𝐂𝐇𝐀𝐑𝐋𝐈𝐙𝐄 𝐆𝐑𝐈𝐍𝐃𝐄𝐋𝐖𝐀𝐋𝐃: 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜𝑠 𝑒𝑠𝑝𝑎𝑟𝑐𝑖𝑑𝑜𝑠

✧ ─ 𝐓𝐑𝐀𝐌𝐀𝐑

— ¿Qué haces aquí?— preguntó al ver a Hermione en su habitación.

— Pansy me dio la contraseña, espero no te moleste—. Se apresuró a decir. Charlize se limitó a asentir. A pesar de ello, sonrió viendo a la albina ya en pijama— ¿Te sientes mejor? No sabes lo mucho que me preocupaste.

— No tienes porqué, estoy bien—. se limitó a decir, levantándose de la silla del escritorio; haciendo un gesto para que Hermione se sentara en uno de los cómodos sofá.

— No es la primera vez que te desplomas, Charlize. Cómo no preocuparme—. habló la castaña, dejando una pequeña canasta en justo a su lado, junto a una mochila— ¿Quieres contarme qué te sucede?

Sin embargo la albina había tomado asiento, nuevamente en la silla de escritorio y no le despegaba la vista a unos pergaminos.

Hermione al no recibir respuesta, se paró dispuesta a regresar a su sala común.

— ¡Claro!— exclamó Charlize colocándose de pie, confundiendo por completo a Hermione, quien detuvo su paso.

— ¿Claro?— repitió la castaña.

— ¡Sí! ¡Eso es! ¡La respuesta!— volvió a hablar entusiasmada. La alegría de Charlize confundía cada vez más a Hermione.

— ¿La respuesta de qué?— preguntó, una pequeña sonrisa comenzaba a adornar su rostro al ver a la albina saltar como una niña pequeña.

— Toma asiento— indicó, pero ésta vez Hermione se sentó en la silla del escritorio—. Verás... últimamente, desde que me mude específicamente a Hogwarts, he visto muchas cosas—. Habló intentando mantener la calma de lo emocionada que estaba.

— ¿Cosas malas?

— Eh~, bueno, no lo se... pero muchas cosas—. Comentó. Tomó uno de los pergaminos y lo desenvolvió.

— ¿Cómo-...— De la impresión, Hermione no sabía que decir. En el pergamino estaba dibujada su familia, en el centro estaba ella y arriba de todos una mujer, pero su rostro estaba tachado—. ¿Vistes esto?

— Sí... No recordaba el rostro de la mujer, pero hoy... La volví a ver, se que fue ella a quien vi.

— ¿Quién es?— cuestionó Hermione mirando el dibujo, específicamente a la mujer.

— Lo mismo me preguntaba yo—. comentó soltando una risa—. ¿Conoces a Morgana Le Fey?— preguntó.

— Sí, se algo de ella—. respondió mirando a la albina—. ¿Es ella?

— Sí— afirmó, segura de su respuesta—. De vez en cuando, cuando estoy durmiendo escucho a mi madre decirme que busque a la heredera de Morgana... Ella me lo dijo antes de morir—. lo último lo dijo con voz apagada—. Hoy, cuando vi a la mujer, no la pude reconocer... No se por qué. Desde el torneo olvido cosas—. añadió—. Pero, desde que vi el retrato, supuse que tu-...

— ¿Qué yo soy la heredera de Morgana?— preguntó con algo de ironía. Charlize asintió—. ¡No! Yo no... es que es imposible. Morgana dejo de existir hace millones de años, su sangre, sus genes ya ni deben de existir completamente.

— Lo mismo decía yo de Salazar Slytherin y mírame— murmuró, pero al escuchar lo que dijo, se maldigo a sí misma.

— ¿De qué estas hablando, Charlize?— preguntó con seriedad.

— De nada... era una broma—. dijo soltando una risa nerviosa—. Yo.. ¿De casualidad tienes una marca en tu cuerpo?

— ¿Qué? ¡No me cambies de tema Charlize!— regañó colocándose de pie.