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⚜️⚜️

—¡Rápido! ¡Llegaremos tarde!

Leah, con algo de sueño, se sentó en el vagón, en el primero compartimento que vio, junto con Ginny la cual se encontraba muy nerviosa.
—Leah.— dijo de repente.

—¿Hm?

—¿Que pasa si el sombrero dice Slytherin?— preguntó de repente con algo de miedo.
—Si el sombrero dice Slytherin... podremos hacer pijamadas, con mis amigas.— dijo esta intentando tranquilizarla.

La pelirroja miraba por la ventana y Leah luchaba por no quedarse dormida. Aunque fue misión imposible.
—Ahí estas Ginny...— dijo la voz de George más aliviada.

—George, mira esto. Es perfecto.— dijo Fred viendo a la Slytherin dormida, apoyada en la ventana.
—¿Perfecto para que?— preguntó este sin entender por primera vez a su gemelo.

—Vamos a gastarle una broma, ¿que te pasa por la cabeza?— preguntó mientras sacaba rotuladores.
—¿Qué? No, te dije que a Leah no.— interrumpió el otro pelirrojo.

Fred suspiró y se sentó junto a Ginny la cual estaba asustada por si no iba a quedar em Gryffindor. El pelirrojo no dudó en calmarla y acariciarle el pelo delicadamente.

George por otra parte se sentó al lado de Leah y dejo que la Slytherin apoyará su cabeza en su hombro, que seguramente era más cómodo que la ventana.

Y así todo el trayecto.

La chica se despertó de golpe asustada de repente asuntando así también a los pelirrojos que la acompañaban.
—¡No!— gritó abriendo los ojos.
—¿No qué?— le preguntó Fred con una mano en el pecho por el susto.— ¿Leah?

La chica se levantó sin decir palabra y fue al baño del tren donde empezó a lavarse la cara pues acababa de tener otra pesadilla. Lo que no sabía era que el tren acababa de llegar y se iba a retrasar de los de su curso.

En el gran comedor, la esperaban sus amigos algo confusos. No habían visto a la chica en todo el trayecto y no sabían si le había pasado algo.

Tampoco veían a Harry por ningún lado, por lo que alguno empezaban a suponer que les había pasado algo a los hermanos.

Leah sintió la necesidad de ir a su cuarto, donde entre sus camisas estaría ese diario raro, con tapa de cuero. Suspiró y lo abrió como si alguien le estuviera diciendo lo que hacer.
—Propiedad de Tom Marvolo Riddle.— susurró ella mientras fruncía el ceño.

"Hola"

La chica abrió los ojos al ver aquello escrito. Tragó hondo y tomó una pluma, respondiéndole también con con, ¿hola?

"Encantado, soy Tom Riddle"

—No.— dijo ella cerrando el diario de golpe.— Leah, no puedes estar hablando con un maldito diario, estás alucinando.

La chica dejó el libro encima de su cama con intención de ir al gran comedor. Pero había algo que no la dejaba. "Llévame contigo."
—A la mierda.— dijo está tomándolo y saliendo de allí, con el diario y la pluma.

—¿Creéis que le ha pasado algo?— preguntaba Pansy preocupada a lo que Blaise intentaba tranquilizarla.
—Estoy seguro de que vendrá ahora.— decía esté tratando de ser positivo.

Draco bufó. Miró hacia la puerta y que suerte que en ese instante, Leah entró como pudo, sentándose apartada d e todos, en la punta de la mesa al final. Como si no los conociera.
—¿Por qué no se sienta con nosotros?

—No querrá dar explicaciones.— dijo Theo intentando comprenderla.— Al menos sabemos que está aquí, ya se lo preguntaremos cuando la ceremonia del sombrero acabe.

—Y una mierda.— soltó el platinado levantándose sin que le vieran, yendo al lado de esta la cual escribía tranquilamente.

"Soy tu amigo, puedes contarme lo que quieras."

La chica respondió con un "mi nombre es Leah Potter" pero en cuanto sintió que alguien se acercaba cerró el diario inmediatamente.
—No te he visto en el tren.— dijo la voz del platinado sentándose delante de ella.

Leah no lo miró, solo se encogió de hombros.
—¿Y por qué te preocupas?— preguntó en forma de respuesta.— No somos amigos, de todas maneras.

Cierto. Draco la miró algo raro, para ver el diario delante suyo.
—¿Es tuyo?— preguntó con cierta curiosidad.

—¿Te importa?— dijo esta con tono molesto.
—¿Por qué me hablas así?— se excusó este sin entender su repentino comportamiento.

Leah rodó los ojos y no contestó. Lo ignoró hasta que la ceremonia terminó y todos tenían que irse a sus salas comunes. Tomó el diario y se fue sin esperar a nadie.

—¿Y bien? ¿Te ha dicho algo?— preguntó Daphne yendo junto al platinado el cual no dejaba de ver por donde se había ido la chica.
—No.— respondo este yéndose de allí de la misma manera.

Las amigas de la chica se extrañaron demasiado, cuando entraron en su habitación con la intención de preguntarle acerca de su comportamiento, Leah no estaba. Su cama estaba más que intacta.
—No sé que trama, pero espero que no se meta en líos.— dijo la peli negra bostezando.

—Leah es lista. Sabe lo que hace.— intentó ser positiva Daphne mientras se colocaba su pijama.
—Esperemos que no te equivoques.

"Ve al baño, donde se encuentra Myrtle la llorona."

¿Quién es esa?— se preguntó a si misma yendo con cuidado al baño del último piso, al que muy pocos alumnos se atrevían a ir.

Al entrar, la chica inspeccionó el lugar y un escalofrío le recorrió todo el cuerpo al estar completamente sucio, dejado y solitario.
—¿Myrtle?— preguntó esta.

Los llantos de una niña llamaron inmediatamente su atención.
—¿Hola? ¿Quien hay ahí?— preguntó la chica acercándose al cubículo de donde provenían los llantos.

—¡Y a ti que más te da!— gritó la voz de la niña saliendo de allí y asustando a Leah pues no era más que un fantasma.
—Eres Myrtle.— dijo viendo a la chica que flotaba.— ¿Myrtle la llorona?

El fantasma miró curiosamente a la chica y se colocó bien las gafas. Analizándola.
—¿Quién eres tú?— preguntó está algo desconfiada.— ¿Que haces aquí?

—Paseaba... soy Leah Potter. Un gusto conocerte.— dijo está viendo como Myrtle se iba de nuevo al cubículo donde se encontraba antes.— ¿Estás bien?

—¡Como quieres que lo esté! Eres la primera chica que me visita en bastante tiempo... estoy, feliz. Pero eso es triste...— dijo volviendo a llorar.
—¿Como es que acabaste siendo un fantasma? ¿Y por que lloras todo el tiempo?— preguntó la Slytherin con curiosidad.

Myrtle miró a Leah y se acercó a ella.
—Ojos amarillos, mortales. Letales.— fue su única respuesta.
—¿Mortales?— preguntó para si misma la chica.— Mortales...

Abrió el diario y escribió "Tom, ¿para que querías que viniera aquí?" pero no hubo ninguna respuesta de este. "¿Tom?" pero nada.
—Oh... yo también tenía un diario.— contó el fantasma.— Oh mi querido diario....

Leah al no obtener respuesta se fue a su sala común pues, al día siguiente empezaban las clases. Nuevo curso, que alegría.

you're my story (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora