you're my story (Draco Malfoy)

27

⚜️⚜️

Cuando el trío de oro llegó al gran comedor, con ya Hermione curada de ser petrificada, se sentaron en la mesa Gryffindor donde todos los esperaban.

—Contarme, ¿que ha sucedido?— preguntó la castaña intrigada y emocionada por saber.

Ron en ese momento vio como Leah, Pansy y Daphne también se sentaban en la mesa.
—Es raro, y no nos vas a creer.— empezó a decir este resecándoselo la cabeza.
—Si Malfoy no nos hubiera ayudado, Leah no estaría aquí ahora.— terminó por decir Harry viendo a este.

—¿Malfoy? ¿Cómo?— preguntó la Gryffindor mirando también de reojo al platinado.
—Sabía cosas, y nos ayudó a encontrar la cámara de los secretos. Salvó a Leah.— dijo el pelirrojo sin más.

Los tres Gryffindors miraron al nombrado una vez más, viendo como este, disimuladamente miraba de reojo a Leah.
—Entonces fue por ese diario.— dijo Pansy a lo que la chica asintió.

—Pero ya está todo bien.— terminó de decir la chica mientras algo nerviosa e incómoda explicaba si última experiencia siendo poseída.
—¡Cuéntanos más!— pidió Blaise queriéndose enterar del chisme.

—Está claro que no puede.

Todos los Slytherins pendientes del relato de la spotter miraron a Draco el cual tranquilamente jugaba con su cuchara.
—¿De qué hablas? Tu no estabas ahí.— le repuso Theo haciendo que este asintiera.

—Cierto, no estaba ahí pero... he escuchado que aquí, nuestra compañera Potter estuvo desmayada todo el tiempo mientras la salvaban.— dijo este encogiéndose de hombros.
—Ah.— soltó Blaise de un bufido.— Bueno, da igual, si estuviste inconsciente debe haber sido duro...— ahora todos miraban a ella.

—Si...— respondió como pudo.

Y como si nada hubiera pasado, cada uno de las serpientes volvió a sus asuntos, dejando a Leah en paz que claramente ella agradeció.

Suspiró más tranquila y notó una sonrisa burlona, así viendo de Draco.
—De nada.— dijo este ahora para que sólo lo escuchara ella.

—No necesitaba tu ayuda.— dijo esta con todo el orgullo que tenía.

El platinado levantó una ceja de manera burlona haciendo que ella se picara aún más.
—¿Algo más que decir?— preguntó Leah sintiendo cómo no había dejado de mirarla en ningún momento. Al final, iba a ponerse nerviosa.

—Te saldrán arrugas si mantienes esa cara de perro, Potter.— la molestó este haciendo que la chica rodara los ojos.
—Que pesado eres.— murmuró ella para si misma en voz alta, para que el lo escuchara.

El curso terminaba y una nueva etapa comenzaba para todos los alumnos de Hogwarts. Muchos estaban asustados pues, no sabían realmente que había provocado los ataques ni quien había abierto la cámara de los secretos.

Harry miró a su hermana la cual se encontraba demasiado aburrida con el discurso de despedida de Dumbledore. Sonrió cuando ella también lo miró.
—¿A quien miras Harry?— preguntó la voz de Fred también muerto del aburrimiento.

—A Leah.— respondió este llamando la atención de George quien también lo hizo.

La chica intentaba no reírse de las tonterías que hacían los gemelos desde su mesa y mientras Pansy y sus amigos observaban.
—¿Eres amiga de los Weasley?

Al escuchar ese apellido, Draco no dudó en prestar atención en la chica. No sabía porqué, pero le interesaba.
—George y Fred... son otro planeta.— respondió esta con una pequeña sonrisa entre los labios.

¿Por qué de repente el mal humor se apoderó en Draco de nuevo? ¿Por qué sus ánimos pasaron a ser zero en un momento?
—Te juntas con traidores, deberías ir a Gryffindor en vez de Slytherin.— soltó con algo de odio.

Pansy quien no se había dado cuenta de aquel pequeño detalle, suspiró y bajó la mirada.
—Son más amigables que algunos.— respondió Leah mirando al platinado quien tenía los puños apretados.

—Me das asco.— soltó este con rabia.
—Me parece perfecto.— contestó ella.

—Me gustaría saber de que están hablando.— murmuró Fred desde la mesa de Gryffindor, viendo a los dos niños pelear de nuevo.— Soy team Leah.
—Todos lo somos.— respondió George.

—A saber lo que ha hecho ahora.— mencionó Harry refiriéndose a su hermana, ganándose miradas de todos.— Oh, vamos... conozco a Leah, no es una santa.

—Vamos amigos, no tenemos que estar enemistados. Por favor, por favor, no os peleéis.— suplicaba Blaise ahora viendo al platinado y a la chica.
—No vale la pena.— dijo Theo apoyando al moreno.

—Me da igual, no quiero estar cerca de una sucia traidora que se junta con sangres sucias y traidores, comadrejas.— explicó este con superioridad.
—Te crees muy puro, pero tu y yo sabemos lo que en el fondo piensas, Malfoy.— le recordó la chica.

Y era cierto. En primer año, cuando los dos se juntaron con Hermione y Ron. Este año, pensó el platinado. Había estado con todos ellos... por ella.
—Tu eres la mala influencia.— le soltó este.— Decide, nosotros o ellos.

Leah miró a sus amigos, quienes estaban hartos de todo aquel drama. El drama, creado por Draco.
—Me da igual con quien esté mientras no sea contigo.— dijo finalmente.

—Bien.

—Bien.

—¡Buenas vacaciones de verano!— anunció Dumbledore dando paso a la salida para todos.

El platinado miró a Leah amenazante y levantó las cejas, en forma de superioridad.
—Que lo pases bien con tus tíos en el mundo muggle, traidora.— dijo estrechándole la mano.

Leah lo miró raro y en vez de aceptarle la mano, pues le parecía un gesto demasiado hipócrita, le sonrió sarcásticamente y pasó por su lado, chocando los hombros.
—Por Merlín... sois unos dramáticos. Los dos.— mencionó Daphne ahora yendo detrás de la chica seguido de Pansy.

Blaise y Theo por otra parte miraron al platinado quien seguía con el brazo extendido.
—¿Draco?— le preguntó el castaño.

Este cerró los ojos y de la rabia tomó aire profundamente, pues no era de buenos modales ponerse a gritar en medio del comedor.
—La odio. La odio tanto que la empujaría a cualquier pozo con dragones para que se la comieran viva.— dijo muy tranquilo.

El moreno se colocó detrás de Theo quien estaba bastante asustado ante esa reacción.
—Draco creo que estás exagerando... cuando empiece tercer año, estoy seguro de que volveréis a ser amigos.

—Nunca hemos sido amigos, y nunca lo seremos. No soy amigo de traidores.— murmuró este al fin yéndose de allí.

Tercer año... allá iba.