⚜️⚜️⚜️
Era madrugada aquel día. Leah no había dormido muy bien, estaba algo inquieta por el incidente del dementor.
Suspiró, aún estirada en su cama y se tranquilizó. Serían no más de las cinco así que decidió vestirse y salir de su habitación para respirar aire puro.
Al salir de su sala común, no había nadie. Era genial, era como un paraíso de silencio y calma, paz interior y arte. Pues si, ella pensaba que el castillo de Hogwarts era nada más que arte ante los ojos de cualquiera.
Caminó por los pasillos de lo más contenta y relajada, acabado así en el campo de quidditch. Curioso pensó. Aún así, una sonrisa se apoderó de ella, llena de libertad y felicidad.
—Espero que nadie se enfade conmigo por esto...— susurró ella mientras tomaba una escoba y empezaba a subirse a ella, con gran agilidad.
Leah empezó a hacer maniobras y a divertirse mientras que, cada vez más gente se la quedaba mirando. Era realmente impresionante y muchos dirían que te podía hipnotizar con el gran talento que tenía.
Draco el cual tampoco había dormido del todo bien, vio como había gente admirando algo, y claro, ¿por qué no ir? Si, pero el platinado no tenía ni idea de lo que se encontraría a continuación.
—Pero que hace...— se dijo para si mismo apoyándose en una pared, viendo a la chica volar y hacer piruetas y trucos super complejos.— Mira que es tonta...
Si, Draco pensaba que Leah era idiota por haber renunciado al puesto de quidditch por él... un momento, ¿lo había hecho por él?
—Entonces, la señorita Potter, ¿no juega?— preguntó otra voz detrás de él, llamando su atención. Cuando el platinado miró al nuevo profesor, este hablaba con Oliver Wood, el capitán de Gryffindor.
—Y menos mal que no, digo... para nosotros es mejor que haya renunciado al puesto. En mi opinión Slytherin podrían sacarle más provecho al talento que tienen.— explicó el chico mirando con admiración a la chica, y eso ya era mucho decir.
Remus frunció el ceño.
—¿Se sabe por qué lo dejó?—Según tengo entendido, le cedió su puesto a Draco Malfoy.
Nadie sabía, ni el mismo Merlín, por qué en ese instante, el platinado se sonrojó bastante. Menos mal que nadie lo veía pues, sería toda una humillación. Como se encontraba solo, decidió irse sin más rápidamente al comedor sin ser visto por nadie.
Nadie excepto una persona la cual sabía perfectamente que su corazón se había acelerado cuando lo habían nombrado.
Leah, por otra parte, cuando estaba ya cansada decidió parar, y descansar aún subida en su escoba mirando el hermoso paisaje y las vistas que tenía.
—Una de las cosas que me gustan más del quidditch son las vistas.— le dijo Oliver Wood también subido en su escoba ahora a su lado.La Slytherin miró hacia otro lado pues, como había pasado anteriormente, no quería que se riera de ella. Claro que Oliver notó ese gesto.
—No estoy de acuerdo con lo que te dijeron en el gran comedor. Fue cruel.—Ya. Pero es normal, supongo que tengo que acostumbrarme.— respondió ella ahora con intención de bajar e irse.
—Potter, espera.Leah miró al capitán de Gryffindor el cual ya la miraba con curiosidad y algo de esperanza.
—¿Si?— preguntó ella.
—Se que me voy a arrepentir de esto, pero... es mi último año aquí. Me gustaría poder competir contra ti en mis últimos partidos.— dijo ahora con una sonrisa.La chica también se rió y negó.
—Ya está ocupado el puesto, pero... si llega a ver oportunidad, créeme que perderás cuando le machaqué el culo a mi hermano.— mencionó ella finalmente.Cuando la Slytherin, luego de darse una ducha algo rápida fue al comedor, vio que estaban sus amigos terminando de desayunar y levantándose de la mesa para ir a clase.
—Oh mierda, me he perdido el desayuno, ¿cierto?— dijo al ver a Theo el cual levantó una ceja.—Así es, he escuchado que estabas en el campo de quidditch.— mencionó ahora tirando levemente una manzana roja al aire.
—Así es.— respondió esta tomando la fruta en el aire y empezando a caminar con este mientras la mordía.— ¿Alguna novedad?
