Namjoon y Seokjin se reúnen posteriormente a su encuentro con Jungkook
—¿Ahora sí vas a contarme que sucedió la noche que invitaste a Jeon y a su familia a cenar? Tu actitud cambió del cielo a la tierra.
—No sucedió nada
—No soy estúpido, últimamente están distante y callado, parece que me evitarás.
—Tengo muchos compromisos, mis obligaciones y responsabilidades son mayores a las tuyas. No quiero hablar nada que tenga en mente Seokjin, no sé si nuestro Diablo este merodeando, eche a perder mis planes.
Seokjin aprieta la mandíbula con molestia—¿Qué planes?
—No quiero hablar al respecto, tengo planes con Jeon, no quiero que los arruine.
—Cómo quieras, Namjoon, pero te recuerdo que tenemos un trato—Saca un sobre de su cajón—Imagino que te llego la tan esperada invitación de la boda de nuestro supremo Jefe.
—Así es, la recibí esta mañana
—Esa boda no puede llevarse a cabo, necesito que Jeon interfiera, juegue con sus sentimientos, es tu tarea.
—Es el punto. Quieres que Jeon interfiera, esa boda no se lleve a cabo, yo deseo lo contrario No quiero hablar, únicamente puedo decir que mis objetivos con Jeon son diferentes a los tuyos, así que doy por terminado este acuerdo.
Seokjin lo toma por el cuello—¿Qué te pasa? Te advierto que no vas a arruinar mis planes. No me conoces.
No entiendes que ese cabrón no te quiere, está enamorado de su Diablo, estoy seguro de que él también siente cosas por Jeon, todos esos eventos que han venido ocurriendo no son casualidad. Cuando te encaprichas con un hombre no hay poder humano que te haga reflexionar.
—Es mi maldito problema, no voy a servirle a Jeon en bandeja de plata, así que no sigas amenazándome, te recuerdo que al igual que yo eres un segundo.
Ese hombre es mío y no voy a dejar que nada ni nadie me aleje de él. Si quieres tumbar al Diablo de su Trono, búscate a otro, pero a Jeon no vas a usarlo.
¡Nuestro trato se acabó!
. . . .
—En un mes, nuestro amo, dueño y señor, contraer matrimonio
Estamos cordialmente invitados.
Al escuchar esas palabras quede paralizado, no podía quitarle los ojos aquel sobre. Mi corazón se arrugó igual a un trozo de papel, sentí muchas ganas de llorar, pero me repuse de inmediato, no quiero que Namjoon note que me afecta.