𝚇𝙸𝚇

101 14 2
                                    

༻༺

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

༻༺

— ¿Qué es lo que necesitas?

Mika estaba apurada porque ese día milagrosamente durmió de más. Fueron apenas unos minutos en que su alarma no sonó, pero eso le arruinaba todo su día meticulosamente planeado minuto a minuto. Se maldijo a sí misma porque no era usual en ella tener ese tipo de descuidos, pero en consecuencia a eso ahora estaba terminando de ponerse su uniforme escolar mientras contestaba una llamada.

No tenía tiempo para ello, pero sabía que la persona que la estaba llamando era impaciente y se iba a enojar si no contestaba de inmediato. Aún cuando su impulso natural hubiera sido ignorarlo y luego quejarse sobre que no debería llamarla tan temprano en primer lugar.

— ¡Mika! — escuchó a su hermano llamarla desde la planta baja. Normalmente ya se habría marchado a trabajar para cuando despertaba, pero ese día casualmente no tenía nada que hacer debido a que hasta en su trabajo le dijeron que trabajaba demasiado. — ¡Vas a llegar tarde!

— ¡Estoy al teléfono! — informó al terminar de vestirse.

— El otro día no tuvimos mucho tiempo de hablar sobre lo que vamos a hacer. ¿Tienes tiempo ahora? — oyó la voz de Kisaki al otro lado del teléfono, a quien no parecían importarle los gritos entre ella y su hermano mayor.

— ¡Mika! ¡Ni siquiera has desayunado! ¡Baja ahora mismo!

— ¡Que estoy al teléfono! ¡Ya voy! — finalmente salió de su habitación lo más rápido que pudo y empezó a bajar las escaleras. — Maldita sea, Kisaki, ¿te parece que tengo tiempo?

— Eso te pasa por no tener relojes en tu casa. — la regañó, pero eso pareció hacerla enojar más.

— ¿Qué te importa lo que tengo o no tengo en mi casa? Además, sí hay relojes aquí, pero sólo de los que no hacen ruido.

— ¿Entonces cómo pones alarma...?

— El ruido de la alarma es otra cosa.

— Mika, deja el teléfono y desayuna algo antes de irte. — le pidió Shikei al verla parada con el teléfono en la oreja.

— Comeré en el almuerzo.

— Nada de “comeré en el almuerzo”; no te vas a estar saltando comidas Mika Tamashi.

— Aghhhhh. — Kisaki en ese momento se arrepintió de haber llamado, pero siguió escuchando. — Mira, Kisaki, ahora no tengo tiempo para esto, pero luego hablaremos sobre... eso. — tomó unas galletas que estaban en la mesa y se las llevó antes de salir de la casa. — Sólo quiero que recuerdes bien todo lo que te dije.

𝙳𝚎𝚊𝚝𝚑 𝙶𝚕𝚊𝚛𝚎 - 𝚃𝚘𝚔𝚢𝚘 𝚁𝚎𝚟𝚎𝚗𝚐𝚎𝚛𝚜 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora