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⚜️

—Claro que va a despertar.

—¿Y como lo sabes?

—Despertará por que lo digo yo.

—Chicos... creo que esta despertando.

Cuando Leah abrió los ojos vio la cara de Pansy bastante cerca de ella. La peli negra sonrió ampliamente y la abrazó cariñosamente.
—Estas viva... que guay.— dijo está muy contenta.

—¿Que hago en enfermería?— preguntó esta mirando ahora a Blaise el cual señaló a otra camilla donde Harry la miraba.

—Leah...— dijo este sonriendo.— Menos mal que estas bien.
—Lo mismo digo.— respondió ella ahora levantándose y yendo a abrazarlo.

—En teoría no nos dejan entrar aquí pero nos hemos escabullido, ¿no es así Draco?— dijo el moreno a lo que el platinado asintió.
—Tenemos que darnos prisa, van a decir que casa ha ganado la copa de las casas.— anunció este desinteresado en cómo se encontraba la chica.

Leah asintió y junto con Pansy y Blaise salieron de allí.
—Pero, ¿estas bien?— le preguntó la peli negra a lo que la Potter asintió.

Cuando llegaron al la entrada del gran comedor, Ron y Hermione esperaban a Harry algo preocupados.
—Leah, menos mal...— dijo la castaña con una sonrisa, más aliviada.

—Harry ahora viene, ¿que tal estáis vosotros?— preguntó ella a lo que ambos asintieron dando a entender que bien.
—¿Y tú estás bien?— le preguntó el pelirrojo.

La chica miró a sus amigos y sonrió.
—Mejor que nunca.

Los Slytherins entraron al gran comedor y se sentaron con sus amigos los cuales no entendían nada de lo que había pasado. Leah tomó un trozo de pan y empezó a comer sin que nadie la viera. No tenía ganas de explicar a nadie que habían hecho.

Al rato, entraron Harry, Hermione y Ron y ahi, Dumbledore pudo empezar el discurso que concluía el año.
—Antes de nada, me gustaría terminar el año, con la copa de las casas. Recontemos puntos.— dijo con gran intriga.

—Leah, ¿por que no has venido a celebrar con todos? ¿Donde estabas?— preguntó Marcus en un susurro a la chica.

Esta por otra parte miró de reojo a Draco el cual se notaba devastado y volvió a Marcus para encogerse de hombros.
—Necesitaba... ir al baño.— dijo haciéndose la tonta.

¿Al baño? Pensó el platinado ahora sin evitar soltar una sonrisa.
—Con 192 puntos, Gryffindor.— empezó a decir el director.— Siguiendo a Hufflepuff con 258 puntos, y Ravenclaw con 310.

Toda la mesa Slytherin se miraron orgullosos sabiendo que habían ganado la copa de las casas. Además de la copa de quidditch.
—Si, si... esto deja a Slytherin en primer lugar, con 352 puntos, felicidades a todos vosotros.— mencionó el director.

Leah miró a Harry el cual estaba devastado por haber perdido tantos puntos pero aún así, estaba contenta por su victoria.
—Pero esperen todos por que tengo unos últimos puntos que otorgar.—  interrumpió el mismo dejando al gran comedor en silencio.

—¿Últimos puntos?— preguntó Blaise a sus amigos los cuales no tenían ni idea.

—A la señorita Granger por su gran habilidad, 50 puntos.— dijo dejando a todos sorprendidos y a algunos confusos.

Leah miró a Draco el cual mantenía el ceño fruncido. No era posible que fuera tan injusto, pensó la chica.
—Al señor Weasley, por el mejor juego de ajedrez, 50 puntos.— siguió anunciando este.

—Eso son... 292 puntos.— susurro Theo.— Aún no nos ganan, pero se han puesto en tercer lugar.

—Para el señor Harry Potter, 60 puntos, por su valentía.— dijo el anciano creando más odio.
—No puede ser.— dijo Daphne.

—352... empatados.— mencionó Leah casa vez más molesta, viendo como los Gryffindors cada vez se animaban más.— Quedamos iguales.
—Es muy injusto.— soltó Draco sin poder creérselo.

Y es que nadie lo hacía. Nadie se creía que Dumbledore hubiera dado puntos, ciertamente innecesarios. Y es que nadie sabía que el trío de oro había salvado a Hogwarts. Nadie excepto, Leah y Draco... y Neville.
—Y por último, siempre es difícil enfrentarse a tus enemigos, pero más a tus amigos. Al señor Neville Longbottom, 10 puntos.

—¿Qué?— soltó la chica sin poder creérselo.
—Creo que deberíamos cambiar la decoración, si mal no he calculado.— dijo este bromeando.

Y con un aplauso del director, toda la decoración verde, pasó a una roja, anunciando la victoria de Gryffindor.
—No tiene sentido.— dijo ella mirando con rabia a Dumbledore.

Draco quien también estaba furioso, miró a Leah y pensó, ¿por que a ellos no les otorgaban puntos? También habían ayudado a lo que fuera que hubiesen ayudado. ¿Por qué todo era tan injusto?

Después, pensó la rabia que sentiría Leah al ver como su hermano conseguía todo, y le ganaba injustamente solo por favoritismo.
—No vale la pena.— soltó mirándola.

—¿Eh?— preguntó ella también mirándolo.
—No vale la pena darle el gusto de que nos hayan ganado.— le explicó aguantándose la rabia.— Todos en este comedor saben que ha sido una injusticia.

Así parecía, Harry el cual aplaudía se sentía algo incomodo pues Leah también había participado en la lucha contra Voldemort y no había recibido nada a cambio.
—¿¡No estás contento!? ¡Hemos ganado!— le dijo su amigo pelirrojo.

Si habían ganado, injustamente.

¿Pero que más daba ahora? Aquel era el último día del curso y el primer día de vacaciones de verano. Todo un horror para ambos Potters.

Todos se preparaban para irse, con sus maletas y sus pertinencias, y Leah, no evitaba pensar que no quería irse con sus tíos de nuevo.

Se lo había pasado tan bien en Hogwarts... había conocido a gente impresionante y por fin, ella pensaba que estaba empezando a vivir. Por fin se sentía libre.
—¿Me escribirás?— preguntó de repente Pansy algo triste.

—Claro.— respondió esta con una sonrisa triste.— Pásalo muy bien, y mándame una foto en la Torre Eiffel.

Ambas chicas subieron al tren y se sentaron explicando lo que harían en verano, bueno, principalmente lo que Pansy haría pues Leah asumía que sus tíos la tendrían encerrada todo el tiempo en casa como siempre había sido.

—¡Os voy a extrañar!— entró de repente Blaise sentándose delante de ellas.— Mamá dice que este verano tendremos que ir a Hawaii por que tiene que ir a buscar no se que herencia de no se quien... y estaré incomunicado. Pero os traeré recuerdos.— dijo este emocionado.

—Nuestros padres se van así que estaremos juntos todo el verano con nuestras nanas.— dijeron Crabbe y Goyle asintió confirmando.

—Pues mis padres quieren irse a no se donde... pero se que con la ayuda de Astoria nos dejaran quedarnos en la mansión.— explicó Daphne.
—Yo iré a casa de mi abuela, está enferma así que tengo que ir a cuidarla.— dijo Theo a lo que todos miraron a Draco el cual se encontraba de pie.

—¿Qué?— preguntó este.
—¿Que tienes pensado hacer estas vacaciones?— preguntó Daphne.

El platinado claramente iba a irse de viaje a lugares muy lujosos y iba a hacer de todo, pero se encogió de hombros.
—En casa. No haremos nada.— respondió con simplicidad mirando por segundos a Leah la cual jugaba con la pulsera que le había reglado por Navidad.

—¿Ni siquiera por tu cumpleaños?— preguntó Pansy con curiosidad.
—No, mis padres... no les gusta celebrar.— admitió este, ahora olvidándose de que dentro de unos días era su cumpleaños.

Leah, la cual ahora miraba por la ventana haciendo que no escuchaba la conversación, pensaba en que era triste no celebrar tu cumpleaños.

Le gustaría haberle dado un abrazo al platinado al despedirse pero recordó que no eran amigos, y tuvo que pensar en otra cosa durante el viaje de vuelta a casa de sus tíos.

Y no, no decía casa, por que su casa y hogar, desde ahora sería Hogwarts.

you're my story (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora