⚜️⚜️...⚜️
Era por la mañana, y tanto Harry como Ron y los gemelos fueron en busca de Leah como el azabache le había prometido en la nota.
—Y, dime Harry, tienes ya pensado lo que le vas a decir cuando la veas, ¿no?— preguntó Fred mirándolo de reojo a lo que el azabache bufó.— No te entiendo, en serio, no te entiendo.
—Déjalo Fred, no vale la pena.— siguió diciendo George rodando los ojos.— Nadie entiende como es posible que abandonara a su propia hermana.
¿Acaso el pelirrojo estaba hablando como si el azabache no estuviera allí? Claramente si.
—Harry no tiene la culpa que Leah sea tan idiota y egocéntrica. Vamos chicos, es Slytherin.— anunció Ron ganándose miradas acusadoras de sus hermanos.
—Leah no tiene la culpa de tener unos tíos como los son ellos. Apostaría todos mis galeones a que os pegan, ¿no es así Harry?— preguntó de nuevo George.
El silencio que entonces se creó entre todos fue notable e incómodo. Fred quién conducía el coche volador paró en la ventana de los Potter y miró a los demás.
—Hemos llegado.— dijo de un suspiro a lo que el primero en bajar fue nada más que su gemelo el cual quería asegurarse que la chica estaba sana y salva.
El pelirrojo miró alrededor y no se creía lo que veía. El corazón se le encogió al darse cuenta de que la chica se había ido de ahí.
—Leah... um, ¿Leah?— dijo la voz del azabache empezando a preocuparse al igual que el pelirrojo el cual tomó la única nota visible encima de su supuesta cama.
—Genial.— bufó este volviendo a subir al coche sin dar explicación alguna al niño el cual seguía en shock por lo que su hermana había hecho.
Harry miró la nota de Leah y tragó hondo al leerla. "Si creías que te esperaría como una tonta, te equivocas. Nos vemos en Hogwarts."
—Así... que, ¿hemos venido para nada?— preguntó de forma ignorante Ron ganándose una colleja de parte de Fred el cual se quedó a gusto pero preocupado por la chica.
George, solo miraba por la ventana del coche pensando donde se encontraría la Potter, y si estaría bien. No sabía explicar el por qué pero sentía que debía protegerla ya que nadie al parecer lo iba a hacer.
Lo que nadie sabía era que Leah, en verdad estaba disfrutando de un batido mientras tomaba el sol y chismoseaba junto la abuela de Theo y él mismo, contando anécdotas, en su mansión.
—Que honor poder conocer a la hija tan querida de los Potter, que en paz descansen...— dijo la señora con lastima a lo que Leah sonrió tristemente.— Por Salazar... tienes los ojos de tu padre, sin duda te pareces mucho a él.
—Abuela... no la agobies mucho, acaba de llegar y seguro que quiere descansar, ¿no es así Leah?— le preguntó Theo con un tono algo tímido pero amable, haciendo sentir segura a la chica, y más acogida que nunca.
—La verdad es que si... ha estado un buen rato pero me gustaría descansar, no he podido dormir muy bien estos últimos días.— murmuró ella con algo de lástima.
La abuela de Theo la miró con compasión, intentando no fijarse en las marcas del cuello, o los moratones que tenia en los brazos, para no hacerla sentir incómoda.
—No hay problema, descansa todo lo que necesites, y si quieres algo, no dudes en llamarnos.— dijo con tono amable.El castaño le dio un beso a la señora y acompañó a la habitación de invitados a la chica la cual se notaba exhausta.
—Leah...La chica miró a su amigo y vio que estaba algo nervioso, algo preocupado y se sintió mal por todo. Por las molestias que estaba dando seguramente.
—Theo, en serio, no te preocupes.— trató de calmarlo a lo que este negó.—En serio, me lo hubieras dicho y podrías haberte quedado todo este tiempo aquí, ¿por qué dejas que te pasen esas cosas?— le preguntó el chico mientras caminaba tranquilamente por los pasillos.
Ella solo negó, le sonrió tristemente en cuando llegó a su cuarto y suspiró de cansancio.
—Estoy muy agradecida por toda tu hospitalidad pero, no quiero ser una molestia, no quiero que tu abuela haga grandes esfuerzos y no quiero ser un estorbo.— admitió ella ganándose una risa sarcástica de él.—¿Bromeas? Estoy solo sin poder salir de aquí todo el verano, me alegra que vengas, no solo porque así te pueda cuidar un poco, sino por que me alegra poder divertirme con una amiga y no aburrirme todos los días de verano.— explicó este.
Leah le sonrió tiernamente y se despidió de él para entrar a la habitación y estirarse de golpe en la inmensa cama, elegante y sofisticada que había allí y quedarse plácidamente dormida.
Y si, Leah le había dicho a Theo que no se preocupara en nada sobre lo ocurrido con sus tíos y su hermano, pero... ¿Quién sería si no se lo contara a su mejor amigo?
Cuando Blaise leyó todo detalladamente, tragó nervioso y hondo, además de preocupado por su amiga la cual claramente estaba sufriendo.
—¿Qué lees?— le preguntó Draco leyendo un libro desde su cama, tranquilamente.— ¿Y esa cara?El moreno negó pues no sabía si sería correcto explicarle lo sucedido al platinado. ¿Qué le haría a Harry? Blaise sabía que Draco tenía sentimientos fuertes por la Potter, y si le pasaba algo, no sabía de lo que sería capaz.
—Es una carta, de Theo.Draco asintió esperando a que el moreno le siguiera contando más sobre la misteriosa carta no obstante su amigo bajó la cabeza ingiriendo lo que acababa de leer.
—¿Blaise? Todo bien, ¿no?
—No.
—¿No?
—No.
Al cansarse de preguntar, Draco se levantó de la cama con intención de leer la carta sorprendiendo al moreno el cual no supo otra manera de decírselo.
—¡Theo me ha escrito, me ha dicho que está bien, pero la que no está bien es Leah!— gritó alejándose del platinado el cual le cambió la cara completamente en segundos.
—¿Qué pasa con ella?—preguntó empezando a preocuparse y a estresarse.— Blaise, dime que le ha pasado. Ahora.
Y finalmente el moreno decidió entregarle la carta a este el cual la leyó con atención, ya que cada maldita palabra que leía, a cada frase que acababa de leer, más rabia y furia entraba en su cuerpo.
Al pensar lo que había pasado con ella, arrugó la carta furioso y miró a Blaise con seguridad.
—El idiota de su hermano me las va a pagar, va a pagar lo que le ha hecho.
ESTÁS LEYENDO
you're my story (Draco Malfoy)
Fiksi Penggemar-De todos modos, ¿que crees que haces aquí? Sabes que a tu hermano no le gusta que te acerques a mi. -¿Y a quién le importa lo que le guste a mi hermano?