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Capítulo veintiséis. "Príncipe"
—¿Es aquí donde nos quedaremos? —Haneul se acercó a mí con lentitud algo adormilada.
—Eso creo, el conductor nos dejó en éste lugar—Mentí.
Ella asintió—Me duele la cabeza—Se quejó mientras entrecerraba sus ojos—, me he caído de la silla—Dijo y empezó a masajear la zona mencionada—, ¿por qué no me despertaste?
Me encogí de hombros—No quise, debes estar cansada.
—No has dormido, ¿verdad? —Asentí—. ¿Por qué? ¿Hay algo que no te deja?
No respondí.
—¿Qué ocurre?, ¿te sientes mal? —Preguntó y negué.
—No la verdad—Contesté—, simplemente estoy pensando demasiado las cosas.
—¿Quieres hablar de ello? —Preguntó.
—Si te soy sincero, no sé exactamente qué es lo que mi cabeza está mostrándome—Dije.
—¿A qué te refieres? —Se acercó y posó su mano sobre mi hombro derecho.
—Verás, últimamentetimamente he tenido recuerdos, pero ninguno parece pertenecerme, todos son como fragmentos.
—Ya veo—Dijo y se quedó en silencio unos segundos—. Tal vez sea como un puzzle, si reúnes todas las piezas, quizás puedas resolverlo—Sonrió ligeramente—¿Se lo haz dicho a tus hermanos? —Negué —, quizás ellos sepan algo.
—No quiero molestarles...—Bajé mi mirada hacia ella— ¿Ya lo decidiste? —Ella se confundió—, sobre tu boda.
—No quiero pensar en eso tampoco, por un lado, siento que debería porque mi madre cree que es correcto, pero por el otro, me siento mal al estar atada de por vida con alguien que no conozco y quizás ni vaya a conocer—Habló.
—Haz lo que creas correcto, tu decisión es importante—Ella asintió con duda.
—¿Cómo sabré si es la elección correcta? —Preguntó.
—Nadie podría responderte cuál es—Respondí —, sólo escoge la que más te guste, o la que no haga que te arrepientas.
Ella se quedó pensando. Yo volví a elevar mi mirada hacia el cielo que seguía intacto, me maree un poco al bajar la mirada.
—¿TaeHyung, estás bien?, estás algo... Pálido—La chica a mi lado me miraba.
—Estoy bien, sólo es cansancio, nada del otro mundo.
—Te sangra la nariz —Me toqué la zona y efectivamente mis dedos estaban rojizos—¿Desde hace cuanto tienes éstas memorias?—Preguntó.
