you're my story (Draco Malfoy)

23

⚜️⚜️

Ron miraba a Hermione y Harry algo extrañado. Intentaba decir algo pero estos dos estaban muy metidos en la idea de que Draco era el heredero.

—¿Por qué no se lo preguntas a tu hermana? Leah y Draco siempre están juntos.— mencionó este provocando miradas sorprendidas de parte de sus amigos.— ¿Qué?
—No puedo hacer eso.— dijo este.

—¿Por qué no? Es tu hermana. Aunque yo me lleve mal con todos mis hermanos siempre puedo contar con ellos, ¿por que tú y Leah no podéis confiar en el otro?

—Da igual ahora, tenemos que hacerlo ya.— interrumpió Hermione mirando el caldero donde habían creado una poción multijugos.

Habían pasado días y los incidentes, encontrando alumnos petrificados es decir, hechos piedra seguían aumentando.
—Más vale que funcione.— dijo el pelirrojo bebiendo de la poción.

Harry, Hermione y Ron, hacían lo que podían en busca de el heredero. El mismo que había abierto la cámara de los secretos. De momento, sospechaban de Draco.

Vamos, Slytherin, sangre pura que odia a los impuros, y arrogante al igual que toda su familia. Era el blanco perfecto.
—Chicos..— empezó a decir Hermione.

Harry y Ron, ahora convertidos en Crabbe y Goyle, miraron a la castaña, la cual ahora era una mezcla de gato y Hermione.
—Creo que tendréis que ir vosotros.— dijo está bufando.— Sacarle la máxima información.

Y así mismo, el dúo de chicos fue a la sala común de Slytherin donde casualmente se encontraban Pansy y Blaise.
—Hola chicos.— dijo Harry viéndose como Goyle.

La peli negra lo miró para después mirar a Crabbe. Entrecerró los ojos y los empezó a analizar extraños.
—¿No estabais asaltando las cocinas?— preguntó con tono despreocupado.

—¡Claro! Pero nos aburrimos... así que venimos aquí.— respondió Ron muy nervioso de ser pillado.— Draco...
—¿Sabéis donde está?— siguió Harry diciendo.

El moreno en ese momento miró a ambos chicos algo preocupado.
—Vosotros también lo notáis, ¿cierto? Está raro... y no habla mucho con nadie, supongo que es por la derrota de quidditch.— explicó este.

—Pero Leah esta peor, ¿recuerdas eso...?— le interrumpió Pansy.— Creo que los dos traman algo.

Ron miró a Harry el cual empezaba a cerrar sus puños con fuerza, no le agradaba nada la idea de que su hermana y el platinado pasaran tiempo juntos.
—¿Por qué está rara?— preguntó intentando calmarse.

En ese instante, la chica entró casi corriendo con el diario en la mano.
—Leah...— empezó a decir Blaise.

Esta ignoró a todos y fue directa a su cuarto, para salir de allí al minuto con lo que parecía un libro además del diario.
—No se os ocurra seguirme, ¡y hablo por ti Malfoy!— gritó mientras desaparecía de nuevo.

—¿Malfoy?— preguntó Harry de nuevo, queriendo seguir a su hermana para ver que hacía.
—Malfoy.— repitió Ron viendo como el platinado caminaba hacia ellos con una nota en la mano, sin fijarse por donde iba.

—Ey, Draco... ¿que es eso?— preguntó el moreno con curiosidad intentando ver.
—No es asunto tuyo.— dijo este guardándose la nota algo preocupado en su bolsillo.

Pansy rodó los ojos y se sentó a leer una revista en uno de los sillones de la sala común.
—¿Que le ha pasado a Leah?— preguntó Ron de repente llamando la atención de todos.

—Si... ¿que le has hecho?— preguntó Harry colocándose en frente de Draco el cual levantó una ceja algo confundido.
—¿Que le voy a hacer? Nada.— respondió este sin retroceder ningún paso.

—Si, Draco no es capaz de hacerle nada... Leah ha estado rara desde que...
—Desde que escribe cosas en ese estúpido diario.— terminó por decir la peli negra.

Así que el diario, pensó Harry ahora con intención de seguir a su hermana.
—Leah a dicho que no la sigamos.— mencionó el platinado mirándolo de brazos cruzados.

—No eres quien para decirme lo que tengo que hacer.— soltó con rabia, sorprendiendo a todos. Y es que Goyle nunca había hablado así, y menos a Draco.
—¿Que acabas de decir?— preguntó este.

—Que... creo que se encuentra mal. Míralo, su cara lo dice todo.— interrumpió Ron parando la discusión.
—¿Como es que de repente eres tan unido a ella? ¿No te caía mal?— siguió diciendo este.

Blaise y Pansy se miraron entre sí y no intervinieron. Sabían que Draco, aunque no lo dijera le tenia mucho aprecio a la chica, al igual que Leah quien repetía una y otra vez que ella y el chico no eran amigos.

Todos sabían que en el fondo cuidaban entre sí.
—¿Y que si soy unido a ella? ¿Te molesta?— preguntó Draco enfrentándose a Goyle.
—No, no le molesta... ¿verdad?— trataba de decir Ron separando a su amigo.

El Slytherin miró a Goyle detenidamente y sonrió para si mismo.
—No puedes evitar... lo inevitable.— le dijo casi en susurro para irse de allí, dejando al azabache y al pelirrojo muy confundidos.

Pero a Harry en ese momento lo único que le pasaba por la cabeza era... ¿que tramaba su hermana?

—¡No voy a hacer eso!— gritaba ella de dolor en el baño, peleando con el diario.

"No evites, lo inevitable."

—¡Incendio!— gritó esta apuntando al diario. Pero nada, era como si estuviese protegido con algo. No se rompía, por mucho que quisiese.

"No agotes mi paciencia."

—Me da igual, voy a destruirte, y si no lo consigo... otro lo hará, pero no ganarás, Tom Riddle.— dijo está firmemente.

Cuando Draco llegó rápidamente al lavabo donde se encontraba la chica, solo se podía escuchar los lamentos de Myrtle la llorona.
—¿Leah...?— dijo con algo de inseguridad.

—¡Se la ha llevado! ¡Es el fin!— gritaba esta.
—¿Sabes donde está?— le preguntó ahora bastante preocupado.

El fantasma negó y se fue por un retrete, no sin antes mirar el diario del suelo.
—¿Qué?— preguntó este muy confuso pues, la chica nunca se había separado de este.

Al recogerlo, ojeó y nada, estaba en blanco. No obstante una nota cayó de él.
—"Basilisco, la respuesta a los ataques es el basilisco de Salazar Slytherin."— leyó la nota en alto este asustándose por segundos.

Abrió el diario para ver si había otra nota, pero aquella, junto con la nota que le había dado anteriormente, no había nada más.
—Estoy en el baño del último piso... como me dijo ella, ¡pero no veo absolutamente nada!— se quejó este.

—Deberías pedir ayuda... no le queda mucho tiempo, al menos es lo que dijo él...— se metió Myrtle de manera curiosa.
—¿Quién lo dijo?— preguntó este.

"Tom Riddle."