you're my story (Draco Malfoy)

9

⚜️

—Fue...

—¡Increíble!

Blaise y Daphne aún seguían recordando la victoria de Slytherin contra Gryffindor en el comedor mientras que Leah sonreía contenta junto con Theo.

Ambos se encontraban jugando al ajedrez mágico mientras que Pansy se encontraba leyendo una revista de moda que le había traído su madre.

Habían pasado días en Hogwarts y ya era Navidad para los estudiantes y profesores, del colegio por lo que muchos se iban a sus casa a pasar las vacaciones.

Gente como todo el grupo de Leah. Así que así mismo la chica iba a pasar unas fiestas algo aburridas.
—¿Seguro que no quieres venir a mi casa a pasar las fiestas? Hay sitio de sobra.— le preguntó la peli negra por décima vez.

—No es que no quiera, es que no tengo permiso ni autorización.— dijo esta con algo de vergüenza mientras movía una pieza.

Sus amigos la miraron con algo de pena, viendo como la chica, en realidad no tenía padres. Y tampoco tendría ningún regalo... era triste.
—Que penoso, odiaría tener que ser Potter... no tener donde ir en Navidad y tener que quedarse aquí, patético.— dijo la voz de alguien acercándose.

La chica al escucharlo, se levantó de golpe y se giró, encontrándose con Draco el cual se sorprendió y se arrepintió en segundos de lo que acababa de decir.
—¿¡Cual es tu problema!?— le dijo ella ahora yéndose de allí.

—Muy bien Malfoy, lo has hecho de nuevo.— le dijo Blaise bufando y sentándose sin ánimos en la mesa al igual que los demás.

El platinado miró a sus amigos pensando en lo que acababa de decirle indirectamente a Leah.
—¿Es que nadie irá con ella?— preguntó sin más.

—¡Siempre pasa lo mismo! Tu la has cagado, tu lo solucionas.— le explicó Daphne.— Lleváis así desde que empezó el curso, estamos hartos.
—Ah, así que esperáis que yo, ¿yo? ¿vaya a pedirle perdón?— preguntó de nuevo este.

—Si no te importara estar enfadado con ella ya te hubieras sentado con nosotros, por lo tanto, si. Ves tú y arréglalo.— dijo Pansy sin apartar la vista de su revista.

El platinado bufó y se fue de mala gana del comedor. Lo que nadie se sus amistades cercanas sabían era que, una vez en los pasillos... el platinado pasó de parecer despreocupado a busca a la chica a la cual había herido.

Draco no sabía como, pero sabía que ella estaría en la torre de Ravenclaw. Sabía que estaría por los pasillos donde se encontraban más vacíos.
—Ahí estás.— dijo acercándose a la chica la cual miraba por la ventana.

—Aquí estoy.— respondió ella sin dirigirle la mirada.— ¿Que quieres?
—Sabes que vengo aquí... no por voluntad propia.— empezó a explicar este.

Leah rodó los ojos y observó finalmente al chico. Se notaba que estaba incomodo.
—¿Como me has encontrado?— preguntó cambiando de tema.

—Soy más listo de lo que piensas.— dijo este ahora también mirando por la ventana.— Tenemos que hablar.
—Tú... ¿y yo? ¿Hablar? Nah.— dijo esta con intención de irse.— Tú y yo no tenemos nada de que hablar.