La mañana transcurría con normalidad, todos estaban escribiendo apuntes apresuradamente, ya que el profesor no se tomaba la molestia de esperar a nadie, parecía que estábamos en misa de lo rápido que hablaba, las pocas palabras que distinguía formaban un texto sin sentido en mi cuaderno. Peter estaba a mi lado derecho y Jer al izquierdo, dejándome como un sándwich entre ellos. Sus codos acaparaban toda la mesa y no me dejaban escribir cómodamente.
-me he percatado de que últimamente faltan mucho a clases.- Jeremy siseó para no alterar el orden y el silencio que reinaba en el ambiente.
-yo me he percatado de que eres un tanto afeminado, pero no es asuntó mío.-respondí sin mirarlo.
El maestro nos lanzó una mirada de advertencia tras sus lentes de contacto. Jer se hizo el desentendido y yo me encogí de hombros.
-di lo que sea,Lana. -alzó la barbilla de forma retadora.-pero ustedes se traen algo entre manos.
-...y fue en 1948.... Blah Blah (no se le entiende) que Olivia...el honor tan grande... Sin embargo....tenía su propia conclusión...
-ya, cuenten ¿se saltan las clases? O sólo van al parque a besuquearse.-insistió.
-eso sería incestuoso.-espetó Peter con cara de asco.-además, lo que hagamos con nuestro tiempo no es tu problema.
-¿para qué quieres saber,Jeremy?
-curiosidad morbosa.-declaró con un tono descarado. El era el tipo de persona que no tenía filtro, decía lo primero que pensaba de las personas sin conocerlas, eso no te hace ganar amigos pero si te hace auténtico.
-¡Señor Lombardi!-el maestro localizó a su víctima potencial-¿por qué no nos dice en que fecha Olivia Thomson recibió su medalla, y por que?
Me mordí fuerte el labio para no reír.
-yo... Es q..que.-tartamudeó.-profe, es injusto... Todos están hablando.
-en el dos mil cincuenta y nueve, le dieron la medalla por ser la mejor en ingeniería mecánica.-mascullé la respuesta más ridícula que se me pasó por la cabeza. Peter observaba la escena divertido,y todos estaban ansiosos por escuchar.
Jeremy sonrió confiado y me dio un apretón en el hombro como agradeciendo. Se levantó de la silla y citó.
-Recibió su medalla en año dos mil cincuenta y nueve, fue por su excelencia en la ingeniería mecánica.-respondió arrogante.
-muy bien.-el maestro no se inmutó.-todo esta perfecto, excepto que Oliva era una escritora, no una mecánica. Y todavía no llegamos al año dos mil cincuenta y nueve.
Toda la clase explotó en una carcajada.
-Si no tiene nada que decir mejor quédese callado, me ahorra tiempo.
Avergonzado,el chico se sentó. Apretó las manos en puños detrás de la espalda y me asesino con los ojos.
-esta me la pagas.-amenazó.
-estamos a mano por lo que pasó en April.
-¡guarden silencio,jóvenes!
-¿bromeas? ¡Tu me tiraste la malteada!
-dije que se callen...
Lo dejé con la palabra en la boca y seguí escribiendo las atropelladas fraces de la supuesta figura de autoridad, que revisaba su teléfono bajo el libro de texto.
-Pet, te ofrezco una cita en el cine...-empezó Jer.
-no eres mi tipo.-contestó con seriedad.
-la cita no conmigo,imbécil.-Jer me pasó un brazo por los hombros.-¿ves a la chica que esta junto a Fred?
ESTÁS LEYENDO
Las joyas del tiempo
Teen FictionEn el mundo existen sólo cinco joyas preciosas que se crearon para viajar en en tiempo. Estos elementos están malditos por el brujo que los creó. El portador de la joya tendrá un poder inimaginable más allá del universo mágico pero también será acre...