah en verdad si que estaba consciente, si estaba escuchando todo. Simplemente le daba pereza abrir los ojos.

—Sin ofender, ¿que hacéis vosotros aquí?— preguntó de nuevo Daphne a la castaña y al pelirrojo.
—Están conmigo.— respondió algo molesto.

—No, la señorita Greengrass tiene razón. Leah necesita paz, la mínima gente posible, necesita descansar...— mencionó la enfermera algo estresada, mientras salía a buscar más ingredientes para crear más pociones.

—Si necesita descansar, me voy. Volveré dentro de un rato.— dijo el azabache dispuesto a irse.
—¿En serio? Tío, eres su hermano, tienes que quedarte con ella, yo sí que me voy.— le dijo Blaise antes de marcharse en busca de Draco.
—Espera, voy contigo.— se unió Theo.

El azabache suspiró. Miró a Hermione quien asintió dándole la razón al moreno.
—Te esperaremos para la cena.— dijo la castaña para irse con Ron de allí.

—No creo que seas un mal hermano. Pero si sigues comportándote así, Leah se alejará de ti, tenlo por seguro.— mencionó Daphne mirando a la Slytherin, luego pasó a mirar a Pansy quien se veía algo cansada.— Vamos a descansar, luego pasaremos a ver cómo está.

La peli negra abrazó a su amiga cuidadosamente para irse de allí dejando a Harry completamente solo.

Este frunció el ceño y bufó.
—Ya te vale, se que estás despierta idiota.— mencionó mientras se levantaba e la silla con intención de marcharse.

—A veces es mejor observar y escuchar. Ah, y aquí el idiota eres tu.— mencionó esta sin mirarlo.

—Lo que tú digas. Yo me largo.— mencionó este negando con desaprobación.
—¡Que te den!— gritó está antes de que su hermano desapareciera.

¿Cómo es que de repente estaba sola? Leah suspiró y respiro profundamente descansando al fin de todo el ruido que había.

Lo que no sabía era que alguien nunca se había ido, simplemente se había escondido para que nadie lo viera. No sabía porque pero quería quedarse con ella.

you're my story (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora