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⚜️⚜️

Draco caminaba entre Harry y Ron los cuales estaban preparados para atacar a cualquier cosa.
—¡Llevamos horas caminando!— exclamó este haciendo rodar los ojos del pelirrojo.

—Solo han pasado tres minutos.— le aclaró el azabache alumbrando el camino, yendo el primero.
—¿Cuando llegaremos? Aquí hace frío.— se quejó de nuevo el platinado.

—Harry, creo que debería haberse quedado con Lockhart.— admitió Ron.— Cállate si no quieres llamar la atención de las bestias que se encuentren aquí.
—¿B-bestias?— preguntó Draco.

—Si, bestias como eso. Wow, ese bicho debe medir unos 15 metros...— explicó el pelirrojo viendo la piel muerta del basilisco.
—En serio, ¿quieres parar de molestarme?— le dijo el platinado ahora molesto con este pero claramente con mucho miedo.

—¡No te estoy diciendo nada!— le gritó en respuesta este ofendido.
—Callaos, esto puede venirse abajo en cualquier momento...— interrumpió Harry.

—Si Weasley, ¿por qué no te callas?— le preguntó el platinado de manera burlona.
—¡También va por ti Malfoy!— siguió gritando Ron provocando un temblor en la cueva en la que estaban.

—¡Mira lo que has hecho!— exclamó Draco.
—¿¡Yo!?— siguió diciendo este.

Harry solo supo apartar a Ron para que las rocas y piedras que empezaban a caer no le dirán de pleno.

La entrada ahora estaba totalmente tapada por pierdas, separando a Harry y Draco y a Ron otra parte del muro. Como el azabache iba delante, tenía como única salida la puerta a la cámara de los secretos.
—¿¡Ron!?— preguntaba el Gryffindor esperando que no le hubiera pasado nada a su amigo.

Estoy bien Harry... ¿y tú?— se escuchó la voz de este unos segundos más tarde.

—Claro, y que a Malfoy le den, ¿verdad?— soltó este mismo rodando los ojos de manera sarcástica.
—¡Ron! Tienes que salir y pedir ayuda a alguien para que venga a buscarnos, ¡nosotros iremos en busca de Leah!

El platinado miró al final, donde se podía ver la entrada de la cámara de los secretos, cerrada. Aun así, significaba que habían llegado.
—Potter.— dijo señalando el lugar.

Harry vio lo mismo que el Slytherin, y fue directamente seguido de este. Al llegar y estar delante, miró a Draco.
—¿Acaso quieres que la abra con mi poder super telepático? Tienes que hablar pársel.— le explicó este con cierto nerviosismo.

Y así lo hizo. Harry habló pársel abriendo la puerta de la cámara de los secretos, dejando verla por dentro.
—Ahí está.— soltó sin más Draco al verla, inconsciente en el suelo.— Por Merlín.

Ambos niños corrieron para salvar a la chica, Draco con su varita en mano y Harry con el diario de Tom Riddle en la suya.
—Leah... ¿Leah?— preguntaba Harry intentando despertarla.

—No creo que eso funcione.— mencionó el mismo Tom Riddle saliendo de la oscuridad.
—¡Ayúdanos!— pedia el azabache.

—¿Quien eres tú?— preguntó el platinado con desconfianza, aún sujetando su varita.
—Draco Malfoy... Leah me ha hablado bastante de ti.— mencionó con una pequeña sonrisa.

—Tienes que ayudarnos, por favor.— pedia Harry tomándole la mano a su hermana.

Tom suspiró y negó con cierta lástima mirando a la niña. ¿Como es que había tenido tanta suerte de encontrarse con nada más que la hermana de Harry Potter?
—Verás, creo que está muriendo, así que no podemos hacer nada.— mencionó con mucha tranquilidad.

—Tú... tu eres el del diario.— dijo de repente Draco dándose cuenta.— Eres...
—Tom Riddle.— anunció este presentándose.

—¿Por qué mi hermana está muriendo?— preguntó Harry.— Ella... ella va a ponerse bien.
—No Harry. No lo va a hacer, y a cambio, yo volveré a la vida. Lástima pues era una niña encantadora.— dijo sonriendo.

Draco veía como Harry no quería ver lo que sucedía. Le ponía de los nervios.
—Potter, él es el culpable de todo. Leah, estaba rara por él. ¿Cierto?— preguntó con seguridad.

—No te equivoques Malfoy. Leah fue la que abrió la cámara de los secretos, mató al gato y dejó libre al basilisco.— explicó mirándola con gran admiración.
—¿¡Por qué!?— preguntó Harry.— Ella no haría eso.

—Por qué le dije que lo hiciera.— respondió Tom como si fuera un tal maniático.— No tenía opción, como podéis ver...

Ambos chicos no sabían que decir, no sabían cómo salvar a la chica y cada vez estaba más fría puesto que iba muriendo poco a poco.
—Sabes, Harry. Es impresionante lo tuyo.— dijo ahora llamando la atención de este.

—¿Por qué lo dices?— le preguntó este levantándose del suelo.
—Como es posible que... siendo una criatura indefensa, solo un bebé... hayas podido vencer a uno de los magos más poderosos de toda la historia... quedándote solo una... cicatriz.

—Potter...— murmuró el platinado dándose cuenta de todo.
—¿Que quieres decir con eso?— preguntó el azabache dudando por segundos.

Tom miró al Slytherin y sonrió.
—Eres listo, Draco Malfoy. Supongo que tú sabrás la respuesta.— dijo tomando su varita y empezando a escribir sus letras al aire.

"Tom Marvolo Riddle"

Yo soy Lord Voldemort.— dijo mirando a los chicos.— Yo soy el heredero. Yo abrí la cámara de los secretos.
—Lo sabía.— dijo para si mismo el platinado, notando como el suelo empezaba a temblar.

—Verás Harry... nunca creí que tendría tanta suerte de encontrarme con tu hermana. La verdad es que es impresionante lo mucho que te quiere... lástima que no sera capaz de demostrártelo en persona.— anunció Tom mirando al Gryffindor.

—¡Potter! ¡No lo mires a los ojos! ¡Corre!— gritó Draco refiriéndose al basilisco, el cual se encontraba ahí, dispuesto a matar a Harry.

El azabache no tuvo más opción que empezar a correr como podía, para escapar de esa cosa.
—¡Encuentra la manera de destruirlo!— dijo antes de desparecer.

Dejando a Draco, Leah y Tom.
—No seas ridículo, tu padre sabía lo que hacía.— mencionó este con una sonrisa.
—Yo no sabía nada de esto, solo sabía que era malo.— murmuró este arrepintiéndose de no haber hecho nada a tiempo.

—Por favor, compórtate como un Malfoy, ¿si?— le dijo este rodando los ojos y nada preocupado por que el platinado le hiciera algo. Sabía que era tan cobarde como su padre.

Draco quien aún tenía la mano de Leah tomada, suspiró con nervios. Necesitaba algo con que matar a Tom para poderla salvar.
—El diario.— dijo este de repente.

—¿Qué?

—¡El diario!— exclamó este tomando el libro, y intentando romperlo.— No... no, no, no, ¿por que no funciona?

Tom lo miraba con curiosidad y no le decía nada, ¿era posible que un Malfoy fuese lo suficiente valiente y fuerte como para derrotarlo?
—¡Malfoy!— gritó ahora Harry apareciendo corriendo, y detrás de él, nada más que el basilisco.

Pero no solo eso, con ellos. Venia un fénix, y con él el sombrero seleccionador.
—¿Que se supone que haréis?— preguntó Tom de manera burlona a ambos.

Y es que en esa situación, ¿que más se podía hacer? Vamos Draco, piensa... se decía a si mismo.

¿Quién los iba a salvar?

you're my story (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora