Capítulo 51

11 4 0
                                    

Cinco años más tarde...
Dicen que el tiempo todo lo cura. Es cierto, no lo puedo negar. Tras terminar la carrera, he comprendido que toda herida sana, que el dolor desaparece, que las cicatrices se difuminan, que los traumas dejan huella aunque la vida sigue. Pero... la mente no olvida. A lo largo de mis años como estudiante y ahora como médica, he escuchado que nuestro cerebro es selectivo, que deja atrás lo malo y retiene lo bueno. Claro, ahí está el problema. Dejando a un lado nuestra discusión, todos mis recuerdos con él son preciosos. Os estaréis preguntando quién es él o quizá ya lo habréis deducido. No puedo referirme a él, recordar su nombre... No siento dolor, sino tristeza. Pensar todo lo que pudimos ser juntos y lo poco que acabamos siendo. Tan poco que ni siquiera hemos hablado ni una sola vez desde que discutimos. No sé nada de él y él no sabe nada de mí.
Me gustaría decirle todas las palabras que no salieron de mi boca aquel día. Me gustaría contarle mis logros. Me gustaría que viese la mujer en la que me he convertido.
Atrás quedó la chica que él conocía.
Nuestra ruptura hizo que me enfocase en mi carrera y en mi futuro. He conseguido convertirme en una excelente médica forense. Y sí, estaréis pensando, ¿médica forense? Así es, yo aún no soy consciente de ello. Recuerdo cuando acudí a la primera disección de un cadáver. Ese día casi me desmayo, solo de pensar tener que ver cadáveres día tras día me producía ansiedad. Sentía un miedo que me paralizaba. Ese trabajo no era para mí. A pesar de esto, cuando hice el MIR, podía acceder a todas las especialidades y acabé eligiendo esta. A día de hoy, estoy segura de que ha sido la mejor elección de mi vida. Odio la monotonía y este trabajo dista mucho de ella. Cada día me enfrento a autopsias y he de determinar la causa y forma de muerte. Mi trabajo siempre acababa cuando redactaba el informe tras recopilar los datos de laboratorio y de la autopsia hasta que un día...

Antes de seguir no quiero que penséis que sigo enamorada de Odei. Mi corazón ya no late por él, mi risa no va ligada a sus bromas, mis mensajes de WhatsApp no llevan emoticonos... Ya he renunciado a una parte de mí misma e innegablemente no soy la que era. Al contrario de lo que puede estar pasando por vuestras cabezas, y a pesar de que nuestra relación marcó mi pasado, decidí buscar mi mejor versión y la he encontrado. He descubierto lo que es la independencia, independencia y no libertad. Yo siempre fui libre tanto con mi familia como con él.
Para que entendáis la situación, si hay algo que me reprocho día tras día es que no he sido capaz de perdonar al hombre al que quise con locura. Perdonar es sanar. Por ello, ojalá el destino cruce nuestros caminos, nos perdonemos y podamos seguir viviendo nuestro presente sin la sombra del pasado.

Un 20 de enero recibí una llamada inesperada. Una llamada que cambiaría mi futuro. Una llamada que no era por amor. Cogí el teléfono de la sala de autopsias con las manos temblorosas. El incesante ruido de aquel aparato siempre significaba una vida menos, una persona que dejaba este mundo y generalmente, todo debido a muerte súbita.
-Hospital Universitario de Dusseldorf. Se ha comunicado con el departamento de Medicina Forense. ¿En qué puedo ayudarle? -pregunto con preocupación.
-Soy el inspector Jayden Davis del FBI -señala con voz grave.
FBI, tres letras que provocaban una revolución dentro de mí.
-Soy la doctora Melisa Suárez. ¿Cuál es el motivo de su llamada? -inquiero.
-La jefa del hospital donde trabaja la ha recomendado para unirse a nuestro cuerpo. Últimamente, han sucedido muchos asesinatos y nuestro equipo médico necesita refuerzos. Usted es una de las mejores de su promoción -prosigue.
-A día de hoy tengo un contrato fijo en este hospital y aunque admito que su oferta podría ser beneficiosa para mi futuro, no puedo renunciar -digo.
-Señorita Suárez, no le haría esta oferta sin haber solucionado esos asuntos. Usted podría trabajar con nosotros sin ningún problema. Nuestro equipo está asociado a numerosos hospitales. Por ello, si es necesario y bajo previo aviso, podemos solicitar refuerzos del personal médico.
Tras una larga conversación con el inspector y una oferta económica tentadora, decido aceptar. Esta decisión implica mudarme a E.E.U.U. pero si no aprovecho la ocasión ahora, no lo haré nunca.

A veces, huimos para dejar el pasado atrás pero yo no era consciente de que allí, a miles de kilómetros, mi pasado iba a estar más presente que nunca. Qué caprichoso puede llegar a ser el destino...

El caso más difícil de resolver eres Tú 🖤 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora