Love me [jorey]

¹⁸

Habían pasado tres días de lo sucedido y seguía doliendo igual o peor que el primer día.

—¿Estás seguro? ¿No quieres que me quede contigo? Amigo, sabes que yo no tengo ningún problema en quedarme

—No, Chris, quiero estar solo... Yo quiero estar solo...

—Es por Corey ¿Verdad?— Se quedó en su lugar, quieto, con el vaso de agua en su mano. Que haría ahora.

—¿Cómo? No entiendo porque metes a Corey en esto— Río incómodo y tomo su agua de un trago, debía mantenerse indiferente.

—Joey, no soy un idiota. Tal vez haya maquinado todo pero los noté muy cercanos. Desde esa vez en el hotel. Además... Vi tus ojos cuando veías el diario. Amigo, dime que solo estoy maquinando y que no eres gay, y mucho menos que estás con Corey... Dime que no

Sus ojos estaban perdidos mirando algún lugar o tratando de mirar, otra vez estaban llenos de lágrimas ¿Cuanto más lloraría? ¿Por qué sus ojos no podían descansar solamente cinco minutos? La primera lágrima salió y escuchó como su amigo decía un:
"No puede ser Joey, no me jodas." Y se tomaba su cabello tirándose contra el respaldar de su sofá.

Quería que todo fuera una broma o un sueño, que despertaría en su litera con Corey al lado suyo durmiendo, y que nada de esto hubiera pasado.

—Yo... Solo, lo siento

¿Por qué lo sentía? Él no estaba haciendo nada malo, solo amaba a alguien, no estaba mal amar ¿O si?
¿Era su culpa todo esto? Claro que lo era, él fue el primero que dió el primer beso, todo esto era un efecto mariposa.

—No hables, solo cállate, necesito asimilarlo.

Cerró su boca y acarició a uno de sus gatos. Sus lágrimas caían silenciosamente por su rostro

¿Por qué era el único que sufría?

En sí ¿En qué le afectaba a Chris? ¿Dejaría de ser su amigo solo por gustarle Corey? ¿Solo por ser gay?
De seguro sentía asco por él.

—Está bien si no quieres hablarme, se que debes sentir asco por mí... Yo mismo me tengo asco, así que te entiendo. La puerta está abierta para que te vayas...

Chris reaccionó y dejó de mirar el techo para verlo.

Algo en su pecho se apretó, su amigo se veía tan pequeño, su nariz estaba roja por inhalar el agua que caía de ella, sus ojos rojos llenos de agua que parecía que en ningún momento se acabaría, como abrazaba a su gatito, y como este ronroneaba. Lo que escuchó le dolió.

—Me doy asco y me odio.

Eran palabras que no fueron dirigidas para él, Joey las había dicho para él mismo.

Se acercó para darle un abrazo, le daba un rechazo grande el saber que su mejor amigo era gay, pero verlo tan solo y tan frágil le dolía, Joey estaba solo, no tenía a nadie, solo a él mismo y eso era tan peligroso.

—Lo siento mucho Nathan, pero debo irme.

Vio como esos ojos celestes se inundaron aun más, le revolvió el pelo y salió de esa casa, antes de salir, cuando había abierto la puerta escuchó el llanto de su amigo, era desgarrador, sin mas cerró esa puerta y fue a su auto.

Amaba a Joey, pero no podía verlo.

Sin mas, se fue, debía hacer algo por él.