𝐂𝐇𝐀𝐑𝐋𝐈𝐙𝐄 𝐆𝐑𝐈𝐍𝐃𝐄𝐋𝐖𝐀𝐋𝐃: 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜𝑠 𝑒𝑠𝑝𝑎𝑟𝑐𝑖𝑑𝑜𝑠

✧ ─ 𝐍𝐈𝐍̃𝐀

— ¡Charlize!— era Draco. Justo detrás de el estaban varios slytherin— ¡Felicidades! aun que algo tarde, no había tenido la oportunidad ¡Realmente eres increíble! ¡Aun que me siento ofendido, no me dijiste nada. ¡Dicen que ayudaste al tonto Potter!— aquel rubio hablaba tan rápido que no dejaba pensar bien—. ¿Cómo le hiciste para burlarte del viejo Dumbledore? ¡Enseñame! ¡Fue increible la cara de todos al escuchar como el director de Uagadou dijo tu nombre!— el chico reía como si fuera un chiste.

— Draco...

— ¡Tampoco me dijiste que ese viejo, Albus, era tu padre! ¡Por el artículo me entere! — el grupo de slytherin y Draco, parecían perros atrás de la albina— ¡¿Cómo fue posible ese sucedo?!— gritó— ¿Cómo fue posible que Vinda Rosier estuviera de acuerdo en ello? ¿Tu padre es bisexual? ¿o solo estaba experimentando? ¡Y toda una casanova eres! aun que me decepciono lo de Granger, las demás estan perfectas ¡Pero Granger! ¡Pero no te preocupes! tienes todo el apoyo de los slytherin, aun que realmente deseo que no suceda nada entre tu y esa sangre sucia ¡Charlize esto es un-...

— ¡Draco! ¡Cállate!— gritó cansada deteniendo el paso, incluso el del grupo que la seguía—. ¡Que les quede claro que yo no puse mi nombre en el cáliz! ¡no se le pedí a nadie! ¡Albus Dumbledore es mi padre, no el de ustedes asi que no les debe de importar eso! — Los que estaban próximos a Charlize comenzaron a mirarla con temor. Sus ojos comenzaban a cambiar como si los de una serpiente fueran.— Y creo que no es tu asunto con quien inicie una relación ¡Y te pediré que respetes a Hermione! ¡Vuelve a dcirle sangre sucia y te haré recordar el día en que nacistes Malfoy! —Aquel rostro, a el rubia le hizo recordar la vez en que estuvo a punto de morir en mano de Charlize en primer año— Ahora, les pediré amablemente que me dejen tranquila— dijo esperando a que aquellas serpientes se movieran— ¡dije que se largen!— gritó logrando que la dejaran sola en el pasillo.

[...]

— Ya estoy cansada— murmuró la albina.

— Si sigues así no durarás ni un minuto en la primera prueba niña— respondió aquel hombre de pelo graciento.

¿Contexto? Hace un día había llegado una carta. No era cualquier carta. La carta de era de Merope, pero esta carta no estaba dirigida ni a Charlize, ni a Gellert y mucho menos a Vinda. La carta iba dirgida hacia Albus Dumbledore. 

Al parecer los rumores ya habían corrido por todo el mundo mágico. Y por supuesto llegó hasta los oídos de Merope Gaunt, la madre biológica de Charlize. En su carta recalcaba lo preocupada que estaba por su pequeña hija. Pedía a Albus que cuidara de su pequeña contra todo, que no permitiera que nada malo le sucediera y que no dejara que se fuera por el mal camino. Le deseaba lo mejor a su hija y le pedia perdón por no escribirle por mucho tiempo.

Merope en su carta recalcaba que tiempos oscuros se acerban, pero no diría más porque no quería poner en peligro a nadie. Pedía que no esperaran otra carta de su parte, no hasta que supiera que no pondría en peligro a Charlize.

La albina por su parte se había enojado, pero ese enojo no duró mucho al recordar que no podía enojarse con la mujer que le dió la vida y cuido hasta donde podía. Estaba algo tranquila al sabes que su madre estaba bien, pero al mismo tiempo estaba inquieta al no saber dónde se encontraba la  mujer.

Dada la carta y según Dumbledore otros acotecimientos, Charlize necesitaba entrenamiento. Esa era la razón que la albina se encontraba en las masmorras junto a Severus Snape, siento este ultimo su maestro.

— Levantate del suelo, no ves que esta sucio— regañó el mayor.

— Estoy cansada— murmuró de nuevo.

— Levantate niña.

— Te dije que estoy cansada Severus.

— Maldita mocosa levantate— amenazó apuntando a la menor quien reía al ver la cara del mayor— Levantate— exigió.

— ¿Acaso estás sordo? Estoy cans-— La menor no terminó de hablar cuando sintió como su cuerpo se alzó, quedando de pie— a veces llegas a ser insoportable Severus.

— El burro hablando de orejas— dijo con una pequeña sonrisa burlona colocandose en posición para luego, sin previo aviso, atacar a la menor.

Severus tenía la tarea de enseñarle todo lo que sabía. Todos sus conocimientos si fueran posible y aquel hombre estaba de acuerdo en hacerlo. Aun que no lo acepataba, en el fondo Snape se había encariñado con Charlize. Tenía sus razones. Severus había sido uno de los que muchas veces cuidó de la albina en su niñes.
Para Snape, Charlize era como una hija.
Esa niña se había vuelto una de sus prioridades sin darse cuenta.