𝚇𝚅𝙸𝙸

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LLEGARON a la entrada del edificio — el cual admitían que era bastante grande —, y antes de entrar a él, Kisaki le dio una advertencia a Hanma.

— Por lo que sé según lo que ella dijo, este lugar es serio, así que será mejor que te comportes. También que sepas que está prohibido fumar aquí. — señaló un letrero pegado a la puerta principal. Además de fumar, estaba prohibido ingresar con gorras, lentes de sol, comida, armas... vaya reglas más específicas tenían.

— Parece un banco por la seguridad que tiene. — el más alto expresó con total sinceridad. — Lo raro es que los animales no están prohibidos.

— Bueno, a veces los animales se comportan mejor que los humanos. — tomó la manija de la puerta para entrar. — Iremos y preguntaremos dónde está ella para hablarle directamente. Ya que el sigilo no nos funcionó, habrá que sacarle información de otra forma; lo ideal sería que decida cooperar y trabajar con  nosotros. Te comportas cuando estemos adentro.

— Ya me habías dicho eso.

Los dos entraron al edificio, sin prestarle mucha atención a los detalles elegantes de la estructura. Más que nada les intrigaba el hecho de que la mayoría de los empleados eran adolescentes o, en todo caso, aún muy jóvenes para ser considerados adultos; jurarían que hasta vieron a un par de niños pasar.

Hasta la persona en la recepción era una adolescente.

— Hola y bienvenidos a la funeraria “Tamashi no niwa”. ¿En qué les puedo ayudar el día de hoy? — la chica los recibió con una amable sonrisa, aunque de lejos se notaba que estaba harta de los clientes.

— Mika Tamashi. Ella trabaja aquí, ¿verdad? — Kisaki decidió lidiar con el asunto lo más rápido que pudiera. — ¿Dónde está?

— Si quieren verla, me temo que tendrán que esperar a que termine su horario laboral ya que asumo que ninguno de los dos tiene cita previa para hablar con ella.

— ¿Y cuándo acaba su horario laboral?

— ¿Hoy? — revisó la computadora frente a ella. Por un momento sólo escucharon sus uñas chocar con las teclas. — En algún punto entre las 9:00 y las 11:00pm.

“Hoy”, o sea que su horario era flexible. No trabajaba lo mismo todos los días; igual y podía sacar ventaja de ese hecho.

— Si el horario es tan desorganizado, ¿qué problema hay con que le quite 10 minutos de su tiempo?

— A la señorita Tamashi no le gusta desperdiciar su tiempo; tiene muchas cosas que hacer. Ahora, ¿hay algo más con lo que les pueda ayudar?

— Sólo déjame-

— Hey. — imposible no reconocer la voz de Mika. Estaba detrás de él, pero, al voltear, ella sólo lo quitó del camino para hablar con la recepcionista; lo ignoró por completo. — Mi reporte del 3 de agosto. ¿Lo leyeron?

𝙳𝚎𝚊𝚝𝚑 𝙶𝚕𝚊𝚛𝚎 - 𝚃𝚘𝚔𝚢𝚘 𝚁𝚎𝚟𝚎𝚗𝚐𝚎𝚛𝚜 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora