Capítulo 20

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Me despierto a las siete de la mañana y me doy una ducha. Me visto con unos pantalones vaqueros de tiro alto, un top lila asimétrico con un volante en el hombro derecho y unas sandalias planas.
Me aplico una base de maquillaje y me pinto los labios de color mate.
Cojo mi maletín y camino hasta llegar a la facultad de medicina. Charlo con un grupo de chicas que esperan en la puerta y me alegro al ver que son amables. Mis amigos apenas me hablan y nos hemos distanciado. Durante esta semana en Alemania me he dado cuenta de que no me querían tanto como yo pensaba. Todos me han defraudado pero no me siento culpable. Además, una retirada a tiempo es un triunfo.
Voy a iniciar una nueva etapa y espero conocer a gente maravillosa que merezca la pena.
Estoy muy nerviosa y ni siquiera he sido capaz de desayunar.
A las ocho suena la campana y todos entramos en clase. La sala es enorme. Hay muchas filas de pupitres a ambos lados del pasillo y al fondo hay una gran pizarra y una mesa para el profesor. Decido sentarme en primera fila y Eda toma asiento a mi lado. Me reconforta saber que cuento con ella para lo que necesite.
Las horas pasan volando. Hemos conocido a todos los profesores y han explicado brevemente la forma en la que van a impartir sus asignaturas.
A las dos salimos de clase y Eda me presenta a sus amigas: Agatha, Adelina, Aubrey y Emma. Son encantadoras y me caen genial. Decidimos ir a comer para celebrar nuestro primer día. Vamos a un restaurante de comida china y pedimos pollo Kung Pao, rollitos de primavera, costillas agridulces y arroz tres delicias. Mientras comemos descubro que Emma es de Nueva York, Eda de Turquía, Aubrey de Berlín, Agatha de Polonia y Adelina de Francia. Yo les digo que soy española.
-Brindemos por todas las culturas-digo a la vez que levanto mi vaso de Coca-Cola.
Tras hacer el brindis Aubrey dice:
-¿Cómo lleváis hablar en alemán?
-Como podemos-decimos el resto al unísono.
Ella se ríe y murmura:
-Yo os entiendo bien así que no os preocupéis.
-Yo lo que peor llevo es el acento. Me cuesta la misma vida pronunciar bien-digo.
-Bueno... ya te acostumbrarás.
Charlamos durante un rato más y finalmente pagamos la cuenta. Vamos a Starbucks y pedimos un café latte. Más tarde, me despido de ellas y vuelvo a la residencia. De camino, me compro un
A las cinco les hago una videollamada a mis padres y les cuento cómo me ha ido el día. Además veo a mi hermana Natalia. ¡Cómo ha crecido! Les mando un beso y cuelgo.
A las seis me dispongo a limpiar el baño cuando suena el móvil. Me ha llegado una notificación. Lo cojo y veo que Odei me ha escrito:

-¡Hola!¿Cómo ha ido tu primer día de clase? Te echo de menos canija.

Leo el mensaje varias veces con una sonrisa de felicidad en la cara y le contesto:

-¡Hola desaparecido! Mi primer día ha sido fantástico. He conocido a mis profesores y compañeros y son encantadores. No me puedo quejar. Yo también te echo de menos. ¿Cuándo vuelves? 🤗

-El viernes estoy de vuelta. En cuanto llegue nos vemos, ¿vale?

¡Hasta el viernes! Me muero de ganas por verle. No puedo esperar ni un minuto más.

-Vale. Te mando un beso. 😘 Muuuaaac.

-Otro para ti. Deja de mandarme muñequitos que ya sabes que no me gustan.

-Me muero por que me envíes un emoji. Me harías muy feliz. 🙊

-Melisa, sabes que eso no lo voy a hacer jamás. Deja de insistir.

-😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭

-Lágrimas de cocodrilo.

-Estoy llorando de verdad. ¿No me crees?

-NO

-Me voy a comer galletas Knoppers que tengo hambre. Están buenísimas, ¿quieres una? 😋🍪

-Déjate de jueguecitos. Además hoy es lunes y sabes más que de sobra que no como nada de ese tipo hasta el finde.

-¡Qué fuerza de voluntad! Yo necesito mi dosis de chocolate todos los días.

-¿Dosis de chocolate? Yo solo necesito dosis de amor.

Inmediatamente recibo otro mensaje:
-❤

Me quedo tan sorprendida que cierro los ojos. Cuando los abro leo:
-Este mensaje ha sido eliminado.
¡Será capullo!

Movida por la ira le escribo:
-LA VENGANZA SE SIRVE EN UN PLATO BIEN FRÍO. 🔪🔪

Al minuto me contesta:
-No sé si eres consciente de que escribir en mayúscula denota actitud altiva y grosera.

-¿Ahora me vienes con protocolos? Te recuerdo que me has borrado un mensaje en mi propia cara. Aplícate el cuento.

-Si estuviese allí te encerraría con Sirio en una habitación de 6 m².

-¡Idiota! Pues que sepas que soy guerrera, pequeña pero guerrera. 🥊

-Cuando quieras boxeamos canija.

-Me lo apunto. Prepárate para el viernes.

-Yo siempre estoy preparado.

-Te refieres a preparado para perder, ¿no?😅

-Yo siempre gano.

-Para todo hay una primera vez. Tranquilo, Odei.

-Te dejo que ya ha acabado mi descanso.
Un beso preciosa.

-Adiós feo. 👋

El caso más difícil de resolver eres Tú 🖤 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora