𝐂𝐇𝐀𝐑𝐋𝐈𝐙𝐄 𝐆𝐑𝐈𝐍𝐃𝐄𝐋𝐖𝐀𝐋𝐃: 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜𝑠 𝑒𝑠𝑝𝑎𝑟𝑐𝑖𝑑𝑜𝑠

✧ ─ 𝐄𝐒𝐓𝐀𝐍 𝐌𝐔𝐄𝐑𝐓𝐎𝐒

Las gradas se mantenían en silencio aun que comenzaba a sentirse la preocupación en el ambiente. Ni Harry ni Cedric habían aparecido.

Britney e incluso Caleb, no se habían separado de Charlize, que seguía inconsciente—. Britney— llamó la atención de la pelinegra al ver el cuerpo de la albina moverse bruscamente. Las personas de sus alrededores, comenzaron a dirigir su mirada a la albina—. Britney algo le está pasando— murmuró el moreno con preocupación. A pesar de tener los parpados cerrados, se podía notar como movía sus ojos.

— ¿Charlize? Cariño, despierta— susurró con cariño agarrando la mano de la misma. La pelinegra frunció el ceño al sentir la temperatura de su amiga. Lo normal era sentir a Charlize helada, pero en esos momentos era todo lo contrario—. Algo no está bien, está hirviendo— murmuró.

—  Es verdad— confirmó el moreno tras tocar la frente de la albina— ¿Quieres que llame al señor Grindelwald?

— No. Espera—. dijo al sentir su mano ser apretada—. Creo que está teniendo una pesadilla— supuso.

— Oye Char, despierta— intentaba Caleb sacudiendo a Charlize—. Vamos, despierta... Charlize despierta— sacudió, pero no lograba nada— Hay que despertarla, algo le está pasando, me estoy asustando Britney— dijo con temor. Charlize no dejaba de moverse bruscamente.

— Charlize despierta...—El publico ya se había percatado de lo que estaba pasando.

— ¿Qué pasa?— la voz de Gellert se hizo presente.

— Charlize no despierta. Algo le está pasando, creemos que está teniendo una pesadilla y está hirviendo en fiebre— informó el moreno. 

Gellert rápidamente se dirigió a su hija, era cierto, estaba hirviendo en fiebre. Por un momento pensó que serían por sus heridas, pero Madam Pomfrey ya se había hecho cargo de eso. Al ver como el cuerpo de su hija tenía movimientos bruscos e involuntarios, supo que quizás lo que estaba teniendo no era una pesadilla.

— No creo que está teniendo una pesadilla— murmuró bajo, inquietando a los menores—. Quédense aquí, iré a buscar a Albus. Sigan intentando despertarla. Si despierta, no bajen la guardia— lo ultimo preocupó a los menores ¿Qué quiso decir con eso?

— Charlize despierta, esto no me está gustando— susurraba duro Caleb.

— ¡Charlize!— tras la sacudida que le dio la pelinegra, la ya mencionada parecía despertar muy asustada, sentándose de golpe—. Charlize, cariño, solo fue una pesadilla, tranquila— hablo intentando tranquilizar a su amiga, quien mantenía su respiración acelerada, su cuerpo temblaba y con su cabeza negaba— ¿No?— murmuró al ver que su amiga no paraba de negar mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. Britney, quien ahora se encontraba de cuclillas al frente de la albina, sintió como ésta la tomaba con fuerza de los brazos sin dejar de negar— Tranquila, debes de tranquilizarte.

—¡N-no!— exclamó con fuerza. A Britney comenzaba a asustarle el estado de la albina— ¡No!— gritó de nuevo. La multitud miraba con atención. Albus y Gellert, quienes hablaban desde cierta distancia, dirigieron su mirada rápidamente hacia Charlize.

— Tranquila, solo fue un sueño, un mal sueño— Caleb también se les unía, pero el mantenía su distancia, tomando su varita de su bolsillo. No bajaría la guardia. Recordó la ultima vez que Charlize había tenido un episodio; descontrol total.

— Respira cariño, fue un sueño, no fue real— hablaba con suavidad Britney.

— ¡N-no¡ ¡No!— la albina parecía alterarse más.

— ¿No?.. ¿No fue un sueño?— la albina negaba. Parecía estar muy segura de lo que soñó, o mas bien de lo que vio—. ¿Qué viste?

— Tom— susurró. Sus manos aumentaban la fuerza del agarre que tenía sobre los brazos de su amiga—. A Tom Ryddle— volvió a susurrar. Parecía tener miedo, ya que no dejaba de temblar.