Eché un rápido vistazo a la puerta trasera. Sarah tenía al guardia comiendo de la palma de su mano, literalmente, hasta le besaba las yemas de los dedos. De lejos podrían pasar como cualquier otra pareja, me atrevería a decir que lo estaba disfrutando, ya pasó un largo rato y aún no ha entregado el dichoso juego de llaves.
Quería ir hasta donde estaba, tirar de su cuello y decirle que dejara de gozar la situación, algo egoísta lo admito, pero de todos modos no podía. En primera, porque arruinaría su estrategia. En segunda, porque tendría que atravesar la pista de baile, y unas chicas están realizando una coreografía de Charleston demasiado peligrosa: con giros, saltos, sacudiendo las piernas adelante como si sus caros tacones de aguja no pudieran salirse y sacarle un ojo al primer cristiano que vaya pasando. No tienen respeto por otros individuos.Me desplomé sobre un sillón -alejado de los otros- sintiéndome fuera de contexto. Igual que una marginada social, tendría que esperar a que Alec diera la señal y luego me asesinara por dejarlo colgado.
¿De qué servia mi elaborado plan sino contaba con los recursos para hacerlo?- ¡Oye!- le grité a un mesero, que llevaba una charola llena de copas.
Me dejó un par encima del descansabrazos, yéndose sin esperar propina. Tal vez le pagaban bien, o yo lucia pobre. De donde vengo, sino te piden propina es porque creen que estas jodido.Vertí todo el líquido en mi garganta, era whisky barato.
Después de otros tormentosos minutos, lo divisé, sentado en una esquina de la barra igual que una celebridad, rodeado de gente bien vestida.
Las personas lo contemplaban con admiración, cada palabra que salía de su boca era aclamada. Me sorprendió lo bien que se desenvolvía en esa clase de entorno, el traje y la personalidad relajada lo hacían ver sofisticado he interesante.
Llevaba una vaso de vidrio en la mano, repleto de una sustancia verdosa. Acomodaba los dedos en el borde, simulando meditar lo que le contaba uno de sus "amigos", porque yo sabia cuando fingía, era el amo del engaño, incluso a su novia actual la conquistó usando otro nombre "Dustin" creo.
Al parecer, estaba contándoles al montón de extraños una anécdota.
Me puse de pie de un salto, aproximándome rápidamente hasta él, cuando lo escuché reírse tranquilo sentí como si me arrancaran el cabello de raíz.-...y le dije que eso no era impogtante- terminó su chiste, usando ese acento ridículo que hacia para fingir ser extranjero.
Las personas a su alrededor echaron las cabezas hacia atrás soltando una impetuosa carcajada. No tengo idea de que dijo al principio, pero nada que termine así puede ser tan gracioso, estos hipócritas deben pensar que tiene dinero.
Me puse enfrente, mirándolo como si fuera a asesinarlo ahí mismo.
- ¿Impogtante? ¿Quieres saber lo que era impogtante y lo arruinaste?- rugí, apretando los puños para controlar el temblor.- ¿Eh, Peter?
- Oui- soltó tímidamente.
- Voy a matarte- amenacé- cortaré tus piernas en tantos trozos que nunca las van a poder usar, luego haré que te las tragues crudas...- hice ademán de jalarle la camisa, pero toda su banda de elegantes pandilleros se pusieron de pie, elevando esferas de energía en sus manos cubiertas por guantes, indicándome retroceder sino quería salir herida.
Arquee las cejas, cruzándome de brazos con una gran seguridad, como si yo pudiera contra todos. Un día de estos van a venirme golpeando por retar a la gente de ese modo.
- No peleo con mujeres- me dijo un hombre, se situaba justo en frente de Pet, como si tuviera que protegerlo con su vida.
Tenemos un par de horas aquí, él consiguió guardaespaldas y yo a una especie de amiga ebria despechada ¿por qué la vida tienen que ser tan injusta?
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Las joyas del tiempo
Novela JuvenilEn el mundo existen sólo cinco joyas preciosas que se crearon para viajar en en tiempo. Estos elementos están malditos por el brujo que los creó. El portador de la joya tendrá un poder inimaginable más allá del universo mágico pero también será acre...