【 𝙈𝙚𝙢𝙤𝙧𝙞𝙚𝙨 2 】

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ERA DIFÍCIL, aún así, mantener la esperanza de encontrarla cuando no había ni un rastro de ella en ninguna parte

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ERA DIFÍCIL, aún así, mantener la esperanza de encontrarla cuando no había ni un rastro de ella en ninguna parte. Con cada día, cada semana, cada mes y cada año que pasó, empezaba a temerse lo peor. ¿Y si le había pasado algo? Salió corriendo sin llevarse nada con ella. ¿Dónde estaba durmiendo? ¿Qué estaba comiendo? ¿Tenía frío en las noches? ¿Se sentía sola? ¿Ella también lo estaba buscando y por eso no lograban encontrarse?

No tenía caso, no tenía una respuesta a todas esas preguntas. No tenía idea de nada y seguía intentando mantenerse positivo. Aún cuando le dijeron que no tenía sentido, aún cuando la probabilidad era baja, aún cuando quizás debería estar haciendo algo más que seguir buscándola. No podía... no iba a rendirse, porque le prometió que nunca la dejaría sola.

Y finalmente, tras tres años de una larga búsqueda...

— Para aquí, por favor. — le pidió a Shinichiro, quien detuvo su motocicleta para que pudiera bajarse. — Quiero buscar por este lado.

— ¿Seguro? Estábamos yendo al centro para preguntar por ahí si alguien la ha visto, y además ya casi anochece; quizás no dé tiempo para todo hoy.

— Entonces ve tú al centro; yo buscaré por aquí. Iré hacia allá cuando termine.

— Como quieras, pero asegúrate de no tardar demasiado. Ya está todo cubierto de nieve y pareciera que va a empezar a nevar otra vez; te vas a resfriar.

— No importa, yo estoy bien; mi hermana está por ahí sin nada para abrigarse. — giró su cabeza para mirar hacia el lugar donde iba a buscar, planeando mentalmente dónde iba a ir y por cuánto tiempo buscaría, cuando sintió los labios de Shinichiro en un cálido beso sobre su mejilla; haciéndolo sonrojar. —...¿Qué haces?

— Es para la suerte. — le sonrío, volvió a acomodarse en su motocicleta y encendió el motor una vez más. — No vayas a sobreesforzarte, ¿sí? Prométeme que vendrás conmigo en máximo dos horas.

— Bien, lo prometo. — se despidió con la mano mientras lo veía alejarse, para luego concentrarse en la tarea que tenía por delante. Comenzó a caminar por los alrededores y observó todo lo que había en las calles al avanzar. — ¡Mika! ¡Mika, ¿estás aquí?! ¡Mika! ¡Soy yo, soy tu hermano! ¡Si estás aquí...! ¡Lo siento! ¡Prometí que no te abandonar, pero pasó un día y te perdiste! ¡Lamento mucho lo que pasó; los policías debieron haberte asustado! ¡Pero está bien, Mika, todo está bien ahora! ¡Ya tengo 18 años, hice el papeleo y puedo ser tu tutor legal! ¡Podemos seguir juntos! ¡Mika! ¡¿Estás aquí, Mika?! ¡Sé que estoy lejos de ser el mejor hermano que hay, pero... déjame arreglarlo! ¡¿Me oyes?! ¡Si me oyes...! ¡Por favor, vuelve a casa conmigo! ¡Mika, por favor! ¡Sé que no te gusta obedecer y que probablemente estás enojada conmigo, pero por favor! ¡Por favor, vuelve! ¡Dime que estás aquí! ¡Dime que estás bien y regresemos juntos! ¡Mika! ¡¿Es que crees que yo estoy enojado contigo porque saliste corriendo?! ¡No es así! ¡No estoy enojado, Mika! ¡Eres... Eres mi hermanita! ¡La mejor hermana pequeña que podría haber pedido, y te quiero! ¡Quiero que vuelvas! Vuelve, por favor... eres mi hermana... ¿no se supone que, cuando los padres se van, los hermanos solo se tienen el uno al otro? Mika, si me escuchas... no me importa que hayas huido; solo quiero recuperar a mi hermanita... a mi familia. — no obtuvo respuesta, solo había silencio alrededor, pero ese silencio lo hizo llorar. — Mika...

𝙳𝚎𝚊𝚝𝚑 𝙶𝚕𝚊𝚛𝚎 - 𝚃𝚘𝚔𝚢𝚘 𝚁𝚎𝚟𝚎𝚗𝚐𝚎𝚛𝚜 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora