Exotic ≈ K.Taehyung

2.

Capítulo dos.
"Comienzo"

Shin Haneul.

Sonaba como algo sencillo, ¿que podría salir mal?.
Si logro vencer, podría hacerle un gran favor a los de mi especie alada y ellos no tendrían que hacer nada al respecto porque ya los habré ayudado, ¿no?, después de todo ellos son nuestros enemigos. No creo que esté mal intentar ayudar, además, el príncipe de éste lado, me tiene secuestrada si es que se puede decir así. Sería como una especie de trato para que me pueda ir. Tal y como lo hacen los verdaderos criminales al pedir dinero a cambio de la vida de la persona o animal. Algo absurdo pero a los humanos parece divertirles. Conseguir bienes a través del mal ajeno.
¿A eso se refería Kim?, la diversión de la que habla es el ¿sufrimiento de otros?, si ese es el caso, no me gustaría divertirme.

—Debemos que colocar un límite de tiempo, así en esa fecha podremos saber quién se lleva la maravillosa victoria—TaeHyung hablaba mientras en su mano veía un calendario, ¿de dónde lo había sacado?, bueno, eso no importa.

—Estoy de acuerdo, ¿qué te parece el...? —Observé una fecha, ¿que mejor día que las vísperas de Navidad?, sonreí, un día digno para proclamar mi victoria, y eso sería en siete meses, ya que ya casi comenzamos junio—,¿24 de diciembre?

—Que idiotez—Suspiró con pesadez—,bien,el 24 será—Marcó ese día en rojo, como una fastividad importante.

—Está bien, pero, sabes que mis padres preguntarán por mi.

—Oh por eso no te preocupes, estamos un año atrás linda—Explicó—. La tú del pasado hace lo mismo que hiciste hace un año atrás y tú simplemente vas a concentrarte en ésto. No te preocupes, no cambiaran las cosas para los demás, pero sí para nosotros dos—Afirmó con una sonrisa—. Dado el caso en que te tuvieses que quedar conmigo, tendrás que decirles a tus padres que estas ciegamente enamorada de mí y que quieres pasar el resto de tus días conmigo y lo otro— desvió su mirada—, pero recuerda, eso sólo será una mentira, tú sólo serías mi cómplice para diversas cosas, además de una traidora que decidió unirse al bando contrario.

—Entiendo, pero sí yo llegase a ganar, tú tendrías que renunciar a todo lo que te una con el mal, tendrás que obedecer a los Altos Mandos y realizar lo que hacen los ángeles—Sonreí de nuevo—Ya lo verás, es más divertido hacer felices a los demás.

—En eso pensamos diferente. Es mucho mejor cuando les ves caer.

—¿Pero cuando tú lo haces?, ¿para otros les sería gracioso? —Pregunté y el sonrió de lado.

—Eso sería imposible. —Habló con egocentrismo.

Suspiré con pesadez cerrando momentáneamente mis ojos.

—¿Por lo menos me dirás donde me quedaré?—Lo observé.

—Sí, sólo sígueme y no intentes huir, es improbable que lo consigas—Se levantó y desató mi mano izquierda y mis pies, al fin podría estar de pie.

—Está bien, TaeHyung.

—¿Y si mejor me llamas amo? Todos lo hacen —Preguntó mientras me guiaba.

—No eres mi dueño, Kim—Le observé de reojo—Además suena terriblemente mal.

—La costumbre, bueno, aquí es—Mostró una puerta de color negro con bordes del mismo color que sobresalían con detalles de figuras que no reconocía—Aunque al final me terminarás diciendo así—Me susurró en el oído y se alejó.

—Como digas—No le di importancia a su comentario—. Gracias, voy a descansar—El asintió.

—Cualquier cosa, habla con Jimin, el te dará lo que necesites. —Empezó a alejarse, desapareciendo en la penumbra del lugar.

¿Quién era o es Jimin?

El tal Jimin me dió algo de comer alrededor de las dos de la madrugada, cosa que agradecí eternamente ya que sin su ayuda no hubiese podido vivir. Por supuesto, estoy exagerando, claramente hubiese tenido un dolor de estómago por no haberme alimentado en las últimas diez horas, pero no moriría.

Da igual, las cosas no son tan malas, o al menos Jimin no lo es, o no es como parecido a lo que me describieron a TaeHyung, el es mucho más amable y dulce, el caso es que él fue uno de los míos. Sólo que cometió el error de caer en la tentación. No entró en detalle, pero por lo menos agradezco tener un poco de compañía agradable durante mi estancia. Hoy comenzaba el juego, la ansiedad mezclada con los nervios no me dejaban pensar muy bien en lo que iba a deparar mi vida en el tiempo restante para volver al presente, ya que supongo que allí es donde debo volver a la normalidad o, por un lado contrario, estar completamente rendida a los pies de TaeHyung. Actualmente estamos - según lo dicho por JiMin - ya en el mes de junio, mitad del mes, mitad del año anterior y faltaba uno, para llegar al presente, o al menos eso era lo poco que entendía.
Después de todo, jugar con el tiempo, no era algo que realmente me encantara.
La ropa era oscura, nada relacionado con lo que suelo usar usualmente. La comida, todo, absolutamente todo, era distinto a lo que conocía o se me hace conocido. Pero todo tiene lo bueno, ¿no es así?, me intentaba convencer, mi madre me repetía que una amiga suya lo solía decir y es que; hasta el chocolate más amargo termina teniendo su parte dulce y eso es lo que me gusta pensar.

—Buenos días, Haneul—La voz de TaeHyung resuena detrás mío obligándome a voltear. Su tono no tenía el lado chillón y ¿amable? como el de papá por las mañanas, sino uno más atrevido, a modo de burla o podría decirse, para molestarme.

—Buenos días—Sonreí, lo hacía con sinceridad, iniciar un día con una sonrisa es muy importante, ya que es algo que no se desvanecerá en todo el día.

—Ya he empezado—El trato, recordé al instante.

—Está bien, yo me encargo—Sonreí intentando convencerme a mi misma de que lo lograría en mi primera vez.

Creo que era la hora de empezar, daría lo mejor de mí para ganar.
Aunque no esté segura si esté haciendo lo correcto. Al menos yo lo creía.

(🍯) ੈ⨾ A jugar.