𝐂𝐇𝐀𝐑𝐋𝐈𝐙𝐄 𝐆𝐑𝐈𝐍𝐃𝐄𝐋𝐖𝐀𝐋𝐃: 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜𝑠 𝑒𝑠𝑝𝑎𝑟𝑐𝑖𝑑𝑜𝑠

✧ ─ 𝐇𝐎𝐆𝐖𝐀𝐑𝐓𝐒 𝐄𝐗𝐏𝐑𝐄𝐒𝐒

La plataforma 9¾, estaba totalmente llena de estudiantes con sus familias, demostrando cuanto se querían y cuanto te iban a extrañar. La albina sentía ese sentimiento que hace poco había descubierto; envidia.

No sabia como se sentía. Se preguntaba  constantemente en cómo iba ser capaz de sentir amor si la historia se habia repetido.

Ella tiene el mismo destino que el, que Tom Riddle. Hacer el mal, no?

Una poción de amor fue la causa del nacimiento de Tom. Siendo un amor totalmente falso y sin haber sido criado por su madre, el no puede sentir amor.

Una poción de amor fue la causa del nacimiento de Charlizs. Siendo el amor de sus padreez totalmente falso, ella era inexperta en sentimientos, cada día descubría un nuevo sentimiento. Lo cual la frustraba, dado a que no podía controlar su sentir.

Fueron creados con sentimientos nulos y disfrazados. Todo por la obsesión descontrolada que está tuvo, primero con Tom Ryder padre y luego con Gellert Grindelwald. Todo hecho por la misma mujer, Merope Gaunt; su madre.

Ahora solo tenía un propósito, un solo destino, una sola opción. Destruir a  aquellos que no se merecen el don de la magia. Seguir el camino y cumplir la profecía. La herencia de la serpiente.
Destino que era uno solo, pero su familia quería evitar a toda costa.

Charlize con apuro entró al gran tren, buscando al menos un puesto en donde sentarse. Pero iba tan distraída en sus pensamientos que tropezó con algo, o más bien con alguien.— Ay! Perdóname, perdóname — Una niña, cabello castaño y espolvoreado, y dientes grandes y chuecos.

— ¿Qué haces agachada? — preguntó con molestia tirada en el piso.

— Yo-....amm, disculpa. Estoy ayudando a buscar a una rana de una niño llamado Neville y me pareció verla y por eso...me agache— mencionó alzando los hombros apenada.

— Deberías de tener más cuidado. Acabas de provocar que mi túnica se haya ensuciado.

— Ya te pedí perdón. — Soltó con brusquedad poniéndose de pie.

Charlize copió la acción de la castaña. Dándole una mirada sin expresión alguna, la albina se acercó. La castaña se sintió algo, intimidad.

— Tu nombre. — Dio como orden frunciendo el ceño. La castaña siendo completamente intimidada no dudo en responder.

— Hermione. — Charlize alzó un ceja, esperando que la castaña completara con lo que quería saber. — Hermione Granger.

Una pequeña y burlona sonrisa cubrió el rostro de la albina. Nunca había escuchado ese apellido, lo que significa algo. — impura — Susurró para si misma.

— Disculpa?

— Lindo — Hermione miraba confundida a la albina. — Lindo nombre.

— Gracias — Dijo mientras una sonrisa aparecía en su rostro. — Cuál es tu nombre.

— Charlize — Sin siquiera dejar hablar a la castaña, la albina pasó a su lado en busca de un puesto o esa era su intención.

— Oye Charlize — La nombrada volteó hacia esa voz, hacia Hermione. — buscas compartimiento?

— Nop— mintió encaminandose a buscar un compartimiento.

La albina seguía buscando alguna vagoneta vacía. — Hola, disculpen la Interrupción. Les molestaría si tomo asiento junto a ustedes? — se dirigió hacia dos niñas. Una pelinegra de ojos verdes y a una rubia de ojos grises azulados.

— No hay problema — Respondió la pelinegra. Charlize con algo de apuro entró al ver que Hermione se acercaba, pero por suerte un niño rubio y rellenito la detuvo.

— Oh por Merlín! — Exclamó la rubia asustando a su amiga y a Charlize. — ¡Yo conozco esos ojos! Eres  Charlize Grindelwald. —  Chilló con gran emoción.

— ¿Eres Charlize Grindelwald? — preguntó la pelinegra abriendo los ojos como platos

— sí, soy Charlize Grindelwald — Respondió la albina con algo de timidez.

— Oh Merlín! Tus ojos son tan lindos que me los puedo comer! — Exclamó con emoción la rubia tocando las mejillas de la albina, pero ésta la empujó con poca delicadeza. La rubia estaba apunto de avalancharse hacia Charlize nuevamente, pero la misma la detuvo.

— Vuelve a tocarme y será mi chupacabras quien termine comiéndote los ojos. — Soltó mirándola fijamente.

Aquellas dos chicas se llenaron de miedo ante tales palabras que había soltado Charlize con seriedad.

La pelinegra soltando una risita nerviosa habló; — Soy Pansy Parkinson y ella es Daphne Greengrass. Disculpala es algo.. impulsiva.

— Si ya vi— respondió la albina al ver que la rubia seguía con la misma sonrisa a pesar de que la había amenazado.

— Y dinos, en qué casa piensas quedar? nosotros estamos seguras que quedaremos en Slytherin, es la mejor casa de todas— comentó Pansy con egocentrismo.

— Se que quedaré en Slytherin— respondió con seguridad.

— Ojalá todas quedemos en Slytherin.