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Capítulo veintidós. "Hermanos"
Y así pasó la mañana junto con Haneul, quien había logrado que me sintiera mejor de la cabeza y garganta, por supuesto, también de mi corazón, aunque ella parecía algo incómoda ante mi actitud. Una vez se fue, en la tarde, YoonGi nos obligó a ir de compras, salimos–yo, con el suficiente abrigo para no enfermar–, y nos dirigimos hasta el centro de la zona en que vivíamos, donde conseguimos lo necesario para el vergonzoso día de mañana. En el camino pasamos por un lugar de adopción de animales y entré unos minutos, fue adorable volver a jugar con ellos, me recordaba un momento de mi niñez. Volvimos a casa por la noche, ensayando un poco de la coreografía la cual estábamos aprendiendo.
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Temblé una vez salimos de casa. Jimin y yo íbamos con pelucas y ropa femenina, no esencialmente un vestido pero si una falda larga para cubrir nuestras piernas y una camiseta. YoonGi hizo que usáramos lápiz labial y una vez dió el medio día nos obligó a ponernos de pie en medio de la cafetería. Un espacio amplio, perfecto para bailar.
—Bien lindas señoritas, ¿qué van a bailar? —YoonGi gritó llamando la atención de todos.
Y ahí estaba Haneul. Tragué en seco al verla tan radiante como siempre, a su lado iban sus amigos, junto con Kaya, Jiwoo y Hoseok. YoonGi había elegido la canción,la cual, pertenecía a un grupo femenino.
Una vez comenzó la canción, YoonGi se paró al lado del grupo de Haneul y preparó su celular para grabar y así lo hizo una vez empezamos. Los presentes silbaban para molestar o gritaban algo divertidos de la situación. Y al terminar hubieron aplausos por parte de todos, miré a Jimin y estaba ligeramente sonriojado al igual que yo por la extraña ocasión causada por nuestro amigo. Y es que hubiésemos preferido ser sus esclavos por un mes a tal humillación pública aunque valió completamente la pena.
Nos quitamos las pelucas y los lentes de sol que nos colocamos en un momento de desesperación ante tal ola de calor que invadía nuestro cuerpo, al ver quiénes éramos, la gente causó un gran alboroto. Según ellos los chicos lindos no podían bailar, pero aún así aquí estábamos nosotros haciendo nuestro mayor esfuerzo. Todo por YoonGi. Sonreí con complicidad a Jimin, quien ayer por la noche había dejado ganar en el UNO a YoonGi quien había tenido una mala semana, a lo que no me negué y perdí diciendo azul intencionalmente, ya que YoonGi dejó ver su carta al levantar sus brazos en un momento. Nos acercamos hacia YoonGi y Kaya empezó a burlarse por lo hermosas que estábamos. Además unos que otros comentarios que nos felicitaban por tal acción.
—Gracias —La voz de YoonGi resonó llamando la atención de todo el grupo.
—¿Por qué? —Preguntamos Jimin y yo a la vez.
—No se hagan los idiotas, saben muy bien a lo que me refiero—Suspiró—, ustedes me dejaron ganar para hacerme feliz.
—Vaya, vaya—Jiwoo comenzó—, que buenos amigos tienes, YoonGi —La chica sonrió ante nosotros tres.
—Pasaron vergüenza solo por hacer a YoonGi feliz, que admirable —Comentó Suk a lo que su amigo Bae y su novia asintieron animadamente.
—YoonGi, supimos que no todo iba bien así que decidimos hacerte feliz—Confesé con la cabeza baja a lo que Jimin asintió.
—Sí, decidimos hacerlo porque no queríamos que estuvieras de mal humor. Lamentamos no haber podido evitar que te dieses cuenta—Jimin se disculpó ante el mayor.
—Son unos tontos, a ninguno le fue bien hace unos días pero aún así, lo que hicieron por mi fue amable—Sonrió y por un momento nos dimos por muertos—, estoy muy agradecido.
—Bueno, ya acabaron las clases, deberíamos ir a casa. TaeTae se puede enfermar y ya está mejorando —Habló Jimin —, ¿quieren venir?, un amigo vendrá a cocinar y es muy bueno—Sonrió invitando al grupo a lo que asintieron.
Una vez llegamos a casa, me extrañé ante el comportamiento de Yon Hye, quién usualmente solía asfixiarme con su presencia, pero por el momento ella no había hecho nada más que saludar y se quedó en su lugar mientras que de vez en cuando participaba en la conversación, me alegré de sobremanera por su actitud.
Me recosté en mi cama unos minutos para luego cambiarme de ropa, una ya que me perteneciera. Volví a tumbarme sobre la cama tomando mi celular que estaba en la mesa de noche, revisé las últimas noticias, no podía evitar revisarlas por si hubiese algo sospechoso. Salí una vez estuve preparado, saludé a todos correctamente y me senté mientras recordaba las palabras de Jimin; "un amigo vendrá a cocinar". YoonGi y Jimin eran los que se encargaban de la comida todos los días, y no habíamos invitado a nadie para que viniese, mucho menos para cocinar.
El sonido de voces se escuchó tras la puerta, e instantáneamente la madera que en momentos atrás era la puerta cayó al suelo porque había sido tumbada, y abrí mi boca algo sorprendido. Los chicos de ahí sonrieron.
—¡Lo siento! —Dijo mi hermano mayor—, ya sabía yo que era mala idea dejar que Namjoonie se encargara de abrir la puerta— y sonrió.
—¡No fue intencional! —Exclamó el causante de haber roto el objeto.
—¿Seokjin? ¿Namjoon?—Murmuró Haneul al verlos.
—Nos alegra verte Haneul, ¿cómo has estado? —Preguntó Seokjin con una sonrisa a la chica.
—Bien, gracias. ¿Y ustedes? —Preguntó con una sonrisa.
—Excelente, la Tierra es divertida —Contestó Namjoon.
—Chicos —YoonGi salió de la cocina y saludó con un asentimiento.
—¿Qué hacen aquí? —Pregunté mientras los veía con sensación de irrealidad.
—Pero que pregunta más tonta—Seokjin se rió—¡venimos a cuidarte, hermanito!
Sentí mi rostro palidecer, mis hermanos no eran buenos atendiendo enfermedades, y mucho menos eran buenos tratándome. Siempre me molestaban, retaban u ordenaban que hacer. Negué con mi cabeza. La última vez que enfermé fue hace bastante tiempo y no era digno de recordar. Ellos en un acto de creerse médicos, me dieron una bebida con una hoja que por poco me envenena. Sabía que no era mala su intención. Quizás esa era la razón de su visita, cuidarme. Sin embargo, era poco probable y sobretodo si estábamos en medio de una guerra.
