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Capítulo siete

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Capítulo siete.
"Partir"

Nada fuera de lo normal, TaeHyung no se había dado cuenta de mi error, pero ahora ya llevaba tres meses y medio en aquel castillo lleno de sorpresas. Llamado así porque nada es lo que parece. Siempre lo han pintado oscuro, siniestro, terrible. Un lugar que jamás nos podríamos imaginar. Pero la verdad es que no lo es, en absoluto, creo que éste lugar ya se convirtió en mi segundo hogar. Después de ese día, las semanas siguientes estuve conociendo un poco el tema de la pobreza y demás, ahora ya no era una novata.
La señora Kim, día a día viene a hacerme un poco de compañía, me enseña a tejer, a cocinar y a realizar cosas en mi habitación para que no me aburra. ¿Dónde estaba TaeHyung?. No tenía ni la más remota idea, por lo poco que me informó su madre, estaba ocupado trabajando, mucho papeleo y él de aquí para allá registrando almas para buscarles un buen castigo. En fin, nada de lo común en éste lugar. 

Hoy se cumplía el cinco de octubre, la señora Kim aún no llegaba, por lo que esperé su llegada mientras leía. Algún objeto de vidrio cayó, se escuchó el estruendoso caer de los pedazos de lo que sea por el suelo o alguna otra superficie, me alerté. No era normal escuchar ruidos así, en un lugar tan grande y silencioso como éste.

Decidí salir a ver lo que sucedía, la habitación del castaño era el lugar donde provino el estruendo, al igual que unas voces que sonaban molestas adentro, no es malo escuchar, quiero decir, mi curiosidad me dice que lo haga y no es como si no lo hubiese hecho antes. TaeHyung tiene razón, algún día terminaré mal por ésta curiosidad repentina, pero eso no me importa. Pegué mi oído derecho a la puerta.

—Sabes que lo mejor es regresar el tiempo a la normalidad—Habló creo creer, el hermano mayor de TaeHyung—, no puedes atrasar las cosas, TaeHyung. Sólo es por nuestro bien, además, sus padres ya empiezan a sospechar de su hija.

—Sabes que Soyeon es una gran actriz, no creo que la pillen.—Vagamente respondió el antes mencionado.

Él me había mentido, la que estaba ahí no era yo, era una chica que estudió mi comportamiento y que por alguna razón falló y mis padres empezaron a sospechar. Tendría que regresar y no quería. Mis estudios y demás estaban en el olvido y tendría que atender asuntos sociales, porque si volvemos al tiempo normal, estaríamos en junio, de nuevo.

—TaeHyung, no podemos arriesgarnos. Haneul debe volver a sus labores común y corriente, no puedes retenerla aquí. Su estúpido juego pude continuar en el tiempo normal, ¿qué necesidad de tener un año entero? —Regañó su hermano Namjoon.

—Agh—Se quejó nuevamente—, ustedes ganan, mañana ella irá a casa y el tiempo será el normal. Le diré a Soyeon que se vaya en la noche.

—Más te vale, mañana ella debe estar allí. Y por cierto—Jin habló de nuevo—, debes ser cuidadoso, a partir de ahora ella debe ser tu principal prioridad, debes cuidarla del grupo enemigo, no quieres echar a perder todo lo que hemos logrado. Mañana andarás pegado a ella como un parásito, pero no debes dejarte ver por nadie, sólo por ella, ¿entendido?—Finalizó.

—Entendido, haré todo al pie de la letra, o quizás no del todo.

El mayor suspiró y pareció darse por vencido.

Sus pasos empezaron a dirigirse hasta la salida, era momento de mi huida, no me podían pillar husmeando sus conversaciones privadas.

Lo logré. No me pillaron, sin embargo a los cinco minutos alguien tocó mi puerta, a lo que cuando respondí con un "adelante" el menor de los Kim se hizo presente.

—Cuanto tiempo sin hablar—Oh cierto, él y yo, después de las clases, si así se puede llamar, no cruzamos casi otra palabra. Él tampoco continuó con el juego, de "el hace, yo arreglo", debo suponer porque estaba muy ocupado, es decir, Kim y yo no hablábamos desde hace más de dos meses.

O quizás se dió cuenta de que ganó y no quiso ni continuar ni decirme.

—Es verdad, ¿necesitas algo?—Pregunté haciéndome la desentendida.

—Sé que escuchaste, no necesitas actuar, cariño. Bueno, como ya lo sabes, prepara tus cosas, mañana al amanecer partiremos a tu casa—Asentí.

—Entonces me acompañas—Dí por afirmativo.

—Al parecer sí, Haneul. Sólo espero que no cometas muchas estupideces—Bromeó un poco mientras continuaba con una expresión de seriedad.

—Claro, claro. Lo haré, quiero decir, no lo haré. —Sonreí con nerviosismo.

—Eso espero—Sonrió un poco—, haz todo lo que necesites rápido, sólo te quedan nueve horas para hacerlo —Se retiró.

Bien, hora de arreglar todo. Empecé con la limpieza, arregle el baño y todo lo que utilice durante mi estancia en el palacio, dejando todo impecable o en lo que podía, y luego de tres horas terminé, y fui a buscar a la mujer que me acompañó un rato en éstos días, me iba a despedir. Cosa que odio hacer.

—Adiós Haneul, cuidate el tiempo que no estés aquí. —Repentinamente apareció frente a mí. Me asusté un poco, aún no me acostumbraba ni me acostumbraría a sus repentinas apariciones.

—Si señora, por favor, coma bien y cuídese, espero volver a verle algún día, pero por el momento, hasta pronto. Adiós señora Kim. Gracias por todo—Me incliné.

—Soy Hina —Sonrió—Espero vernos pronto querida.

Mina dió media vuelta, caminando para salir de la sala. Caminaba con elegancia, que, hasta siendo una mujer bastante mayor, era bastante hermosa.

Estaba segura que le agradecería todo a esa mujer, porque sin ella no hubiese sabido preparar algo de comer, ya que TaeHyung no me dijo donde había comida y ni me envió nunca.

El reloj marcó las doce y mi hombro fue tomado suavemente para darme vuelta. TaeHyung llevaba un sombrero negro, zapatos y traje del mismo color.

—Es hora de irnos. —Y así fue como tomó mi mano y nos llevó hacia un carruaje, que nos llevaría hasta la cafetería en la cual todo comenzó, o eso creía.

˚ೃ(🍁)⨾ੈ Definitivamente, no olvidaría este lugar.

Exotic ≈ K.TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora