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Llovía y los cinco chicos no tenían ni idea de que hacer. No confiaban entre ellos.
Teníamos a Ron el cual estaba furioso pues siempre había habido odio por su parte a los Malfoy. Todo lo que estuviera relacionado con ellos, incluida su gente cercana, donde entraba Leah.
La chica y él habían sido amigos, o al menos eso pensaba el pelirrojo. Suponía que al haber estado en Slytherin la había cambiado y corrompido por completo.
—Si hay algo que no quiero, es que nos maten a todos, tampoco quiero morir de frío.— dijo Leah ahora acercándose a los Gryffindors.— Se que no confiáis en nosotros, pero como ha dicho Draco, también me buscan a mi.
—¿Por qué?— preguntó Hermione cruzada de brazos intentando entender la postura de los Slytherins.
La castaña nunca había sido cercana a Leah y no se consideraban amigas. Conocidas más bien dicho.
Cuando Hermione vio por primera vez a la hermana del chico que vivió pensó que serían muy grandes amigas, y la admiraba.
Al ver que ella misma se volvía en contra de su hermano y se juntaba con las personas que se burlaban de ella, olvidó inmediatamente aquella idea. Y dado que siempre había tenido sentimientos hacia tal pelirrojo, no le hacía gracia que tuviera relación con Ron.
Era bastante celosa.
—Eso da igual. ¿Sabéis de algún lugar donde podamos ir?— preguntó esta de nuevo.— Eso, o separamos caminos.Era buena idea pensó Harry bajando la guardia al igual que su varita. La relación de los hermanos Potter estaba más que distanciada. El chico no sabría decir cuando pasó. Tampoco quería acordarse.
Suspiró y en aquel momento, recordó la casa de Sirius. Después recordó que su padrino le había pedido un montón de veces que cuidara a su hermana. Tenía sentimientos encontrados.
—Si es verdad que te buscan, somos fugitivos. Supongo que podéis quedaros en la casa de Sirius hoy. Mañana cada uno seguirá con su vida.
El azabache no sabía si matar a su hermana o llorar de la tristeza que le daba haberla perdido. ¿Como había podido pasar? Siempre había estado para ella, ¿no?
Mientras caminaban hacia el refugio, el trío de oro, el cual iba por delante estaba callado. No sabían que más decir o hacer. Estaba claro que no podían matarlos.
Leah caminaba con algo de frío. Estaba cansada y no estaba segura de si se podían quedar con Harry. A saber que podían tramar.
—Toma, estás temblando.— murmuró de repente el platinado colocándole su chaqueta por encima.Ella solo le sonrió tímidamente. La verdad es que se sentía mucho mejor al saber que alguien de confianza estaba a su lado.
Al llegar, los cinco chicos no se dirigieron la palabra y se separaron el trío de oro por una parte y Leah y Draco por otra para poder descansar mejor.
—Aún no entiendo que hacen aquí Harry. No creo que debamos confiar en que ese par no hagan nada.— murmuró Ron mientras se sentaba en un sofá.
—No quiero hablar de este tema ahora.— respondió este.
—¿Por qué la buscan?— pregunto ahora Hermione pensando mientras escribía cosas en su diario.—Siempre había pensado que seríamos amigos pero nos ha traicionado por completo. Vamos Harry, sabes que tu hermana es mala.— insistió Ron.
—Si es tan mala... ¿por qué la buscan y Draco está con ella? No tiene sentido.— sigui diciendo para si misma la castaña.
El azabache suspiró pesadamente mientras se sentaba en el suelo.
—Ron, por mucho que quiera arrancarle la cabeza, es mi hermana. Si tenemos que matarla por cualquier circunstancia, no voy a ser yo.Hermione en aquel momento tosió para frenar al chico.
—¿Que pasa?— preguntó ahora este mirando hacia la puerta.Leah se encontraba ahí con una caja llena de comida.
—Había pensado que tendríais hambre. Estaba en la despensa, adiós.— dijo ignorando lo que acababa de escuchar y finalmente yéndose escaleras arriba.¿Como podría dormir en esa situación?
—Si algún día te preguntas por qué.— empezó a decir Draco quien también acompañaba a la chica.— Tú y tus acciones de mierda son la respuesta.Harry no lo aguantaba.
—Aléjate de ella.— habló el azabache algo agresivo.— Te lo advierto.
—¿Y que harás?— dijo este ahora cruzándose de brazos.Harry se levantó y se acercó a Draco aún dejando algo de distancia.
—Mi hermana es así, por ti. Si le pasa algo es porque tú y tu mundo de mierda la ha arrastrado. No eres bueno para ella.— le contestó este.— Nunca serás algo Malfoy. No te hagas el héroe ahora, porque tú mismo sabes que eres un monstruo y mi hermana, lo es por ti.—No sabes de lo que estás hablando.— empezó a decir este.
—Claro que lo sé. ¡Mi hermana daría su vida por ti! Tu solo eres un cobarde más. No la mereces, ¿entiendes? Has cavado su tumba.El platinado tragó hondo. Pasó de responder y se fue escaleras arriba intentando aguantar las ganas de llorar.
¿Y si era cierto? Siempre había estado al lado de Leah. Le había salvado de muchas ocasiones peligrosas de niños, de hecho, siempre la había vigilado. Más que su propio hermano.
Aún así, se sentía mal. ¿Por qué?
—¿En que piensas?— preguntó la nombrada la qual miraba por la ventana de la habitación.Draco sintió una inmensa paz al ver a la chica. El mundo se paralizaba en cuanto estava cerca de Leah.
—Es irónico. Todo esto es... no sabría como explicarlo.— dijo mientras se sentaba a su lado.—¿A que te refieres?
—Se suponía que debía usarte para que mi padre estuviera contento, y ahora...Leah miró como el platinado intentaba creerse su propias palabras.
—¿Ahora qué?— le ayudó la chica a lo que este sonrió tristemente.—Ahora, eres lo más importante que tengo en mi vida. Has sido lo mejor que me ha podido pasar Leah Potter.
Decir aquellas palabras no eran de personas cobardes. Draco había tenido mucho miedo y orgullo como para admitirlo. Suponía que las palabras de Harry le habían hecho abrir los ojos.
—Siempre lo supe.— contestó ella acercándose aún más a este.— Draco, hemos pasado por tanto... y siempre estabas ahí. Siempre supe que eras tú.
El platinado tomó las manos de Leah y las abrazó entre las suyas.
—No voy a dejar que te pase nada. ¿Entiendes? Me da igual que quieras salvar el mundo, no voy a perderte.En otras palabras, ella era su mundo.
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you're my story (Draco Malfoy)
Fanfic-De todos modos, ¿que crees que haces aquí? Sabes que a tu hermano no le gusta que te acerques a mi. -¿Y a quién le importa lo que le guste a mi hermano?