El grupo de Slytherin caminaba ahora hacia fuera, concretamente al patio donde el nuevo profesor de cuidado de las criaturas mágicas.
Draco, junto con Pansy, Crabbe y Goyle por un lado, Daphne escuchando el sueño de Blaise y por último, Leah y Theo quienes iban delante de todos.
—Adivina quien será el profesor.— le dijo el castaño a lo que ella se encogió de hombros.Leah abrió los ojos al ver a Hagrid empezar con su clase. No es que le desagradara, pero nunca había tenido demasiada confianza en el semi gigante.
—Oh, genial.— bufó una voz que ella conocía demasiado bien.Todo el curso de tercer año empezó a caminar hacia el bosque prohibido, no muy adentro claro.
—Esperar aquí, ahora vendré con una sorpresa.— dijo Hagrid muy emocionado.— Ir abriendo el libro por favor.—¿Y como se supone que debemos abrir esta cosa?— preguntó de mala gana el platinado.
—No lo se, pero creo que le caigo mal a mi libro.— bromeó Blaise haciendo reír a Pansy y Theo.Daphne rodó los ojos.
—Tenéis que acariciarlo, idiotas.— explicó esta con obviedad.
—Ah, ¿veis par de idiotas? Tenéis que acariciarlo.— siguió diciendo el moreno.Leah por otra parte, se sentó en una de las rocas que habían por allí a comer su manzana tranquilamente. Era por la mañana y no quería gritos ni nada, solo paz y silencio.
—Hey, ¿que tal estás?Ella solo frunció el ceño para mirar a su hermano el cual se encontraba delante de ella.
—No seas ridículo.— contestó ella ignorándolo.
—Vamos Leah, no te pongas así, ya pasó lo de ayer, no seas rencorosa.— dijo este.— Sabes que no quiero que estemos enfadados.La chica se levantó y a la vez que tiraba el corazón de la manzana delante del azabache y lo miraba de arriba a abajo sonrió sarcásticamente para irse de allí dejándolo con la palabra en la boca.
El platinado miraba orgullosamente la escena, pero en disimulo, y más cuando la chica se sentó al lado de él tranquilamente.
—Oh genial.— soltó Harry yendo con Hermione y Ron los cuales estaban algo más apartados pero, aún así, seguían pendientes de los Slytherins.
—Este sitio está hecho un asco. Ya veréis cuando mi padre se entere de que el tonto de Dumbledore tiene a estos profesores dando clase en un lugar hecho un pocilga.— mencionó Draco haciendo reír a sus amigos.
—Si tanto te molesta que Hagrid sea profesor y dé clase puedes irte.— dijo nada más que Hermione acercándose a ellos.
—Nadie ha dicho que puedas opinar, sangre sucia.— respondió este con aires de superioridad.—Cállate Malfoy.— se metió el azabache haciendo lo mismo que la castaña la cual los miraba a todos con odio.
Leah miró a su hermano y se incorporó para decirle cualquier cosa si hacía falta, lo que no se esperaba, era que el platinado ya tenía pensado hacer algo al respecto. Notó como Draco se levantaba y se acercaba amenazante a este.
—¿Pero qué?— dijo para si misma al no entender nada. Tanto Pansy como Blaise y Theo y todos sus compañeros también se levantaron confundiendo más a la chica.
Draco, finalmente, miró hacia el cielo, y fingiendo que venía un dementor, gritó asustado.
—Un... ¡dementor! ¡dementor!— gritó señalando con su mano detrás de Harry quién también asustado se giró para comprobar que era cierto.Leah no se esperaba para nada que todos sus amigos se pusieran una capucha parecida a la cabeza de un dementor y se empezaran a reír de Harry quién rodó los ojos algo avergonzado.
Los Gryffindors apartaron a Harry de ahí mientras que los demás seguían riendo, y eso, incluyendo a Leah quien intentaba permanecer seria. Por que, si su hermano podía reírse de ella, ¿por qué no hacer lo mismo?
ESTÁS LEYENDO
you're my story (Draco Malfoy)
Fanfiction-De todos modos, ¿que crees que haces aquí? Sabes que a tu hermano no le gusta que te acerques a mi. -¿Y a quién le importa lo que le guste a mi hermano?