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Capítulo treinta y ocho

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Capítulo treinta y ocho.
"Final"

Mi celular comenzó a vibrar a pesar de que no había pasado más de un minuto desde que llegué a una zona con señal.

Tras un tiempo, pude saber dónde estaba y revisar los mensajes y llamadas perdidas que me habían llegado. Suspiré, tenía un largo camino por recorrer y no tenía dinero, dudaba si me iba a poder comprar algo con lo que me quedaba...

Decidí escribir un mensaje de texto.

"Madre, ¿Puedes venir a buscarme?"

Tras terminar de enviarle todos los datos de mi ubicación. Decidí esperar. No tardé mucho en recibir una respuesta de confirmación.

Por suerte no tenía mucha hambre, de todas formas opté por comprarme alguna cosa barata que hubiera por ahí. Cuando agoté por completo lo poco que tenía, me senté en una de las mesas fuera de la tienda a la que había entrado.

Apoyé mi cabeza sobre mis brazos y respiré profundamente. Mi cuerpo se sentía vacío y ya no tenía la misma vitalidad.

Me reí un poco de la situación tratando de liberar el estrés acumulado. Aunque no me había dado cuenta antes, estaba en mi límite.

Antes hubiese podido aguantar más, pero mi cuerpo ya no podía moverse. Pude sentir varios dolores, tal vez tenía una o un par de heridas que omití por estar pensando en otra cosa.

—Ser un humano hace que duela más—Me quejé en voz alta por mi incapacidad de curarme rápidamente. Ser un mitad ángel sí era una ventaja.

Cerré mis ojos y murmuré un "quiero ir a casa"

(*ૢ)


M

is ojos se sentían pesados por la sensación de comodidad, la cual, había sido interrumpida de manera temprana por un ruido.

De mala gana, me levanté.

—Ah— Emití un pequeño sonido de dolor. Tenía vendas en todo mi cuerpo. ¿Era así de grave antes?

Me preocupé y con cuidado, traté de moverme, sin embargo, aunque lo noté tardíamente, algo me detuvo.

—...—Mis mejillas se calentaron un poco de la emoción así carraspeé mi garganta por la vergüenza.

Kim TaeHyung estaba a mi lado observando mientras sostenía mi hombro suavemente con una expresión complicada.

No lo había visto antes así que me sorprendió, pero ya habían pasado varios minutos ¿Por qué no decía nada?
Nerviosa, sentada en la cama de un hospital, me puse a jugar con mi cabello y cómo seguíamos en silencio, decidí hablar.

—¿Tu cuerpo está herido? ¿Te sientes bien? —Pregunté.

Continuó en silencio, pero percibí una pequeña mueca en su rostro.

Exotic ≈ K.TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora