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Capítulo quince. "Vecino"
Al final del día, me iba retirando del día y, junto a TaeHyung, quién se había ofrecido a acompañarme. Cuando en nuestro camino hacia la calle nos encontramos a Han Seung, el hombre que conocí en el evento familiar y que sería mi ahora prometido.
—¡Haneul, cariño! —Gritó para hacerse notar, especialmente por el chico a mi lado.
Me incomodé e hice una mueca de asco debido al apodo.
—¿Han Seung?—Hablé en cuanto ya estábamos cerca a él.
—Sí, mi futura esposa y, ¿tú eres? —Miró de pies a cabeza a mi acompañante.
—Soy Kim...—Le interrumpieron.
—¡Kim Soobin!—Un chico de cara adorable se acercó y posó su brazo rodeando el cuello de TaeHyung, haciéndolo ver más adorable—,¡te he estado buscando para ir a casa!¿Es que acaso olvidaste a tu mejor amigo?—Se retiró los lentes de sol oscuros que llevaba y al instante lo reconocí, Jimin.
—Oh, lo siento mucho, Wonnie, iba a acompañar a Haneul a casa. —Le contestó TaeHyung.
—Entonces, ¿tu nombre es Kim Soobin?—Han Seung preguntó TaeHyung asintió, ¿qué planeaban esos dos? —¿y tú? —Observó a Jimin.
—Park Su Won. Un gusto.
—Mi nombre es Im Han Seung, soy el prometido de Haneul, así que no es necesario que la acompañes a casa, Soobin. Ahora seré yo quien la acompañe. —Sonrió forzadamente.
—¿Prometido?, Haneul, ¿éste no es el bastardo pesado que mencionaste? —TaeHyung habló con inocencia.
—¿¡Bastardo!? —Se indignó—, ¡seré de todo menos eso!. Haneul, te prohíbo que te juntes con éstos dos otra vez—Me tomó bruscamente de la muñeca.
—¿Prohibirle? ¿Acaso te crees muy importante? Suéltala, no quieres salir herido, así que vete —TaeHyung deshizo su agarre.
—¿Herido?—Repitió —. No me hagas reír, y soy su prometido así que ella me pertenece—Se acercó con pasos intimidantes hacia TaeHyung, quien me protegía detrás de su espalda.
—Nadie es de su propiedad, así que mejor váyase—Jimin intentaba matar la tensión del momento con un poco tranquilidad.
—¡Tú no eres nadie para decirme que hacer! —Se lanzó hacia Jimin. Pero otro chico llegó al rescate.
—¿Y éste idiota? —Preguntó a los otros dos chicos quiénes lo miraban con un brillo en sus ojos—Mejor busque un saco de boxeo para descargar su ira, animal—Piel pálida era lo que describe al joven que sostenía a Han Seung del brazo, doblándolo. Lo soltó.
—Bien, ¡me largo! —Han Seung se apartó bruscamente y a pasos enojados se alejó del lugar.
—Ya era hora—Volvió a hablar el joven de piel blanquecina.
—¡YoonGi hyung!—Jimin sonrió. —¡Hace cuanto tiempo no nos veíamos!—Exclamó con felicidad.
—Cierto, pero vine porque Jin hyung me lo pidió. Ahora seré su compañero de trabajo, chicos—Me miró de reojo—¿Ella es la chica?
—Sí, es linda, ¿no? - TaeHyung me guiñó el ojo izquierdo y me sonrojé—Su nombre es Haneul, y el idiota que golpeaste es El idiota del que hablamos.
—¡Vaya!, entonces no estamos tan jodidos—Mostró una blanca hilera de dientes.
—Sí, acabamos de dar con el líder del cuerpo rebelde—Asintió Jimin—Deshacerse de él sería sencillo pero, si lo hacemos su gente nos mataría por igual.
—Por el momento sólo hay que ver que sucede. Y YoonGi — Taehyung le lanzó unas llaves—, eres bienvenido en nuestro apartamento y Jimin, llévalo de compras,no creo que pueda andar de negro todo el día—Sonrió y me tomó de la mano. —Adiós.
—Adiós—Ambos chicos se despidieron.
Empezamos a caminar hacia mi casa. El camino era silencioso, me recordaba a las típicas escenas cliché, en la que el silencio es agradable y te hace sentir cómoda.
—¿Ya llegamos?—Levanté mi vista de los cabellos color castaño de TaeHyung quien iba un poco más adelante que yo. —Oh, tienes razón, seguramente acaban de llegar—Me detuve y el hizo lo mismo, girando a verme.
—¿Vas a saludar? —Preguntó.
—No lo sé, si mi madre me lo dice lo haré pero quizás lo haga sin que ella me lo diga—Respondí.
—Bien, entonces, aquí me despido. Adiós Haneul—Se agachó un poco y dejó un pequeño beso en mi mejilla y luego uno en mi frente.
—Adiós, TaeHyung—Sonreí.
—Creo que debes dejar las formalidades, ya nos conocemos hace bastante, además ya no hay trato ni nada, ¿no?, llámame Tae—Sonrió diminutamente—, además hemos vuelto a empezar.
—Tienes razón, entonces llámame ¿Han?—Busqué un apodo pero no me gustaba.
—¿Han?, no está mal, pero te dire cariño, como desde el principio—Sonrió sin mostrar dientes.
—Está bien, de todos modos ya me acostumbré, Tae—Abrí la puerta de mi casa. —Adiós, vuelve con cuidado.
—Sí, cariño. Hasta luego—Dio media vuelta y se fue.
Cerré mi puerta una vez le vi alejarse lo suficiente.
—¡Ya he llegado! —Una vez dentro, grité esperando una respuesta pero como era de esperar, estaba completamente sola.
Suspiré. Seguramente estarían trabajando arduamente, para conseguir bastante dinero para no sé qué cosas. Pero así eran ellos.
Me puse a pensar en lo antes sucedido, empezando por Han Seung, ¿por qué tan de repente entró en enfado?, y ¿por qué Jimin y TaeHyung cambiaron sus nombres?. De verdad quería saber eso.
Me dirigí hacia la sala de estar, me acomodé en el sofá color carmín en forma de L y dejaba mis zapatillas de estar en casa sobre la alfombra grisácea. Encendí la televisión, veía noticias, pero al final me aburrí y terminé viendo una película.
El timbre, me hizo levantar rápidamente, quizás eran mis padres quienes habrían olvidado sus llaves. Abrí con rapidez encontrándome con un rostro completamente desconocido para mí, al parecer era mi nuevo vecino.
—¡Hi girl! —Sonrió—Soy de la casa de enfrente, tu nuevo vecino, mi nombre es Jung Hoseok un gusto— Extendió su mano derecha en forma de saludo.
—Shin Haneul, un gusto.
(🌠) ੈ⨾ Jung Hoseok, un chico con un rostro muy angelical.
