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Capítulo veinticinco

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Capítulo veinticinco.
"El apellido Im"

—¿A qué te refieres? —Pregunté con algo de temor.

—Verás, allá arriba se escuchan rumores sobre la situación del otro lado—Comenzó—, se dice que hay un grupo rebelde que desea el poder por encima de todo, y si no se detiene ahora, el próximo año estaremos mal. Ellos serán los nuevos gobernantes del inframundo.

—¿Entonces lo tienen ya casi asegurado? —Pregunté.

Ella asintió—Pero hay unos pocos que están intentando evitarlo. Son cinco chicos por el momento.

—Son muy pocos, han de ser muy valientes y fuertes teniendo en cuenta de que las posibilidades de morir son altas.

—Sí, en parte. Pero ¿cómo decírtelo sin que... ¿Ya sabes? —La miré con un gesto confuso—Son cinco, y pues verás dentro de ese grupo están tus hijos.

Mi cara empezó a palidecer—¡¿C-Como?! —Me asusté.

Lo único que me quedaba estaba en riesgo a morir. Quería conocer a mi hijo menor, y ver como habían crecido los dos pequeños que pude ver unos pocos años. No podía perderlos. No ahora.

—Pero ellos ya tienen su arma secreta. Se dice que es una chica mitad ángel y humana. Debían buscar un híbrido que les ayude a establecer el orden—Habló —, así que las probabilidades de ganar con vida son bastante altas —Me sonrió.

—¿Hay más híbridos entre ángel y humano?

—Hay unos pocos—Contestó—Pero todo ésto es demasiado confuso.

—Lo es—Pasé mi vista hacia la taza sobre la mesa.

—Pero cambiando de tema, ¿cómo es que estás viva, Lee Minki?—Preguntó sentándose frente a mí.

—He pasado a mi otra vida.

—¿Eso no era que únicamente lo podían hacer los altos Mandos?—Frunció el ceño confundida.

—No, ya no es así—Confesé—Ha de ser un sacrificio.

—Un sacrificio-Repitió pareciendo pensar—Me alegra tenerte de vuelta, Minnie—Sonrió.

Le devolví la sonrisa—¿Y qué has hecho en todo éste tiempo?—Me acomodé en la silla.

—No mucho, pero cumpliste tu palabra—Me confundí—, gracias. Hiciste un milagro por mí—Sonrió—Dos años después de que tuvieses a TaeHyung, nació mi pequeña Haneul. Y me he dedicado a hacer que tenga una buena vida.

—Una niña, que hermoso—Sonreí.

—Le coloqué así en tu nombre. Dije que se llamaría Haneul porque siempre quisiste una niña, y con ese significado. El cielo era algo importante para tu familia y para nuestra especie—Sentí mi pecho latir con fuerza.

Exotic ≈ K.TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora