you're my story (Draco Malfoy)

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Una vez entregada la carta a mensajería, la chica no perdió más tiempo para ir al despacho de Umbridge.

Al llegar, tocó la puerta y cuando esta se abrió, vio como la señora se preparaba una infusión poniéndole mucho azúcar.
—Señorita Potter, adelante.

La Slytherin miró fuera, viendo como varias personas entre ellas los gemelos la miraban algo raro y decepcionados, no obstante... no tenía más remedio.
—Siento haber tardado, me distraje en clase de adivinación.— murmuró mientras se sentaba en una de las sillas.

Al ver la cara que puso Dolores, supo que debía hacerle demasiado la pelota. Ya tenía claro que Trelawney no le agradaba en absoluto.
—¿Se puede creer que la profesora piensa que estoy poseída?— dijo de repente.

—¿Ha dicho tal cosa?— preguntó la señora.
—Si, lo he pasado realmente mal. Es decir, una acusación de ese grado de importancia...
—Claramente señorita Potter, no se preocupe, tomaré medidas.— mencionó ella con una sonrisa maliciosa.

Leah asintió y miró la habitación, viendo los muchos cuadros de gatos que habían ahí.
—Y cuéntame más... he oído que el director no muestra apoyo ni da confianza alguna.— sacó en tema la misma mujer.

—Si, sobre eso... no creo que Dumbledore esté preparado para tal puesto, ya es mayor... creo que son demasiadas obligaciones y claramente le está costando llevar la situación.— explicó la chica con cara de inocente.
—Por supuesto que si...

Leah sonrió hacia Dolores.
—Creo que alguien como usted lo haría genial. Usted imparte disciplina, la que merecemos. Creo que si usted fuera directora, las cosas irían mejor.

Sin duda, era música para los oídos de la profesora quien cada vez confiaba más en la chica.
—Si... bueno, el ministro deberá autorizarme para ello, por eso... debo anotar todo, y los más mínimos errores para que Cornelius despida a Dumbledore de su cargo.

¿Así que el ministerio quería apoderarse de Hogwarts? Leah procesaba todo y escuchaba con atención.
—¿Y podría saber por qué el ministerio está interviniendo? Es simplemente curiosidad...— dijo ella.— Claro que si es confidencial no hace falta...

—Seré sincera con usted señorita Potter. Desde que usted inició el rumor de que Voldemort había vuelto, la gente está histérica. Además... Albus fue quien siguió con el rumor, y sospechamos que pueda ser alguna conspiración en contra del ministerio.

—Espere, ¿Dumbledore también cree que Voldemort ha vuelto?— interrumpió la chica ahora confusa.
—¡Mentiras! Solo son mentiras. Lo que piense Dumbledore ahora no importa querida...— anunció esta.

Leah cerró sus puños y no dijo nada, justo en ese momento la puerta se abrió dejando ver a Flitch, el conserje y su gata.
—Señora... me temo que debe venir, los gemelos Weasley de nuevo.

Umbridge suspiró y se levantó algo irritada. Miró a Leah y sonrió a lo maniática.
—Ahora vuelvo.— dijo está saliendo y dejando completamente sola a la chica.

La Slytherin se aseguró de que no estaba cerca y fue al escritorio de ella. Empezó a buscar todo tipo de información que pudiera servir.
—Bingo.— dijo al ver archivos bastante extraños.

Siguió buscando hasta encontrar las respuestas de los próximos exámenes junto con unas fotos de lo más extrañas. Como no había mucho tiempo, Leah cerró el cajón y ordenó todo.

Antes de salir, tomó el pote de sal y le echó gran cantidad a la infusión.
—Se acabó ser la niña buena Dolores, alguien tendrá que ponerte en tu sitio.— se dijo para si misma antes de salir casi corriendo de allí.