Los murmullos en las clases no cesaron durante el resto de la clase. Todo ser que portaba el uniforme de esta institución hablaba sobre Peter y Beatriz. En realidad no me extrañaba que nadie se guardara su patética opinión, ellos eran la pareja alfa y cliché de la escuela: un amigable deportista y la zorra que aparenta ser tímida.
Al caminar por los pasillos, miraban a Pet cuchicheando sobre sus heridas sin disimulo alguno.Oliver también se llevó lo suyo, tenía el labio inferior partido y un ojo morado. Escuché que el entrenador de hockey no les permitirá a ninguno de los dos jugar en el equipo durante el próximo mes, sabia que eso era horrible para Peter, él adoraba matar el tiempo con una bola de chicos sudados. Y la culpa de todo la tenía esa maldita flexible, esperó no cruzármela por ningún lado porque estoy segura que le voy arrancar esas coletas marrones con mis propios dientes.
- ¿Quieres ir a comer algún lugar?- le pregunté a Peter mientras guardaba mis apuntes de la última clase en la mochila.- Fuera de la escuela-añadí con una sonrisa- para que no tengas que ver a nadie, podríamos ir a April...
- No.-me cortó con un tono enfadado - Si me voy creerán que soy un cobarde y que Oliver me intimidó.
Cerré la puerta del casillero con fuerza. Esa era la diferencia entre él y yo, siempre estaba preocupándose por lo que dicen los demás . Sigue sin entender que hagas lo que hagas no le vas a agradar completamente a alguien porque la gente solo busca resaltar tus defectos, cuando alguien conozca realmente como eres y te acepte así, sabrás que es tu amigo.
- Entonces vamos al comedor.- le dediqué una sonrisa que mostraba todos mis dientes mientras avanzábamos.
Atravesamos el lugar platicando de cosas triviales como las recientes películas o nuevas bandas que son un fiasco. Intentaba mantenerlo con la mente ocupada en otra cosa para que olvidara a Beatriz, creo que además de sentirse traicionado por que su gran amor lo engañó, se siente humillado por qué una chica le puso los cuernos. Hirió su corazón y su ego masculino.
Vislumbré a lo lejos como unas chicas se acercaron corriendo en nuestra dirección... Corrección, se acercaban con Peter. Negué con la cabeza, no llevaba ni un día de soltero y ya tenía a la siguiente línea de espera.
- Peter, cielo.- dijo una chica haciendo una voz compasiva.- Nos enteramos de lo que pasó -¿Estas bien?
Su mano le empezó a sobar el hombro en un débil intento de trasmitir confortación. Fruncí el ceño mientras las observaba, esas chicas eran mas resbalosas que la propia mantequilla.
- Estoy bien, gracias- musitó con cortesía. Parecía desganado, sus ánimos se fueron a la basura gracias a que le volvieron a sacar el tema.
- Enserio, no puedo creer que Betty hiciera algo así -dijo una de las del grupito, hablaba como si tuviera una papa debajo de la lengua.
- Ya lo se - concordó la otra, negó con la cabeza haciendo que sus extensiones baratas me golpearan el rostro. - ¡Pobre de ti, cariño! -le acarició una mejilla a mi amigo y él se apartó despacio con una leve sonrisita para no ser grosero.
- Debe ser horrible después de esos meses saliendo- una de ellas me dio un empujón para plantársele en frente, y estoy segura de uno de sus pechos puntiagudos estuvo apunto de sacarme un ojo.
De todos modos no tengo tanta hambre, puedo dejar que bote a estas chicas desesperadas el solo. Activaré el modo planta o miraré fijamente a las demás personas para ver si las atrapo en una situación incómoda como rascándose o algo así.
- Sabes que somos tus mejores amigas y cuentas con nosotros para lo que sea ¿verdad?- inquirió la chica deshaciendo el abrazo para mirarlo a los ojos.
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Las joyas del tiempo
Teen FictionEn el mundo existen sólo cinco joyas preciosas que se crearon para viajar en en tiempo. Estos elementos están malditos por el brujo que los creó. El portador de la joya tendrá un poder inimaginable más allá del universo mágico pero también será acre...