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— ¿Eh?
Takemichi quedó en estado de shock durante algunos segundos, preguntándose si quizás había escuchado mal la petición de la pelirroja, pero estaba bastante seguro de que había escuchado bien. Entonces quizás era una broma... no, ella parecía estar hablando muy en serio. ¿Y por qué le pediría eso? Pensaba que ella y Hinata ya se llevaban bien; hasta organizó su funeral.
Mientras más pensaba en una explicación, menos sentido tenía para él toda la situación.
No podía evitar pensar que Mika no le pediría algo como eso. ¿O sí? ¿De que tanto se había perdido de lo que sucedió en su vida para que ella llegue a esa conclusión?
La vio sacar algo de un cajón y entró en pánico, pero luego se tranquilizó al ver que era una caja pequeña.
— Relájate, son cigarros hechos de chocolate. — la fémina habló al notar el comportamiento de Takemichi. — A Shikei nunca le gustó la idea de que fume; por lo menos debería respetar eso.
— ¿Por qué... — empezó a preguntar, aún inseguro sobre lo que iba a decir. — ¿Por qué me pides que deje de tratar de salvarla?
— Porque Hinata Tachibana tiene que morir. — mordió uno de los dulces en su mano. Mientras tanto, suavemente, los dedos de la otra mano de la fémina golpearon el escritorio; uno por uno, de forma casi rítmica como si fuera un tambor. — Takemichi, cariño, — utilizó un apodo como acostumbraba a hacerlo con la mayoría de personas, buscando disminuir el miedo que al parecer crecía dentro de su amigo. — necesito explicarte las cosas para que no me malinterpretes.
— No entiendo nada de lo que está pasando. — dejó sus pensamientos salir en voz alta. Al parecer su intento por parecer amigable había fallado.
Mika se levantó de su asiento y apoyó sus manos sobre el escritorio.
— Takemichi, escúchame con atención. — su tono se volvió mucho más serio, por lo que él se dio cuenta de que debería hacer caso. — No sabes las fuerzas con las que te estás metiendo. La gente muere cuando tiene que morir, y no es tu deber aumentar esa esperanza de vida; ya lo hiciste cuando salvaste a Naoto, y no puedes seguir haciéndolo. Si continúas con esto, vas a afectar al equilibrio del universo y las vidas que “salvaste” van a ser cobradas tarde o temprano; no vale la pena. No estás salvando sus vidas; estás retrasando sus muertes, y eso me molesta porque retrasa mi trabajo.
— Sigo sin... entender nada.
— Deja de viajar en el tiempo y de tratar de salvar personas, o habrán serias consecuencias.
— Pero yo... — no se atrevió a decir nada más, pero fue suficiente para que Mika capte el mensaje.
— Por supuesto, yo no puedo impedirte hacerlo si tú quieres seguir intentando; lo que haces sólo me está perjudicando a mí, de todas formas. Adelante, trata de salvar a tu novia, pero luego no digas que no te lo advertí; mi yo del pasado quizás no sea tan amable de dejarte hacer lo que quieras.
