Exotic ≈ K.Taehyung

1.

Capítulo uno.
"Ángel debe caer"

Sonaba sencillo en la cabeza del joven. Al no ser un ángel normal sino un híbrido se le facilitarían bastante las cosas, además de que ella era una chica y desde que podía recordar, ninguna se había negado a él.

Nadie se había negado a la belleza del joven y esta vez no sería la excepción, lo tenía bien claro.

Shin Haneul. Su nombre tenía sentido, al ser hija de un ser alado ella debía reflejar algo de sus padres; el cielo. Lo raro era que ella como un híbrido entre ángel y humano era más lo primero que lo segundo, cosa que no era frecuente ya que por lo general eran el mismo porcentaje en ambas partes. Aunque... A decir verdad, la muchacha no utiliza demasiado sus poderes, lo que la convierte en parte, en algo más humano.

El castaño inició su plan en cuanto llegó a la Tierra, específicamente, Corea del Sur. Al poner sus pies sobre la tierra una melancolía lo inundó, extrañado a esto decidió ignorar el sentimiento y comenzó con su tan ingenioso plan titulado "Ángel debe caer".

Cuando la chica lo vio por primera vez, notó el interés mezclado con la curiosidad en sus ojos, aquellos que lo seguían hasta sentarse en su debido asiento. Estaba en la misma clase donde Haneul hablaba con sus amigos, conversación en la que claramente no se integraba por querer observar con detalle las acciones del chico nuevo que llamaba su atención. Tal y como lo planeado.

Aprovechando el interés de ella, él creó una rutina aburridora, la cual, con el poco tiempo de una semana, Haneul ya se la sabía al derecho y al revés. El lo sabía y todo debido a que era seguido por ella como si lo estuviese cuidando, o más bien, acosando.

Era algo incómodo pero él lo había planeado de ese modo. Él hizo que ella lo siguiera a propósito.

Pero aún así nadie lo sabía, la razón era simple, al tener un porcentaje más alto en la mitad de ángel te hace tener capacidades especiales, como por ejemplo, ser invisible, pero no para todos.

TaeHyung era capaz de verla.

Ya habían pasado tres meses desde la llegada del castaño, por lo que ahora iba comenzar en serio.

Con la chica siguiéndole sus pasos, entró a una cafetería vacía. El ambiente tenía un aire aterrador asomándose hasta por donde había luz, y sentada en una parte alejada se encontraba la acompañante del chico, JiHu.

Avariciosa, envidiosa, arrogante, egocéntrica y orgullosa, eran las "cualidades" que más destacaban de la chica, además de sus grandes atributos, claro.

Haneul apenas había intercambiado palabras con ella.

No iba a suceder nada malo. Los dos hermanos mayores de TaeHyung se encontraban atendiendo el lugar vacío, solo para ayudar a su hermano menor en su tarea. No fueron por obra de caridad, sino por la chica que les ofreció el menor, obviando el hecho de que no era Haneul, sino JiHu.

El sonido de una campana alertó al menor de los Kim, el momento del titulado robo de ángel había llegado, y lo mejor de todo era que esta vez serían dos al precio de uno.
Cuando el corto sonido finalizó la puerta cerró con un estruendoso golpe, provocando que las luces decidieran dejar de brillar y las ventanas pasaron a transformarse solo en una aburrida pared. El temor no tardó en aparecer en el rostro desesperado de JiHu. Haneul sólo observaba a los otros dos hombres que aparecieron a su vista con algo de inquietud, y con gran asombro que no lograba mostrar, a las grandes y negras alas escondidas en la espalda del castaño.
El poder de las dos siluetas y la de TaeHyung, la embriagaban tanto haciéndole provocar un insoportable dolor de cabeza y como consecuencia, haciéndole desmayar.

NamJoon y SeokJin se encargaron de su nuevo juguete, mientras que TaeHyung se encargó de Haneul, tomándola en sus brazos y la llevo hacia lado contrario a donde pertenecía, el infierno.

☪

Dos sillas, una frente a la otra. TaeHyung observaba a la joven que aún permanecía con los ojos cerrados, grabando cada detalle de su rostro en su cabeza para recordarle, por si en algún momento de descuido, ella huyera y se perdiera por siempre.

Cuando ella empezó a moverse, una sonrisa de diversión apareció en el rostro del joven al instante. Y la chica que recién despertaba, preparaba sus ojos ante la horripilante oscuridad, la cual era cruelmente teñida de rosa por ella misma y por sus padres,y es que, para ella, todo le parecía hermoso, hasta la más densa oscuridad.

—¿TaeHyung?—Habló cuando lo pudo visualizar gracias a una pequeña luz que el contrario encendió para que ella pudiese ver—,¿qué hago aquí?—Sin temor alguno, ella hablaba calmadamente.

—Parece que me conoces, linda—Sonrió—. Pues verás, estás aquí porque vamos a ser los mejores amigos—Comentó con sarcasmo—, de hecho, ¿sabes?, te enseñaré la verdadera diversión y no pararás de disfrutar. Suena maravilloso,¿verdad?.

—No quiero divertirme—Observó al chico con el ceño fruncido—,y bien podemos ser buenos amigos en el instituto, no aquí, en lo que sea que sea—Miró vagamente a su alrededor—Además, ¿quién dice que yo no me divierto en mi vida?—Haneul algo ofendida, era firme con cada palabra que pronunciaba—Ya entiendo—Negó con su cabeza al comprender lo estúpida que había sido— Prefiero ver las cosas como ya lo hago,que verlo con los ojos que tu usas— Observó al chico que la miraba con atención—Llenos de odio, ¿no es así, príncipe Kim, el tercer hijo del mal?—Finalizó—Nunca pude verte en persona, de hecho no estaba en mis planes. Pero lo que no sabía, es que eras físicamente tal y como mis padres te describieron, decían que podrías hacer miles de males en solo un segundo, y mira, aquí estamos—Ella solo sonrió.

Lo que había dicho, era para provocarlo.

—Tenían razón, y sí, soy todo lo que dices, soy el menor de los Kim, pero con un papel más importante que ellos ahora mismo, ¿Sabes?—Realizó una pequeña risa nasal.

—No lo dudo—Cerró sus ojos y al abrirlos suspiró con pesadez—. Me quiero ir, Kim TaeHyung.

—No lo harás así nada más-Se burló—, eso sería muy sencillo, ¿no crees?—La tomó de la barbilla—¿que tal un juego?, si yo gano tu nunca te podrás ir lejos de mí, y si tú ganas...—Le dió espacio a hablar a la chica.

—Nunca más podrás hacer males, tendrás que cambiar de lado, serás un ángel.

—¡Hecho!—Aceptó el joven—, te explicaré el juego. Básicamente trata de que yo realizaré mis males como siempre. Pero ahí entras tú, si no los evitas o arreglas, perderás. Así hayas fallado únicamente en uno—Ella asintió a las palabras del que estaba frente a ella.

—Está bien.

—¿Trato? —Tendió su mano hacia la chica.

—Trato—Estrecharon sus manos, ambos con una sonrisa.

(📌) ੈ⨾ Jugarían, aún sabiendo los riesgos que se corrían al perder. Pero no siempre hay un ganador,¿o sí?.