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—Vamos, no podemos perder tiempo.— le dijo Leah corriendo hacia la cabaña de Hagrid.

—¿Sabes lo que nos harán si nos encuentran aquí? ¿Sabes lo que mi padre me hará si Dumbledore le informa que hemos estado aquí?— preguntó el platinado a su lado.

La chica lo ignoró hasta llegar al hogar del semi gigante del que desconfiaba tanto. Se asomó a la ventana y vio como Harry, Hermione y Ron hablaban con él.

Snape es malo! Intentó matar a Harry y quiere conseguir la piedra filosofal, tenemos que avisar a Dumbledore"

—¿La piedra filosoque?— preguntó el platinado sin tener mucha idea.
—Filosofal.— le corrigió la chica.— Mi hermano, dice que Snape es malo. ¿Por qué?

Draco pensó en el miedo que daba, lo mal que miraba a los alumnos y sobretodo el asco que les tenía a los Gryffindor. No le gustaban nada los famositos que pasaban por Hogwarts y también pensó en el carácter de este.
—No tengo idea.— dijo con claro sarcasmo.

—Púdrete.— soltó esta empujándolo.
—Oh cállate.— contestó este rodando los ojos.

Y de nuevo, habían vuelto a discutir, llamando la atención de los de dentro los cuales se percataron de inmediato.
—¿Esa no es Leah?— preguntó Hagrid.
—Si, con Malfoy. Harry...— dijo Ron temiendo que estos dos se chivaran.

—¿Qué? ¿Por qué quieres delatarlos?— preguntó la chica siendo arrastrada por el platinado al despacho de la profesora.

—Porque nos han visto, y si los delatamos primero no nos dirán nada a nosotros.— decía este con gran seguridad.

Leah frunció el ceño y se fijó en cómo se estaban dando de la mano mientras caminaban. Qué raro.
—Va a salir mal....

—Que no.

—¡Claro que va a salir mal!

El trío de oro caminaba apresurado, intentando ir a su sala comun intentando no llamar la atención de noche y no ser pillado por ningún profesor.
—No tan rápido, Potter, Granger y Weasley.

—Cagamos.

—¡Lenguaje señor Weasley!

Harry se giró y vio nada más que a McGonagall junto con Draco y su hermana detrás mirándolos. Simplemente genial.
—¿Que hacían a estas horas de la noche fuera de su sala común?— preguntó la adulta.

—Lo sentimos mucho profesora. Nosotros... no nos dimos cuenta de la hora y se nos pasó, no volverá a ocurrir.— trató de decir el azabache excusándose.

Hermione miró a Leah la cual le sonrió burlonamente mientras que Draco miraba a McGonagall orgulloso.
—Se les restará 20 puntos a los cinco y se les impartirá un castigo adecuado para esta situación.— dijo finalmente esta.

—¿Como que a los cinco?— preguntó el platinado confuso.
—Como oye señor Malfoy, usted y la señorita Potter no deberían estar tampoco rondando por los pasillos de noche. Por eso tendrán que cumplir el castigo.— terminó por decir está haciendo que el trío de Gryffindor sonriera ahora burlonamente.

you're my story (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora